Álex Mumbru levanta el título de campeón de Europa con la selección alemana.

Álex Mumbru levanta el título de campeón de Europa con la selección alemana. REUTERS

Baloncesto

La gesta de Mumbrú: de estar ingresado y perder 8 kilos a ser el primer entrenador español en conquistar el EuroBasket

El entrenador catalán sufrió una pancreatitis aguda en la previa del debut ante Montenegro y únicamente dirigió al equipo contra Portugal.

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Era un español entre miles de alemanes, pero con la misma alegría de la afición teutona después de ver a su país ganar el segundo EuroBasket de su historia. Celebraba desde un segundo plano, algo contradictorio después de haber sido una pieza clave para la consecución del éxito.

Álex Mumbrú (Barcelona, 1979) escribió con oro una página en su carrera. Se convirtió en el primer entrenador español en ganar el campeonato de Europa y el tercero en lograr el trofeo como técnico y como jugador.

En la final contra Turquía sufrió mucho. Pero seguramente no tanto como lo ha hecho en los últimas semanas. Porque Mumbrú se ha jugado la salud, de manera literal, por la selección alemana de baloncesto.

En la víspera del estreno ante Montenegro, Mumbrú tuvo que ser hospitalizado de urgencia en la localidad finlandesa de Tampere fruto de una pancreatitis aguda. Este proceso inflamatorio le impidió estar en el banquillo durante la primera fase, pero en ningún momento dejó de lado a su equipo.

Charlas, horas al teléfono, ajustes en la pizarra... Todo por mantener la hegemonía del baloncesto alemán en el mundo. Perdió casi 10 kilos, su salud estaba al límite, pero luchó por volver a dirigir en la banda.

Alemania se clasificó a los octavos de final y fue ahí donde Álex Mumbrú se puso al frente de la selección como cabeza visible. Fue una exhibición de su equipo con una actuación coral sobresaliente. Un homenaje a alguien que lo había dejado todo por la causa.

Sin embargo, tras el partido decidió dar un paso al lado. Esta vez definitivo. "No estoy físicamente preparado", dijo tras el pase a cuartos. A partir de entonces, dio su testigo a Alan Ibrahimagic. Eso sí, él nunca salió del banquillo, permanecía casi sin levantarse de la silla, pero atento a todo.

La guinda a su palmarés

El enorme sufrimiento de los días previos se transformó en alegría cuando Schröder anotó los dos últimos tiros libres de la final. Fue una liberación. Por fin pudo sonreír después de tanto tiempo con muecas de dolor.

Demostró su gen ganador a nivel de selecciones. Y eso que el reto que aceptó fue mayúsculo. Gordon Herbert había llevado al equipo al título mundial en 2023 y a las semifinales (finalmente sin medalla) en París 2024. Fue valiente. Arriesgó. Y le salió cara.

El catalán sigue coleccionando títulos a nivel de selecciones. Este es su primero con Alemania, pero en sus vitrinas guarda también hasta cinco metales: campeón del mundo (2006), campeón de Europa (2009), plata olímpica en Pekín 2008 y otras dos medallas en EuroBasket (2007 y 2013).