Shaquille O'Neal.

Shaquille O'Neal. Javier Muñoz y Sergio Bermejo

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Copérnico, Shaquille O'Neal y la creencia en la NBA de que la Tierra es plana

Dos jugadores niegan la redondez de nuestro planeta, otro lo duda y una liga entera los ampara.

22 marzo, 2017 00:04

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Salvo escasas ramas dogmáticas del catolicismo, en la Edad Media prácticamente nadie dudaba de que la Tierra es esférica. De hecho, cuando Colón descubrió América y Magallanes dio la vuelta al globo lo único que lograron fue reafirmar las creencias que llevaban casi dos milenios instaladas en la sociedad occidental (y no demostrar la redondez de nuestro planeta, como se ha dicho posteriormente). Que los ilustrados de la época concibiesen una Tierra plana es un mito extrañamente extendido hasta nuestros días. O no. Porque desde la NBA últimamente nos quieren hacer creer que la Tierra es una planicie finita. El último en hacerlo, toda una leyenda como Shaquille O'Neal.

Shaquille O'Neal believes the Earth is flat

Según Freud, la revolución copernicana del siglo XVI, que situó por primera vez a la Tierra en el extrarradio del Universo, fue el primer gran golpe al ego de la Humanidad. También fue el modelo con el que actualizó al ptolemaico, concebido desde el Imperio Romano por Claudio Ptolomeo y aceptado por la mayoría de los estudiosos de todas las épocas. Incluso antes, en el siglo IV a. C., Aristóteles ya creía que nuestro planeta era esférico. Es más, hacia el 240 a. C., Eratóstenes se atrevió a calcular su circunferencia, que ahora sabemos que es de 40.075 kilómetros. Se equivocó por poco más de 2.000 kilómetros.

Quizás es que casi tres milenios -las primeras referencias son anteriores a Pitágoras, en el siglo VI a. C.- de concepción esférica de la Tierra no sean suficientes. A lo mejor hace falta algo más de tiempo para que la idea se asiente. Y es que, como recordábamos hace unos meses en EL ESPAÑOL, aún hay quien piensa que la Tierra es plana. El mes pasado Kyrie Irving revelaba públicamente su adhesión a los principios de la Sociedad Internacional de la Tierra Plana (The Flat Earth Society, en inglés), un organismo destinado a "probar, con razonamiento sólido y pruebas fácticas, que la teoría aceptada hoy de que la Tierra es un globo en rotación [...] es contraria a toda la experiencia y al sentido común". Y, aunque el comisionado de la NBA, Adam Silver, tuvo que salir a explicar que no entendía de dónde había sacado esa idea ("Kyrie y yo fuimos a la misma universidad en Duke, pero él debe de haber ido a clases diferentes", aseguró), esta semana era Shaquille O'Neal quien secundaba la idea del base de los Cleveland Cavaliers.

"Yo conduzco de costa a costa, y [la Tierra] es jodidamente plana para mí. Yo conduzco de Florida a California todo el tiempo y el camino es plano para mí. No voy hacia arriba ni hacia abajo en un ángulo de 360 grados", argumentaba el expívot de los Lakers, quien no dudó en cuestionar incluso un hito de la Humanidad como la conquista del Paraíso: "En la escuela lo primero que nos enseñaron es que Colón descubrió América, pero cuando él llegó allí ya había tipos de pelo largo fumando en sus pipas. ¿Qué es lo que te dice eso? Que Colón no descubrió América".

¿Un problema de formación?

Como sucede en otros deportes de élite como el fútbol, en el baloncesto -especialmente en EEUU- no se requiere de ninguna formación académica superior para llegar a ser profesional. Se practica en institutos y universidades, pero también en las calles, donde millones de jóvenes sueñan con ser el nuevo LeBron anotando en aros sin red, entre cuatro rejas metálicas. Por eso, se le da poca o nula importancia a los estudios superiores. De hecho, desde que en 1963 los Pistons hiciesen debutar a Reggie Harding sin haber pasado por la Universidad, más de 40 jugadores han accedido a la NBA directamente desde el instituto. Entre ellos, Kevin Garnett, Kobe Bryant, Tracy McGrady, Amar'e Stoudemire, Dwight Howard o el mismísimo LeBron James, quien por cierto, se mostró absolutamente ajeno al debate cuando le preguntaron por las declaraciones de su compañero de equipo Irving. "Kyrie es mi pequeño hermano y si él decide decir que la Tierra es plana, que así sea", dijo entonces.

Todos ellos grandes estrellas que han brillado en la mejor liga del mundo, pero que no tienen la formación superior que sí se fomenta en otros países. Mientras que en España -por ejemplo- los equipos ACB tradicionalmente han facilitado a sus jugadores que se compatibilicen los estudios con su carrera profesional, en EEUU la actual norma -desde 2005- obliga a las franquicias a no fichar a jóvenes promesas hasta un año después de que hayan terminado el instituto. Pero en la práctica, la revolucionaria medida, que acabó con otra de 1971 que permitía dar el salto directamente, no es un estímulo suficiente para incentivar la formación académica: muchos, como Brandon Jennings en 2008, eligen irse a jugar al extranjero antes que empezar la Universidad. En el caso del base, optó por mudarse a Europa con la Lottomatica Roma tras acabar el instituto.

Aunque es difícil establecer nexos irrebatibles entre la falta de formación y el surgimiento de ideas como la de la Tierra plana o la de los reptilianos, lo cierto es que en un país en el que casi el 4% de la población recibe la educación primaria en casa a cargo de sus familiares y otros tantos aprenden teorías negacionistas sobre la evolución, es fácil que surjan estos conceptos en adultos. Y es que las palabras de Irving en su día y de O'Neal esta semana han sembrado la duda incluso entre sus compañeros de profesión. Draymond Green, alero de Golden State Warriors, aseguraba tras escucharles: "No estoy diciendo que la Tierra sea plana. No he investigado lo suficiente, pero podría ser plana".

Kyrie Irving "EARTH IS FLAT" - Video

En este sentido, en 2011 Harvard llevó a cabo el último estudio conocido sobre los niveles de inteligencia en los jugadores de la NBA. En él se evaluaron aspectos matemáticos, lingüísticos y de cultura general y del cual se extrajo que el cociente intelectual medio de los jugadores era de 83, inferior a la media estadística (situada en 100) y algo superior a la línea aceptada como indicador de un funcionamiento intelectual al límite, 70. Y, aunque siempre hay que tomarse con cautela cualquier cifra psicométrica, lo cierto es que con una muestra de casi 500 jugadores de baloncesto, puede ser una evidencia más de que la NBA es el lugar perfecto para teorías como la de la Tierra plana.