Bartomeu durante una comparecencia del FC Barcelona

Bartomeu durante una comparecencia del FC Barcelona Reuters

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Bartomeu y su Junta Directiva dimiten antes del referéndum en el Barça

El presidente se ha reunido con su equipo de trabajo y ha tomado la decisión un día después de negar la mayor. Bartomeu dice adiós antes de la moción.

27 octubre, 2020 20:00

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Josep Maria Bartomeu y su directiva han dimitido tras una reunión de urgencia celebrada este martes. La cúpula del FC Barcelona se iba a enfrentar a un referéndum el próximo 1 y 2 de noviembre tras el visto bueno de la Generalitat. A pesar de los intentos del club por retrasar la celebración de la moción de censura, el gobierno regional no vio razones sanitarias suficientes para cancelar el acto y la Junta Directiva no ha tenido más remedio que dar un paso atrás. 

La decisión llega tan solo un día después de negar la mayor ante los medios de comunicación. Bartomeu compareció en rueda de prensa este mismo lunes, tras otra reunión con su directiva, en la que optaron por aguantar en el puesto a la espera de que la Generalitat se pronunciara sobre la fecha final del voto de censura. Incluso aseguró que la opción de dimitir no se le había pasado por la cabeza desde el estallido del 'caso Messi'.

Finalmente, esa respuesta de las autoridades sanitarias ha llegado este mismo martes, lo que ha provocado una reacción casi inmediata de Bartomeu y su equipo de trabajo. El día 1 y 2 de noviembre se iba a celebrar la votación y no había posibilidad de modificar esas fechas. Por ello, la cúpula del club convocó esa reunión de urgencia que, tras una duración cercana a la hora, ha tomado la decisión de dimitir en bloque.

Según marcan los estatutos, ahora será una comisión gestora la que se haga cargo del club. Se tendrán que convocar elecciones en un plazo de tres meses y, por lo tanto, se adelantarán las fechas previstas para el próximo mes de marzo que había confirmado la ya antigua Junta Directiva hace unas semanas.

Bartomeu, al dar un paso atrás, evita poder convertirse en el primer presidente de la historia del FC Barcelona en ser cesado por la masa social de la entidad. Tal y como explicó Jordi Farré, impulsor de la moción en una entrevista con EL ESPAÑOL, la mejor opción era dimitir para adelantar las elecciones.

"Yo espero que su último gran servicio al club no sea el error de llegar a un voto de censura", explicó Farré a este periódico. "Espero, y deseo, que dimita. Si no lo hace, serán los socios los que lo van a censurar. Será el primer presidente de la historia censurado", subrayó.

Sus explicaciones

El ya expresidente, en una comparecencia posterior, ha explicado la decisión tomada e incluso ha desvelado la creación de una Superliga. Bartomeu ha cargado contra al Generalitat y los componentes de la mesa del voto de censura. "Se han opuesto al cambio de fechas", ha criticado, señalando que el gobierno autonómico no se ha pronunciado sobre su propuesta de 15 días.

Además, ha defendido que no tenían razones para dimitir en unas semanas donde "había que tomar decisiones de tanta importancia" y que el Barça "debe tener transiciones ordenadas", sin dimisiones ni huidas en momentos duros. Bartomeu ha llegado a señalar que tanto él como su Junta han sido insultados y amenazados, y ha vuelto a subrayar la necesidad de retener a Leo Messi para el proyecto de su apuesta, Ronald Koeman.

En su adiós, el expresidente ha querido destacar que ha ejercido "en una de las épocas más difíciles del país y del club", defendiendo sus "instituciones con la bandera del derecho a decidir y la libertad de expresión". También ha recordado el fallecimiento de Tito Vilanova, el "injusto encarcelamiento de Sandro Rosell" y los "149 títulos en todos los deportes profesionales" con los que cuenta la entidad, para finalizar con el tradicional "visca el Barça" y "visca Catalunya".

Apoyos a la moción

La moción de censura impulsada por Jordi Farré y varios grupos más del FC Barcelona parecía en un primer momento algo imposible de sacar adelante. La falta de partidos con público y las dificultades por la situación sanitaria hacía muy difícil obtener las firmas necesarias para sacar adelante la votación. Según los estatutos del propio club, en apenas 14 días eran necesarias más de 16.000 firmas que representaran el 15% del censo electoral azulgrana.

