Sinner, cabizbajo tras retirarse en la final del Masters 1.000 de Cincinnati.

Sinner, cabizbajo tras retirarse en la final del Masters 1.000 de Cincinnati. Reuters

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Las agónicas palabras de Jannik Sinner antes de retirarse en Cincinnati ante Alcaraz: "Siento que puedo derrumbarme"

El número uno del mundo se retiró en plena final ante el murciano tras sentirse incapaz de continuar y deja en el aire su presencia en el US Open.

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El Masters 1.000 de Cincinnati terminó con un desenlace inesperado y doloroso para los aficionados al tenis. La esperada final entre Jannik Sinner y Carlos Alcaraz apenas duró veintitrés minutos.

El italiano, número uno del mundo y defensor del título, se vio obligado a retirarse cuando el marcador reflejaba un contundente 5-0 en contra.

El público asistió incrédulo al abandono del campeón de Wimbledon, que no encontraba energía ni control sobre su cuerpo.

Sinner, visiblemente afectado, pronunció una frase que dejó helados a todos: "Siento que puedo derrumbarme".

Con esas palabras, bajó la cabeza y entregó la raqueta a los médicos que acudieron de inmediato a atenderle.

Una final en minutos

El arranque ya había mostrado señales de alarma. Sinner perdió su servicio en blanco en el primer juego, un hecho poco habitual en él.

Alcaraz, muy agresivo desde el fondo, aprovechó la situación para tomar ventaja y marcar el ritmo. Con apenas tres juegos disputados, la diferencia era clara y el italiano apenas reaccionaba.

El 4-0 llegó tras una doble falta de Sinner, que no encontraba estabilidad ni coordinación. Fue entonces cuando pidió atención médica.

Aun así, intentó continuar, pero tras ceder el quinto juego, decidió sentarse, hablar con los doctores y comunicar que no podía seguir. En ese instante pidió disculpas: "Lo intenté, pero no puedo. Lo siento por los aficionados".

Alcaraz, que en ese momento se disponía a sacar para cerrar el set, se acercó a consolar a su amigo y rival. El murciano incluso escribió en la cámara de televisión un mensaje de respeto: "Sorry Jannik".

Las disculpas al público

La imagen más dura llegó en la ceremonia de entrega de trofeos. Sinner, con rostro compungido, recogió el de subcampeón y se dirigió a los espectadores.

"Lo siento mucho por decepcionaros. Desde ayer no me sentía bien, pensé que mejoraría durante la noche, pero ha sido al revés. He intentado salir y hacer que fuese un partido corto, pero no pude manejar más", explicó Sinner.

"Sé que muchos de vosotros mañana tenéis que trabajar o hacer otras cosas, así que me siento muy apenado", concluyó entre aplausos de un público que reconoció su valentía por intentarlo pese a sus condiciones.

El jugador también tuvo palabras de reconocimiento para su rival: "Carlos, enhorabuena, no es la forma en la que querrías ganar. Estás teniendo una temporada increíble, sigue así y te deseo lo mejor para el US Open".

El italiano reconoció además que había sido uno de los torneos más calurosos que había disputado en su carrera, lo que pudo contribuir al agotamiento físico que sufrió en la final.

Triunfo agridulce de Alcaraz

Para Carlos Alcaraz, la victoria supuso levantar por primera vez el trofeo de Cincinnati y sumar su vigésimo segundo título profesional, el sexto en una temporada que ya le ha visto triunfar en Rotterdam, Montecarlo, Roma, Roland Garros y Queen's.

El murciano recorta así la distancia en el ranking con Sinner justo antes del arranque del Abierto de Estados Unidos.

Pese a la satisfacción por el éxito, el español no pudo evitar mostrar empatía hacia su rival. En la pista, lo abrazó y lo animó, consciente de que su rivalidad está escribiendo uno de los capítulos más intensos de la era moderna del tenis.

En este 2025 ya se habían enfrentado en tres finales previas: Roma y Roland Garros con victorias de Alcaraz, y Wimbledon con triunfo de Sinner.

El futuro inmediato

La gran incógnita es ahora la presencia de Jannik Sinner en el US Open, que comienza el próximo 24 de agosto.

El italiano tenía previsto disputar incluso el dobles mixto en Nueva York como preparación, aunque lo más probable es que cancele esa participación para centrarse en recuperar fuerzas de cara al cuadro individual.

El abandono interrumpe una racha impresionante: Sinner acumulaba 26 victorias consecutivas en pista dura, una marca que solo habían alcanzado Federer, Murray, Djokovic y Nadal en este siglo.

Esa serie le había consolidado como líder del circuito, pero la fragilidad física mostrada en Cincinnati abre un interrogante sobre su estado.

El propio jugador reconoció que a veces hay que aceptar que el cuerpo no responde y que la salud está por encima de todo.

Ahora, su equipo médico evaluará en las próximas horas qué medidas tomar para llegar en las mejores condiciones al último Grand Slam del año.

Una amistad en medio de la rivalidad

Más allá de la decepción por el desenlace, la final dejó un gesto de deportividad que volvió a demostrar la relación entre ambos campeones.

Alcaraz y Sinner, que han compartido ya múltiples batallas en el circuito, volvieron a mostrar respeto mutuo. La rivalidad que alimenta el espectáculo también está marcada por la amistad, y eso se reflejó en la manera en que el murciano consoló al italiano.

El futuro de ambos sigue entrelazado y lo que suceda en Nueva York volverá a ponerlos en el foco.

Pero la imagen de Cincinnati quedará como una de las más humanas del tenis reciente: la de un número uno mundial reconociendo sus límites con unas palabras tan sinceras como estremecedoras: "Siento que puedo derrumbarme".