El bosque con un sendero mágico y sensorial: es Patrimonio Natural y a menos de una hora del centro de Madrid
Un rincón de la naturaleza para desconectar a pocos kilómetros de la capital española.
Más información: Así es la descconocida aldea paleozoica entre las montañas de Galicia: un lugar de cuento para Semana Santa
A tan solo una hora del bullicio del centro de Madrid, se encuentra uno de los parajes naturales más impresionantes y mágicos de la Comunidad de Madrid: el Hayedo de Montejo. Este bosque, declarado Patrimonio Natural de la región, ofrece una experiencia sensorial única a quienes se aventuran a recorrer sus senderos.
Con su exuberante vegetación, sus altos árboles y su atmósfera mística, el Hayedo de Montejo se ha convertido en uno de los destinos preferidos para los amantes de la naturaleza y aquellos que buscan una escapada verde cerca de la ciudad.Este bosque es un lugar que invita a la contemplación y al disfrute de la belleza natural en su estado más puro.
Según la página web de Montejo de la Sierra, lo primero que llama la atención al llegar es la majestuosidad de los árboles que componen este bosque, especialmente los hayas, que le dan nombre y que en otoño, cuando su follaje se tiñe de tonalidades doradas y rojizas, transforman el paisaje en una auténtica obra de arte.
El recorrido por sus senderos no es solo una experiencia visual, sino también sensorial, ya que el aire fresco y limpio del bosque, el sonido de los pájaros y el crujir de las hojas secas bajo los pies ofrecen una sensación de paz y serenidad que es difícil de encontrar en otros lugares cercanos a la capital.
Su sendero más popular es el que lleva a través de un recorrido circular que serpentea por el interior del bosque, ofreciendo vistas impresionantes de los hayas centenarios y de la fauna que habita en el lugar. Este recorrido, que dura aproximadamente una hora y media, está diseñado para ser accesible para todos los públicos, aunque es recomendable llevar calzado cómodo y adecuado para disfrutar de la experiencia de forma completa.
Los visitantes pueden observar distintas especies animales, como jabalíes, ciervos y una gran variedad de aves, lo que hace que sea un lugar perfecto para los amantes de la fauna y la fotografía de naturaleza. Esta selva no solo es un lugar de belleza natural, sino también un ecosistema con una rica biodiversidad.
A lo largo del año, el paisaje varía de forma espectacular. En primavera y verano, el bosque se llena de vida, con el verde intenso de las hojas de los árboles y el canto de los pájaros.Mientras que en otoño, la magia del bosque se despliega con el colorido follaje de los hayas, y en invierno, el paisaje se transforma en un lugar de calma y quietud, donde el frío y la nieve cubren el suelo y las ramas, creando un ambiente único y especial.
