Cesc Fàbregas y Mikel Oyarzabal, en un fotomontaje

Cesc Fàbregas y Mikel Oyarzabal, en un fotomontaje

Fútbol EUROCOPA

España de 2008 a 2021: una Eurocopa con dudas, dos tandas de penaltis y un techo de cristal roto

Las dos selecciones tienen similitudes. España vive una historia paralela en esta Eurocopa a la que vivió con la generación que marcó una época.

3 julio, 2021 00:19

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España pensaba por aquel entonces en Irlanda, en maldiciones de cuartos de final, en por qué Luis Aragonés no llevaba a Raúl González a la Selección. Era 2008 y el país tenía una Eurocopa, pero pocos se acordaban de ella. 13 años después, con tres títulos continentales y un Mundial, la Selección se enfrentaba otra vez al tormento de la ronda que algunos veían una utopía para un equipo muy criticado. Entonces el combinado nacional superó una tanda de penaltis ante Italia con Casillas y Cesc como héroes. Hoy, los de Luis Enrique lo han vuelto a hacer contra Suiza con Unai Simón y Oyarzabal como referentes.

El equipo de 2008 y de 2021 comparten muchas similitudes. La heroica volvió a surgir para que España se metiera en las semifinales de un gran campeonato. La selección helvética fue un escollo más complicado de lo que se esperaba. Una ronda antes había dado la campanada ante Francia avisando de que querían ser la gran sorpresa. Finalmente, los penaltis hicieron justicia con una Selección que fue mejor en líneas generales siendo la primera equiparación con lo que logró Luis Aragonés.

En esa Eurocopa de Austria y Suiza, 'La Roja' batió a 'La Azzurra' en una tanda de penaltis que quedó para el recuerdo. Ahí Iker Casillas se encumbró por fin como portero del equipo nacional. El guardameta del Real Madrid fue protagonista, aunque los elogios los compartió con Cesc Fàbregas. El centrocampista del Arsenal en ese instante anotó el último tanto desde los 11 metros para romper con un gafe que venía acompañando a varias generaciones.

Luis Aragonés celebra la Eurocopa de 2008

Luis Aragonés celebra la Eurocopa de 2008 EFE

Este viernes, España también ha revertido la situación que se viene viviendo desde 2012; una Selección que vivía a caballo entre los recuerdos de la época gloriosa de las dos Eurocopas y el Mundial y una generación que no terminaba de estabilizarse. Ha tenido que llegar el último gran equipo de la sub21, que ganaron el campeonato de 2019, para cambiar otra vez el ciclo que se había enturbiado en Brasil, Francia y Rusia con resultados nefastos. Los Unai Simón, Rodri Hernández, Fabián Ruiz, Mikel Oyarzabal y Dani Olmo están teniendo el peso que en su día tuvieron los jugadores que han quedado para el recuerdo de todos los aficionados.

Ramos - Raúl

Pero uno de los grandes conflictos que han compartido ambas selecciones ha sido el de sus capitanes. Algunos acusaban a las dos selecciones de falta de jugadores con galones después de que Luis Aragonés prescindiera de Raúl González y Luis Enrique de Sergio Ramos. Estos dos temas calentaron la previa y también salieron durante el torneo. Sobre todo le explotó en los dos primeros encuentros de la presente edición cuando España empató ante Suecia y Polonia.

Las victorias y los cambios de ciclo fueron de la mano para que estos nombres se quedasen atrás. Nadie se acordaba de Raúl cuando 'La Roja' bailó a Rusia en semifinales y mucho menos cuando Fernando Torres marcó el gol que unió a todo un país a Alemania. Por el momento, el ya exjugador del Real Madrid solo sale en los titulares para hablar de su futuro equipo y en nada vinculado con esta Selección que quiere seguir la senda de 2008.

Los Luises

Ninguno de los dos tenía buena prensa. Aragonés y Enrique se veían y se han visto, en ocasiones, enfrascados en polémicas con los medios por las decisiones que tomaban. El primero consiguió ganarse el respeto a través de las victorias y terminó siendo el padre de una generación única. El segundo, aunque desde Barcelona está recibiendo mucho apoyo, se está metiendo poco a poco en el corazón de todos los españoles.

Luis Enrique celebra el pase a las semifinales de la Eurocopa

Luis Enrique celebra el pase a las semifinales de la Eurocopa REUTERS

Dos carácteres muy difíciles de domar y con las ideas muy claras a la hora de dirigir. A ninguno le temblaba o le tiembla el pulso si tiene que tomar una decisión impopular. Con un temperamento especial que quedó en la retina de la afición con Luis Aragonés y que está quedando con Luis Enrique, la Selección vivió y está viviendo un sueño. El primero despertó a un país que encontró en el fútbol un punto común para olvidar otras situaciones malas, el segundo se mantiene vivo con el mismo objetivo; aunar a una nación que vive más resquebrajada que nunca en este siglo.

[Más información: La España de la épica gana a Suiza en los penaltis y se mete en semifinales para seguir soñando con la Euro]