Incidentes durante el Niza-Marsella

Incidentes durante el Niza-Marsella Reuters

Fútbol LIGUE-1

Las secuelas del Niza-Marsella: sanciones de varios años, pérdida de puntos, cerrar la grada...

L'Équipe repasa los posibles castigos tras lo ocurrido en el Niza-Marsella cuando hinchas locales saltaron al campo para agredir a los jugadores.

24 agosto, 2021 09:39

Lo ocurrido el domingo durante el Niza-Marsella, cuando hinchas locales invadieron el campo para agredir a los jugadores visitantes, tendrá graves consecuencias. Ya lo avanzó la ministra francesa de Deportes, Roxana Maracineanu, que consideró que con los incidentes, que terminaron con la suspensión del encuentro con el Marsella tras una invasión del campo, "se superó una línea roja" y tendrá que haber sanciones.

En declaraciones a los medios este lunes, Maracineanu subrayó que lo ocurrido en Niza es "un insulto" para el fútbol y para los aficionados. Explicó que la Fiscalía de Niza ha abierto una investigación y a partir de ahí espera que "la justicia podrá continuar serenamente su trabajo" para identificar a los culpables.

También ha iniciado su propia investigación la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que ha convocado al Olympique de Marsella y al Niza a la reunión de la Comisión de Disciplina que el próximo miércoles analizará los incidentes, que en un comunicado califica como "graves".

Las vergonzosas imágenes del Niza-Marsella

Las vergonzosas imágenes del Niza-Marsella

[Más información: Vergüenza en el Niza-Marsella: tiran una botella a Payet, la devuelve y los ultras saltan a agredirle]

Según anuncia L'Équipe, se preparan sanciones que afectarán a aficionados, jugadores de forma individual y la resolución del propio partido.

Cierre de la grada Sur

De momento, se ha empezado por un cierre temporal por cuatro partidos de la grada Sur.  Varios seguidores ultras de dicha tribuna del estadio de Niza lanzaron botellas de plástico a los jugadores del Marsella hasta que una de ellas impactó en el internacional francés Dimitri Payet, quien la envió de vuelta a la tribuna.

A partir de ahí, numerosos aficionados locales saltaron al terreno de juego, pese a los esfuerzos del personal de seguridad para contenerlos, con la intención de agredir a los jugadores del Marsella.

Sanciones a jugadores y staff

Y los jugadores, al menos algunos de ellos, también están en el punto de mira. Se examina al español Álvaro González (Marsella) por lanzar un pelotazo a la grada y al exbarcelonista Jean-Clair Todibo (Niza). Además, Payet se enfrenta a una posible sanción, pese a ser la víctima de los ataques, por haber lanzado de vuelta a la grada una botella que impactó en su espalda.

Hay que decir que también hay personal del staff técnico de ambos equipos a los que se estudia sancionar. Especialmente, el gran damnificado sería Pablo Fernández, preparador físico del Marsella de Jorge Sampaoli, que dio un puñetazo a un aficionado del Niza, tal y como captaron las cámaras. Su sanción podría ser de varios años de suspensión, dependiendo del proceso judicial que lo afecte ya que este lunes todavía se encontraba en urgencias el hincha al que agredió.

Pérdida de puntos

No se descarta tampoco que el club local, el Niza, se pueda ver castigado por la actitud de sus fans en lo que a la clasificación se refiere. Entre las opciones que se barajan está una pérdida de puntos del equipo local e, incluso, del Marsella por no obedecer las intrucciones de la Ligue-1 de volver al campo para disputar los minutos finales del encuentro.

Desenlace del partido

Por último, está la resolución del partido. La LFP decidió que se reanudara el partido, pero los jugadores del OM, respaldados por su presidente, el español Pablo Longoria, decidieron no volver ya que consideraban que su seguridad no estaba garantizada.

En principio, según el reglamento, la LFP debería declarar perdedor del encuentro al Marsella (por 3-0) por haberse negado a continuar. Sin embargo, se puede dar por concluido el partido con el resultado del momento (1-0 para el Niza) o también fijar una fecha para reanudar el partido, probablemente a puerta cerrada.