Cristiano Ronaldo, con Kathryn Mayorga en 2009 y en la Casa Blanca en 2025

Cristiano Ronaldo, con Kathryn Mayorga en 2009 y en la Casa Blanca en 2025

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Cristiano y el 'caso Mayorga' que le ha tenido alejado de EEUU una década hasta que Trump y Bin Salman le han reclutado

El delantero portugués vuelve a aparecer en suelo estadounidense tras once años de ausencia, forzada por una acusación de abuso sexual ya archivada y que marcó su carrera dentro y fuera del campo.

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Cristiano Ronaldo volvió a pisar suelo estadounidense este martes. Lo hizo vestido de gala, en un acto oficial de máxima visibilidad internacional y rodeado de figuras como Donald Trump, Elon Musk o el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman.

Su reaparición pública en Estados Unidos, con la Casa Blanca como escenario y bajo el amparo de Trump y Bin Salman, pone fin a una década de ausencia marcada por una batalla judicial que lo mantuvo alejado del país más mediático del mundo: el caso Kathryn Mayorga.

Todo comenzó en junio de 2009, cuando Kathryn Mayorga, entonces modelo y profesora de Las Vegas, denunció haber sido agredida sexualmente por Cristiano Ronaldo en una suite del hotel Palms Casino.

Según su versión, ambos se conocieron en un club nocturno y, más tarde, acompañados de otros, fueron al hotel donde, presuntamente, el futbolista la forzó en contra de su voluntad.

Mayorga presentó una denuncia ante la policía local, pero se negó a identificar al autor ni el lugar exacto de los hechos.

Esa falta de información impidió una investigación efectiva y provocó la pérdida de pruebas clave, como imágenes de vigilancia del hotel.

En 2010, ambas partes firmaron un acuerdo extrajudicial: 375.000 dólares a cambio de silencio, mediante un pacto de confidencialidad que prohibía a Mayorga hablar del caso.

Durante años, el episodio permaneció en la sombra. El propio Cristiano reconoció la existencia del pago, pero insistió en que la relación fue "completamente consensuada".

Kathryn Mayorga

Kathryn Mayorga

El regreso del caso

En 2017, la revista alemana Der Spiegel reabrió el caso con una publicación titulada "El secreto de Cristiano Ronaldo", basada en documentos filtrados por Football Leaks.

Entre ellos, figuraban comunicaciones privadas y cuestionarios en los que, supuestamente, Ronaldo admitía que Mayorga le había dicho "no" y "stop" varias veces.

Al calor del movimiento #MeToo, Kathryn Mayorga decidió romper el acuerdo de silencio.

En 2018 presentó una demanda civil para anular el pacto de confidencialidad, alegando que firmó bajo coacción y sin plenas capacidades mentales.

Además, acusó al entorno del futbolista de espiarla y presionar tanto a ella como a su familia y a las autoridades.

Poco después, el Departamento de Policía de Las Vegas reabrió la investigación penal.

Aunque el propio Ronaldo calificó las acusaciones como fake news, su equipo legal recomendó una estrategia radical pero efectiva: evitar cualquier viaje a Estados Unidos.

Exiliado de un gran mercado

Desde 2014, Cristiano Ronaldo no volvió a jugar ni a aparecer públicamente en Estados Unidos.

Su última presencia data del 2 de agosto de ese año, cuando disputó un amistoso entre el Real Madrid y el Manchester United ante más de 109.000 espectadores en el Michigan Stadium de Ann Arbor.

A partir de 2018, la situación se volvió especialmente delicada. En 2019, The New York Times reveló que los organizadores de la International Champions Cup habían reubicado a la Juventus en la gira asiática para evitar riesgos legales.

Mientras equipos como el Real Madrid o el Manchester City jugaban en Nueva York, Los Ángeles o Miami, la Juve de Cristiano tuvo que enfrentarse a Tottenham y Manchester United en Singapur.

Durante todo este tiempo, Ronaldo defendió los colores del Real Madrid, Juventus, Manchester United y, desde 2022, el Al-Nassr saudí, pero siempre eludiendo compromisos en territorio estadounidense.

La cautela no era gratuita: cualquier escala en EE.UU. podía exponerlo a interrogatorios, citaciones judiciales o detención temporal.

El giro judicial

El punto de inflexión llegó en 2019, cuando el fiscal del condado de Clark (Nevada) anunció que no presentaría cargos penales contra Ronaldo por falta de pruebas.

Según su evaluación, no era posible demostrar la culpabilidad "más allá de toda duda razonable".

La demanda civil, sin embargo, siguió en marcha hasta 2022. En junio de ese año, la jueza federal Jennifer Dorsey desestimó el caso con perjuicio, impidiendo su reapertura futura.

Cristiano Ronaldo, con el Al-Nassr

Cristiano Ronaldo, con el Al-Nassr Reuters

El motivo fue contundente: el abogado de Mayorga, Leslie Stovall, utilizó de forma indebida documentos obtenidos de Football Leaks que estaban protegidos por el secreto legal.

"El uso de esos documentos fue de mala fe", escribió la jueza en su sentencia de 42 páginas.

"Descalificar al abogado no basta para reparar el daño causado a Ronaldo porque los documentos filtrados se han entretejido en la base misma del caso".

Además, Dorsey ordenó a Stovall indemnizar a Ronaldo con 334.000 dólares por gastos legales.

Aliados inesperados

Con el caso cerrado en firme en 2022, Cristiano tuvo vía libre para regresar a Estados Unidos.

Aun así, esperó hasta noviembre de 2025 para hacerlo públicamente, coincidiendo con una ocasión estratégica: la cena de gala en la Casa Blanca con motivo de la visita de Mohammed bin Salman a Washington.

Ronaldo formó parte de la delegación saudí, en calidad de embajador global del proyecto deportivo del país.

Compartió mesa con figuras como Elon Musk, Gianni Infantino o el vicepresidente JD Vance, y fue protagonista de una selfie viral que simbolizó su retorno a la escena internacional sin ataduras.

Donald Trump, anfitrión del evento, no perdió la oportunidad de alabar al futbolista: "Mi hijo Barron es un gran fan de Cristiano. Ahora me respeta un poco más después de que se lo presenté", bromeó el expresidente.

El mensaje de Donald Trump a Cristiano Ronaldo

La reaparición del astro portugués se produce, además, en un contexto de acercamiento explícito entre él y Trump.

En julio, Ronaldo firmó una camiseta de la selección portuguesa con el mensaje "Playing for Peace" ("Jugando por la Paz"), dirigida al exmandatario.

Y en una entrevista con Piers Morgan, el jugador declaró: "Trump es uno de los tipos que pueden cambiar el mundo. Me gustaría tener una charla con él, donde sea".

Donald Trump con la camiseta firmada por Cristiano Ronaldo

Donald Trump con la camiseta firmada por Cristiano Ronaldo

Un momento clave

El regreso de Cristiano Ronaldo a Estados Unidos no se limita a los gestos institucionales.

Para marzo de 2026 está previsto un partido amistoso entre Portugal y Estados Unidos en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta, como preparación para el Mundial que se celebrará ese verano en suelo norteamericano (EEUU, México y Canadá serán las sedes).

De confirmarse, será el primer encuentro oficial de Ronaldo en EEUU en casi doce años, cerrando definitivamente un capítulo oscuro de su trayectoria.

El que fuera uno de los jugadores más influyentes del planeta ha logrado restablecer su presencia en un mercado clave tanto a nivel deportivo como comercial.