El Espanyol recibe este lunes al Mallorca en un momento dulce, ya que los blanquiazules han sumado siete puntos de los nueve posibles en este inicio del curso, y esperan alargar la buena dinámica ante su afición y contra un rival envuelto en problemas y que no ha firmado buenos resultados en el arranque liguero.
El Espanyol, de todas formas, es consciente que el cuadro balear se ha medido a Barcelona (0-3) y Real Madrid (2-1), por lo que recela de sus cifras. Los catalanes tienen los pies en el suelo, conscientes de que deben mantener su intensidad y concentración para amarrar los tres puntos en el RCDE Stadium.
El parón liguero ha servido para que los nuevos fichajes se acoplen al equipo, además de pulir automatismos. El cuerpo técnico, liderado por Manolo González, quiere un bloque sólido, protagonista y que se acostumbre a ganar. El vestuario ha asimilado las líneas maestras del entrenador.