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La visita de este miércoles del Rayo Vallecano al Metropolitano expone a una reválida al Atlético de Madrid, lastrado por su falta de contundencia en ataque y su aspecto vulnerable en defensa; Julián Álvarez, tras el penalti fallado en Mallorca, y Diego Simeone, con su equipo relegado a la duodécima posición, a nueve puntos del liderato de LaLiga.

La distancia es considerable mientras asoman dos derbis definitorios e incluso definitivos en su terreno, en el caso de una o dos derrotas. El primero, este miércoles contra el Rayo, un punto por detrás y sin victorias aún en el Metropolitano. El segundo, este sábado ante el Real Madrid, precisamente el equipo que ocupa la cima de la tabla tras cinco jornadas.

No hay tiempo ni matices ya para el Atlético y su técnico en la construcción del equipo, que solo ha ganado uno de sus seis encuentros oficiales en este ejercicio, el 2-0 al Villarreal en casa, y que solo ha sumado 6 de los 15 puntos disputados, en el peor inicio de LaLiga de toda la era Simeone. El conjunto rojiblanco ha perdido nueve puntos, por una derrota y tres empates. Quizá mereció más en varios o todos ellos. Pero no logró más.