Celebración de Jordi Farré tras entregar los votos para la moción de censura en el FC Barcelona

Celebración de Jordi Farré tras entregar los votos para la moción de censura en el FC Barcelona EFE

Sin embargo, tras una avalancha de apoyos, algunos incluso cercanos al vestuario, se superaron las 20.000 firmas. Una cantidad que sorprendió al propio Bartomeu, que en una comparecencia pública llegó a reconocer su sorpresa por los números. Tras presentar esos apoyos, se constituyó la mesa del voto de censura, con representantes del club, de la propia oposición y de la Federación Catalana. Esta no tenía otro objetivo que validar las firmas y confirmar que se contaba con los apoyos necesarios.

La moción volvió a pasar este filtro y el referéndum se hizo realidad. El Barcelona tenía 20 días como máximo para convocar la votación. Y esto era el 1 y 2 de noviembre. Además, tenía que confirmar de forma oficial dichas fechas cinco días antes. Es decir, este martes 27 de octubre se acababa el plazo. En caso de no hacerse se estarían violando los propios estatutos del club. El mismo Farré amenazó con denunciar.

El referéndum tenía que contar con dos tercios de votos contra Josep Maria Bartomeu. En caso contrario, el presidente seguiría en el cargo hasta las próximas elecciones de 2021. Aunque había dudas sobre si podrían sumarse los apoyos suficientes para echarle del cargo, Bartomeu no ha querido arriesgar viendo la situación de tensión que existe en los entornos del Camp Nou.

Intentos de paralizarlo

Bartomeu y su Junta Directiva han tomado dos caminos para intentar suspender el proceso de la moción de censura contra ellos. El primero, el de utilizar la situación de la pandemia de la Covid-19 para poner en duda si era el mejor momento para celebrar el referéndum. La otra, y que apenas ha tenido recorrido, la de denunciar ante la Guardia Civil una supuesta falsificación de firmas.

En lo que respecta a la Covid-19, el Barcelona trasladó a la Generalitat desde un primer momento que la situación pandémica iba a dificultar mucho la celebración de la moción de censura. Sin embargo, desde la Secretaría General de Deportes de Cataluña siempre defendieron que el 1 y 2 de noviembre eran fechas posibles para desarrollar la votación si se seguía un protocolo sanitario adecuado.

Josep María Bartomeu y su junta directiva, en la ofrenda floral de la Diada

Josep María Bartomeu y su junta directiva, en la ofrenda floral de la Diada EFE

Sin embargo, el Barcelona lo puso en duda en varias ocasiones. Tanto que el jefe de servicios jurídicos del club, con unas polémicas declaraciones, abrió una grieta con la Generalitat al poner en duda el conocimiento que tenían los funcionarios públicos de la ley que ellos mismos habían redactado. Palabras que no gustaron en absoluto en la Generalitat y que obligó a algunos altos cargos del Barcelona a trasladar, en privado, sus disculpas.

Tras la declaración del estado de alarma en toda España, en el círculo más cercano a Bartomeu todavía existía la esperanza de que el proceso se frenara en seco. Tras varias reuniones la pasada semana, el Barça presentó un protocolo en el que la Generalitat pidió más sedes para votar y así evitar aglomeraciones. El club, por su parte, pidió 15 días más para cumplir con las exigencias sanitarias. Un aplazamiento que supondría saltarse los estatutos y, por ende, abriría una nueva batalla legal para Bartomeu. Este martes la Generalitat dio el paso definitivo: no había obstáculos y el referéndum tenía que celebrarse en las fechas marcadas.

La otra vía tomada por la Junta Directiva del Barcelona fue la legal, poniendo en duda varias firmas con las que se había sacado adelante la votación de la moción de censura. Apenas unas horas después de confirmarse que había firmas suficientes para votar, el Barcelona puso en conocimiento de la Guardia Civil que había algunas que eran falsas. El club negó haber denunciado, aunque reconocía que sí que había trasladado la información pertinente. Se desconoce el avance de la investigación, pero vistos los acontecimientos no parece que haya tenido mucho desarrollo a favor de Bartomeu.

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