Contador, en la última etapa del Tour.

Contador, en la última etapa del Tour. Reuters

Ciclismo Tour de Francia

Cinco preguntas que responderán los Pirineos

El primer bloque montañoso ofrecerá las primeras certezas de una carrera marcada hasta ahora por las dudas en torno a Alberto Contador y la conducta de su equipo, Tinkoff.

8 julio, 2016 00:20

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Han sido seis etapas de entremés y ahora llega el primer plato fuerte del Tour de Francia con un tríptico pirenaico de impresión: tres jornadas de más de 150 kilómetros, entre cuatro y cinco horas de pedaleo cada una, con seis puertos de primera y dos de especial. El viernes se llegará a Lac de Payolle desde la cima del Col d’Aspin; pasado a Bagnères de Luchon desde el Peyresourde mediante Tourmalet y Val Louron; el domingo se concluye en la estación de esquí andorrana de Ordino-Arcalís previo paso por Bonaigua, Cantó, Comella y Beixalis.


Mucha tralla. Probablemente demasiada para el actual líder de la general, Greg Van Avermaet (BMC), gran clasicómano que se impuso el maillot amarillo el miércoles merced a una fuga consentida que le sitúa primero con 5’13” sobre el favorito mejor clasificado, Alejandro Valverde (Movistar – 3º). La acumulación de dureza de los próximos días garantiza revelaciones; los finales en descenso, emoción; el hecho de que el final en alto sea de pendientes amables, incertidumbre. A continuación analizamos las cinco líneas argumentales a vigilar en el bloque pirenaico de Tour de Francia. 


¿Está Contador vivo?


Es la gran pregunta de esta edición de la gran ronda francesa. Las caídas sufridas en las dos jornadas iniciales dejaron tocado el cuerpo del campeón pinteño y muy especialmente su pierna izquierda. A consecuencia de esto ha cedido prácticamente un minuto y medio en etapas en que una veintena de aspirantes a la general prácticamente han empatado a tiempo. La mayor pérdida fue a nivel de sensaciones, con el madrileño insinuando que se despedía del maillot amarillo y su antiguo director y mentor, Bjarne Riis, aseverando que su situación era “crítica”.


Sin embargo, los rivales no le dan por muerto. “Contador sigue vivo y en la pelea. Se recuperará”, afirmó el colombiano Nairo Quintana. En su equipo tampoco le consideran finiquitado. “Ya ganó el Giro del año pasado después de sufrir una caída durísima. Es un luchador, una leyenda: sabe perfectamente qué tiene que hacer”, dijo Ivan Basso en Cyclingnews. Lo cierto es que el pinteño sabe navegar en el conflicto y el drama como nadie. De hecho, el jueves ya se mostró más animado: “Mis sensaciones están evolucionando. El Tour es muy largo y se pueden hacer cosas bonitas”. ¿Demostrará piernas ya el viernes? “Iba a decir que era una prueba de fuego, pero aún es pronto. Simplemente será un test importante”.


¿Apuesta Tinkoff por Contador?


Decíamos que Alberto Contador se maneja muy bien en el drama y eso es, precisamente, lo que ha rodeado a su equipo, Tinkoff, en las últimas horas. Después de la cuestionable maniobra del pasado domingo, cuando el conjunto ruso marcó un ritmo infernal en los kilómetros finales buscando la victoria de Peter Sagan y acabó por descolgar a su líder para la general, ayer el gregario checo Roman Kreuziger protagonizó una polémica infausta cuando Contador se descolgó y no paró a ayudarle.


Kreuziger se defendió aduciendo que no había percibido las dificultades del pinteño, excusa que desmonta la imagen de arriba. Hoy fue el merecido chivo expiatorio. “Le dijimos cuatro veces que parara”, bramó el director Steven de Jongh. “Tinkoff no falló en la táctica, Kreuziger adoptó esa resolución por su cuenta”, aseveró Contador; “sin embargo, tratamos el tema y dejo atrás el malentendido”. “Hubo bastante tensión en el autobús”, reconoció otro gregario, el danés Michael Valgren.


¿Por qué Kreuziger tomó esta decisión? El factor que todos aluden es el hecho de que el equipo Tinkoff desaparecerá a finales de esta temporada a menos que el magnate que lo financia, Oleg Tinkov, sufra un cambio de opinión que entre bambalinas muchos consideran probable. Así, Kreuziger tiene que buscar un contrato para sí mismo. Un buen puesto en la general sería un buen aval para buscarse la vida. Por otra parte Peter Sagan parece dispuesto a llevárselo al que sería su próximo equipo, Bora-Hansgrohe, si efectivamente Tinkoff cierra. Contador, por su parte, aún está negociando para rubricar su fichaje por Trek-Segafredo (le ofrecen un año; él quiere dos) y no cuenta con el checo sino con su fiel doméstico Jesús Hernández.


