Cerveza, escupitajos y "un intento de homicidio": el desagradable historial de Van der Poel tras la París-Roubaix

La París-Roubaix dejó uno de los momentos deportivos de todo el año. La victoria de Mathieu Van der Poel por delante de Tadej Pogacar en este duelo de leyenda consagró al neerlandés con su tercer entorchado en la prueba francesa, pero no todo fueron instantáneas épicas y deportiva.

Lamentablemente, entre el apasionado público que se concregó a lo largo de cientos de kilómetros se coló algún incivilizado que protagonizó uno de los momentos más tristes de la jornada. 

Todo sucedió en el tramo de Templeuve-en-Pévèle. Mathieu Van der Poel ya marchaba en solitario en cabeza de carrera después del accidente de Tadej Pogacar, y entonces el ciclista neerlandés se encontró con un incidente del todo imprevisto.

Una persona del público arrojó un bidón lleno de líquido a la cara de Mathieu Van der Poel en el momento en el que pasó a su lado. Por fortuna, el ciclista del equipo Alpecin-Deceuninck no sufrió percance alguno y pudo continuar la marcha, pero todo pudo ser mucho peor.

"Fue un intento de homicidio involuntario", llegó a decir el propio Mathieu Van der Poel al término de la prueba. Y es que el bidón pudo haberle hecho mucho daño o incluso le podría haber provocado una caída en un momento tan delicado como el paso por uno de los tramos de adoquines.

El agresor se entrega

El autor de este hecho tan grave como es lanzarle un objeto a un ciclista que está en plena competición terminó por entregarse en la mañana de este lunes, al día siguiente de la disputa de la París-Roubaix.

La fiscalía de Flandes Occidental confirmó que el hombre se presentó ante las autoridades de manera voluntaria. Además, el infractor aseguró sentirse "arrepentido y avergonzado" después de haber agredido al triple campeón de la París-Roubaix.

Esta persona viajó para ver la prueba en un autobús de aficionados del 'Matej Matjes', club de seguidores flamenco del ciclista esloveno Matej Mohoric. Sin embargo, no pertenece a dicha asociación y, simplemente, se desplazó en el autobús para presenciar la carrera

"Anoche le hice saber por intermediarios que tenía que entregarse a la policía y que si no lo hacía él, lo haríamos nosotros por él. Anoche me llamó para decirme que se iba a entregar y reconoció que lo sentía mucho y que estaba profundamente avergonzado", dijo Rutger Goeminne, presidente del club de aficionados con el que el infractor viajó a Francia.

Un historial desafortunado

En los últimos tiempos, Mathieu Van der Poel ha acumulado curiosamente un historial muy desafortunado en este sentido. El ciclista neerlandés ha vivido en varias pruebas diferentes episodios de este calibre, ya que le han lanzado botellas de agua, cervezas, gorras a las ruedas y hasta le han escupido.

En esta misma edición de la París-Roubaix vivió un doble incidente. No sólo le arrojaron ese bidón lleno de líquido, sino que otro aficionado también le tiró un vaso de cerveza en otro momento que pasó más desapercibido.

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La Roubaix es un foco de 'problemas' de este tipo para el triple campeón. Ya el año pasado se montó una gran polémica por una mujer del público que le lanzó una gorra a las ruedas cuando Van der Poel rodaba en solitario. De haberse metido entre los radios, podría haber provocado una caída.

Además, en temporadas anteriores en el Tour de Flandes también le arrojaron cerveza mientras iba en pleno esfuerzo, y en la prueba E3 incluso un aficionado llegó a escupirle mientras el ciclista pasó a su lado.