Khaman Maluach, en el Draft de la NBA 2025

Khaman Maluach, en el Draft de la NBA 2025 Reuters

Baloncesto

Khaman Maluach, el gigante que huyó de la guerra en Sudán del Sur y acabó como una de las estrellas del Draft de la NBA

Desde un campo de refugiados hasta la élite del baloncesto, el recorrido de Khaman Maluach es un ejemplo de resiliencia, superación e impacto global.

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La historia de Khaman Maluach es la prueba viva de que la grandeza no siempre nace en la comodidad ni en el privilegio.

Con solo 18 años, este pívot de 2,18 metros ha logrado convertirse en uno de los protagonistas del Draft de la NBA 2025, tras un recorrido que comenzó entre el polvo y la incertidumbre de un campo de refugiados en Uganda.

Su ascenso al estrellato deportivo no solo desafía las estadísticas, sino que redefine el concepto de esperanza para millones de personas desplazadas por conflictos.

La guerra y el exilio

Maluach nació el 14 de septiembre de 2006 en Rumbek, Sudán del Sur, en medio de un país al borde del colapso por la guerra civil.

En 2013, cuando apenas tenía siete años, la guerra obligó a su madre a huir con sus hijos hacia Kawempe, un campo de refugiados ubicado en las afueras de Kampala, Uganda. Allí, la vida se reducía a sobrevivir día a día.

Hasta los 13 años, Khaman jamás había tocado un balón de baloncesto. Fue un motorista local quien le sugirió que, con su estatura, debía intentar jugar. Ese consejo fortuito cambiaría su destino para siempre.

Khaman Maluach

Khaman Maluach

NBA Academy Africa

Gracias a campamentos organizados por el exjugador sudanés Luol Deng, Maluach accedió a una prueba en la NBA Academy Africa, con sede en Saly, Senegal.

Ingresó en la academia a los 14 años y rápidamente comenzó a destacar por su capacidad atlética, mentalidad férrea y ética de trabajo.

En 2023, fue nombrado Jugador Más Valioso del campamento Basketball Without Borders en Johannesburgo.

Ese mismo año debutó en la Basketball Africa League (BAL) con AS Douanes, habiendo jugado previamente para Cobra Sport.

En 2024, con los City Oilers, promedió 17,5 puntos, 13,5 rebotes y 2,8 tapones por partido, además de establecer un récord de siete bloqueos en un solo juego.

Universidad de Duke

El 6 de marzo de 2024, Maluach se comprometió con la Universidad de Duke. Durante la temporada 2024-25, fue titular en los 39 partidos, igualando el récord del programa para un freshman.

Promedió 8,6 puntos, 6,6 rebotes y 1,3 tapones en apenas 21,3 minutos por encuentro. Su eficacia fue notable: 71,2% de acierto en tiros de campo, con 77 mates y cinco dobles-dobles.

Estos números, sumados a su presencia física -envergadura de 2,31 metros y 113 kilos de peso- lo posicionaron como una de las principales promesas del draft.

A los 16 años, Maluach fue el jugador más joven del Mundial FIBA 2023, representando a la selección de Sudán del Sur.

Su actuación ayudó al país a clasificarse para los Juegos Olímpicos de París 2024, donde volvió a ser el más joven del torneo. Para él, asegura que competir por su nación no es solo un honor, es un acto de reivindicación.

El Draft de la NBA

El 26 de junio de 2025, en el Barclays Center de Brooklyn, el comisionado Adam Silver pronunció su nombre como la décima selección del draft, elegido por los Houston Rockets.

Sin embargo, su destino estaba en otro equipo: los Phoenix Suns, que lo adquirieron como parte del intercambio que envió a Kevin Durant a Houston.

Con lágrimas en los ojos, Maluach subió al escenario: "No esperaba llorar, pero una avalancha de recuerdos vino corriendo; todo mi viaje, mi gente y el continente que represento".

Sus palabras emocionaron a millones y viralizaron su reacción, convertida en símbolo de esperanza y superación.

Pese a su éxito, el camino hacia la NBA no fue sencillo. En abril de 2025, Estados Unidos revocó las visas de ciudadanos sursudaneses, lo que obligó a Maluach a permanecer en el país para no perder su estatus legal.

Esta medida impidió que sus padres viajaran para acompañarlo en uno de los días más importantes de su vida. Solo su hermana, residente en Australia, pudo estar presente.

La NBA ya ha comenzado los trámites para otorgarle una visa P-1, destinada a atletas profesionales, lo que permitirá a Maluach asentarse legalmente y con estabilidad en su nuevo rol.

Su historia personal ha moldeado no solo a un atleta de élite, sino a un líder resiliente. Franck Traore, formador de NBA Academy Africa, lo define así: "Lo que lo separa es su fortaleza mental".

Joe Touomou, su entrenador, fue aún más rotundo: "A esta edad, es 10 veces mejor que Embiid. Cuando tenga 20, será un jugador muy, muy bueno".

Esa mentalidad fue adquirida entre privaciones, incertidumbre y obstáculos. Como él mismo dijo: "Los momentos donde tenía la pared en frente de mí donde la voluntad era la única manera de atravesar".

La voz de África

Lejos de limitarse al baloncesto, Maluach quiere usar su plataforma para cambiar percepciones: "Quiero mostrarles las grandes partes y cultura, y cambiar la narrativa sobre cómo ven mi continente".

Esta ambición de convertirse en embajador de África no es retórica. Él representa la cúspide de un modelo de desarrollo deportivo impulsado por referentes como Luol Deng y validado con hechos. Los Phoenix Suns ven en Maluach una pieza esencial en su reconstrucción.

Tras apostar durante años por ofensiva pura, buscan ahora equilibrio defensivo y juventud. Maluach, con su potencial como ancla defensiva, puede ofrecer justo eso.

Khaman Maluach

Khaman Maluach

Pero también sabe que su crecimiento será progresivo: "Voy a aprender cómo navegar la liga, mejorar mi juego y mantener consistencia durante todo el año".

La historia de Maluach es más que un relato inspirador. Es un ejemplo tangible de cómo el deporte puede convertirse en puente, medicina, escuela y pasaporte.

Su mensaje resuena fuerte: "Ser una persona refugiada no quiere decir que no puedes hacer lo que otros hacen. Se trata solamente de una condición".

Hoy, con solo 18 años, es símbolo de superación para toda África, promesa de futuro para los Suns, y embajador de una causa que va más allá del baloncesto.

Khaman Maluach no solo ha llegado a la NBA: la quiere cambiar con su sola presencia. Y su historia apenas comienza.