Un inspirado Casademont Zaragoza volvió a enfundarse el disfraz de superhéroe y, tal y como hiciera con el Real Madrid en la primera vuelta, derrotó a un Barça que acumulaba un racha de diez partidos consecutivos ganando (85-83).
La victoria supone para el conjunto 'rojillo' un impulso moral por la entidad del rival, que llegaba a la capital aragonesa como colíder de la competición y tras dos triunfos en la Euroliga, pero sobre todo es de esas victorias con las que no se cuenta a principio de temporada y que puede valer su peso en oro para lograr la permanencia.
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