Qué se puede esperar de Doncic en los Lakers: objetivos, la relación con LeBron y un equipo en reconstrucción

Desde Dallas levantaron el teléfono y marcaron un número en Los Ángeles. Allí, los Lakers recibieron la llamada. Cuentan en Estados Unidos que fueron los 'Mavs' los que ofrecieron al conjunto púrpura a su mayor activo por las dudas sobre su estado físico y por la extensión de contrato "supermáximo" que tenía que afrontar este verano.

"De repente estábamos como: '¿Harías esto?'. 'Nah, estás bromeando, verdad?'. 'Mmm. Interesante. Quizá lo haría'". Suena casi ridículo para una transferencia de este calibre, una de las más importantes de la NBA en los últimos tiempos, pero así confirmó el manager de los Mavericks que se fraguó la operación.

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Así funcionan a veces las cosas en la NBA. Una idea loca, un impulso y un trato hecho. Todos contentos, un bombazo de mercado que retumbó en el mundo entero y una nueva situación que amenaza con marcar una era. 

Luka se va a juntar en los Lakers con LeBron James, la pareja de la que ya todo el mundo habla. Será todo un acontecimiento el día que ambos coincidan sobre la pista con la misma camiseta, el reflejo de dos generaciones que todavía pueden confluir durante un tiempo más.

Donde juegan los mejores

Wilt Chamberlain, Abdul-Jabbar, Magic Johnson, Shaquille O'Neal, Kobe Bryant, Pau Gasol... La lista de leyendas que han vestido la camiseta de Los Ángeles Lakers es interminable. Una franquicia que sabe lo que es fichar a los mejores de la historia.

LeBron James es quien hasta ahora portaba el peso de ser la superestrella. La cara más reconocible de la NBA también vestía este año la camiseta de los Lakers, el último super héroe en la larga lista de Los Ángeles, y a esa envidiable colección se sumará ahora el nombre de Luka Doncic. 

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Precisamente esta conjunción con LeBron es lo que más expectación levanta de esta maniobra entre los Lakers y los Mavericks. Son las dos generaciones de estrellas en la misma cancha y con la misma camiseta, la evidencia viva de un relevo para la historia de la NBA.

Nada se sabe aún de la retirada de 'The King'. Con 40 años y un físico envidiable para la alta competición, llegará donde se proponga y parará cuando quiera. Pero el paso del tiempo es irremediable y el final de su carrera no está demasiado lejos. 

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Por eso, los Lakers no han querido esperar a que llegue el día de su adiós y se han curado en salud antes de tiempo. Lo han hecho de la mejor manera, haciendo coincidir a quien está cerca de marcharse con el que ya es una realidad consagrada y 'amenaza' con ser el dominador durante los próximos años.

Quince años separan a ambos jugadores, y de esta conjunción pueden salir cosas muy buenas, y no sólo en espectáculo y deleite sobre la cancha. Una convivencia de la que ambos pueden retroalimentarse y formar una sinergia positiva para los dos. 

A por el anillo

El refuerzo de Luka Doncic es el elemento definitivo que le faltaba a los Lakers para lanzarse de lleno a la pelea por el anillo esta misma temporada. En Los Ángeles no quieren esperar más, y anhelan con volver a saborear las mieles del éxito, algo que no hacen desde 2020, en aquella temporada que terminó en la burbuja de Orlando por la pandemia.

Los Lakers son constantemente un equipo en reconstrucción. Su grandeza le obliga a ello, y la falta de resultados en esta era moderna hacen que nunca encuentren el proyecto perfecto ni siquiera con LeBron James a la cabeza.

En los últimos quince años esta franquicia tan sólo ha llegado a dos finales de la NBA. En 2020 para conseguir su decimoséptimo anillo, y en 2010 para doblegar a los Celtics en aquella final con tanto nombre. La década anterior, la de los 2000, fue maravillosa con seis finales y cuatro títulos, pero ha llovido mucho desde entonces.

Ahora Doncic coliderará un equipo con una trayectoria sólida en esta temporada. No ha tenido ni voz ni voto en este traspaso, pero seguramente pensó en que había tocado techo en Dallas con las finales de 2024.

Tiene capacidad para promediar guarismos de 28,1 puntos, 8,3 rebotes y 7,8 asistencias por partido, unos números que en los Lakers pueden dispararse todavía más formando pareja con LeBron. 

Su meta, la de ganar por primera vez un anillo de la NBA, parece ahora más asequible si cabe que antes. Doncic será el encargado de recoger el testigo de LeBron y volver a elevar a los Lakers a otra dimensión. "Estoy emocionado de verte de púrpura y dorado", dijo Pau Gasol. Las leyendas ya le acogen.