¿Está Movistar por encima de Sky?


Uno de los hechos más sorprendentes de la jornada de media montaña del miércoles fue que Movistar tomara la iniciativa en el pelotón y, como consecuencia, descolgara a Contador. “Lo hicieron porque tienen envidia de su popularidad”, dijo Oleg Tinkov en la televisión estadounidense. “Lo hicimos porque queríamos probar las piernas de los rivales”, repuso el aquí gregario de lujo Alejandro Valverde. “Lo hicimos por respeto al Tour: no queríamos que la fuga llegara con quince minutos a meta y Sky nos pidió ayuda”, se justificó el director telefónico, José Luis Arrieta. “Olieron la sangre de Contador y fueron a por él”, apuntaba por su parte el colíder de BMC y excompañero del pinteño, Richie Porte. 

Sea como fuere, el equipo azul suscitó admiración en sus rivales. “Estuvieron impresionantes: quitaron nueve minutos a la fuga en un puñado de kilómetros”, dijo el galo Julian Alaphilippe (Etixx-Quick Step). “Demostraron ser un equipo muy fuerte y jugaron bien sus cartas para que se ascendiera a un ritmo alto y se bajara con tranquilidad, evitando peligros”, explicó Warren Barguil (Giant-Alpecin).


“Ha sido una batalla entre coequipiers, Movistar contra Sky”, analizó otro francés, Thibaut Pinot (FDJ). Ahí está el ángulo más interesante: si normalmente es Sky el primero en exhibir su fuerza, esta vez fue Movistar, y sin desmerecer las actuaciones pretéritas de sus rivales británicos. ¿Estarán los Izagirre, Moreno, Anacona, Herrada y compañía a la altura de Landa, Thomas, Poels, Nieve y demás? ¿Bloquearán la carrera con la potencia de sus efectivos? “Con equipos tan fuertes será difícil atacar”, resopló Pinot.


¿Pegará Froome un puñetazo sobre la mesa?


En sus Tours victoriosos de 2013 y 2015, Chris Froome (Sky) marcó la diferencia y prácticamente sentenció la carrera a su favor en los primeros finales en alto. Sin embargo, en este Tour de Francia aún no ha aparecido y el terreno de este tríptico pirenaico no se parece siquiera a puertos de gran entidad y significativas rampas como Ax 3 Domaines y la Pierre Saint Martin que utilizó en su día.


“Yo creo que repetirá su táctica”, aseveró Nairo Quintana el jueves en meta. “Si Froome siempre ha dado un golpe fuerte en los Pirineos, ¿por qué no lo va a hacer esta vez?”, razona Arrieta. Lo cierto es que resulta difícil imaginarse al anglokeniano, muy fuerte subiendo pero relativamente torpe sobre la bicicleta, lanzar un ataque que le obligue a bajar Peyresourde o Aspin a tumba abierta. Tampoco la subida de Ordino, donde el rebufo cuenta, es ideal para una exhibición en solitario.


¿Y si Purito Rodríguez ofrece su canto del cisne?


Conocido o imaginado el estado de los tres componentes de la primera línea de favoritos del Tour de Francia, la cuestión pasa por la segunda. Un total de 20 ciclistas están prácticamente empatados a tiempo en ese grupo de privilegiados del cual apenas se han visto apeados Contador, Porte, Landa y Nibali. La eliminación de este último es una alegría para Fabio Aru, vigente campeón de la Vuelta, que mantiene sus aspiraciones para este Tour intactas y encima no tiene ya rival dentro de Astana. También Tejay Van Garderen (BMC) parece bien colocado; igual que él, la ‘nouvelle vague’ francesa encabezada por Pinot, Barguil y Romain Bardet (Ag2r).


De toda la segunda línea, un candidato a la general aparece con dos segundos de ventaja con respecto al grueso de favoritos. Se trata de Purito Rodríguez (Katusha), que los ganó con un potente sprint en la meta del miércoles. El catalán se dice en muy buena forma y cada día coloca una sonrisa en Twitter para expresar sus buenas sensaciones. Hace ya tres años desde que subió al podio del Tour. En 2014 decepcionó y en 2015 ejerció de cazaetapas. A sus 37 años y con su futuro deportivo por resolver, Purito está en la tesitura ideal para un bello canto del cisne.