Doncic y una alianza con Ayton, el pívot que le 'robó' el nº1 del draft, para revolucionar a los Lakers y ganar el ansiado anillo

La NBA es un escenario de historias cruzadas, redenciones y segundas oportunidades. Que se lo digan si no a Luka Doncic y Deandre Ayton. Dos jugadores que fueron protagonistas en el draft de 2018, finalizando tercero y primero, y que fueron comparados durante meses.

Ayton recaló en los Suns. Doncic lo hizo en los Mavericks. Al primero le costó adaptarse a la NBA y el segundo entró en ella como si fuera su casa. Ahora, siete años después, ambos cruzarán sus caminos en los Lakers.

Lo harán después de que la franquicia angelina cerrara la llegada de Ayton procedente de los Blazers. Una incorporación muy necesaria para los Lakers, que venían de sufrir mucho en la pintura tras dejar salir a Anthony Davis en lugar de Doncic.

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La llegada de Ayton responde, así, a una necesidad urgente de reforzar el juego interior y dotar de equilibrio a un equipo que, con LeBron James y Doncic, tiene talento exterior de sobra pero carecía de presencia dominante bajo el aro.

La combinación de ambos ofrece un potencial ofensivo y defensivo enorme. Doncic es uno de los mejores generadores de juego de la liga, capaz de encontrar a sus compañeros en posiciones ventajosas y de crear ventajas en cualquier situación.

Ayton, por su parte, es un pívot atlético, con facilidad para jugar por encima del aro, buen reboteador y con una mano fiable desde media distancia.

La conexión entre ambos promete ser una de las principales armas ofensivas de los Lakers, especialmente en el pick and roll, donde la visión de Doncic y la capacidad de finalización de Ayton pueden generar estragos en las defensas rivales.

Sin cartel de superestrella

Ayton, con sus 2,13 metros y 26 años, llega tras rescindir su contrato con los Portland Trail Blazers, quienes le pagarán más de 25 millones de dólares mientras juega en Los Ángeles, sumando un total de 34 millones entre ambos equipos la próxima temporada.

Su contrato con los Lakers es por dos años, con una opción de jugador para la 2026-27. El pívot bahameño ha promediado en su carrera 16,4 puntos y 10,5 rebotes, con un 59% de acierto en tiros de campo, y es uno de los pocos jugadores que ha mantenido un doble-doble durante sus siete temporadas en la liga, junto a nombres como Giannis Antetokounmpo, Rudy Gobert y Nikola Vucevic.

Deandre Ayton, con los Phoenix Suns Reuters

Sin embargo, Ayton nunca ha alcanzado el estatus de superestrella que se esperaba de un número uno del draft. Tras un buen arranque en Phoenix y una final de la NBA en 2021, su rendimiento se ha visto lastrado por la falta de estabilidad y situaciones poco favorables, especialmente en Portland, donde no ha logrado desarrollar todo su potencial.

La narrativa de “juguete roto” le ha perseguido, pero en Los Ángeles encuentra el escenario ideal para reivindicarse, rodeado de talento y con un rol claro: ser el ancla defensiva y el finalizador que tanto necesitaba el equipo.

Apoyo a LeBron

La llegada de Deandre Ayton es también una gran noticia para LeBron James. Sumando su figura, el legendario jugador norteamericano podrá estar más cerca de conquistar su ansiado quinto anillo.

Ayton cubre la necesidad más evidente de los Lakers en la pintura, aportando tamaño, rebote y defensa interior, lo que libera a LeBron de tener que asumir tareas de protección del aro y lucha bajo los tableros, especialmente tras la salida de Anthony Davis.

LeBron quedará más liberado de unas multitareas que no son tan fáciles de plasmar con 40 años. 'King' James se dispone a afrontar su 23ª temporada en la NBA, lo que le convertirá en el único de la historia en disputar tantas campañas. Y querrá celebrarlo a lo grande.

Lebron James y Luka Doncic chocan la mano Reuters

El último curso fue un fiasco. La llegada de Doncic supuso un aire fresco y el equipo mejoró sustancialmente sus números hasta colarse tercero en la temporada regular. Sin embargo, se fueron a casa a las primeras de cambio en el playoff.

Los Lakers cayeron ante Minnesota en lo que fue un pobre ejercicio defensivo. Jaxson Hayes, el pívot titular, no estuvo a la altura y fue relegado al banquillo por JJ Redick en los partidos decisivos. Gobert no tuvo oposición.

Bien podría haber sido diferente la situación con Ayton. Se verá el curso que viene. Los Lakers siguen perfilando su equipo y con estas tres figuras tienen argumentos suficientes para pensar en ganar un anillo seis años después.