Alois Hitler, Adolf Hitler y Klara Hitler.

Alois Hitler, Adolf Hitler y Klara Hitler.

Historia CORRESPONDENCIA POLÉMICA

Las cartas inéditas que descubren al padre brutal y "autoritario" de Hitler: así instigó a su hijo

La primera biografía sobre Alois Hitler arroja nuevos datos acerca de la figura del führer y de sus influencias a la hora de sembrar el terror en Europa.

2 marzo, 2021 17:51

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La figura de Adolf Hitler sigue dando de qué hablar en el ámbito académico actual. Millones de muertos a sus espaldas y el principal villano de la Segunda Guerra Mundial, cada nueva información arroja luz sobre la mente del hombre que quiso dominar Europa por encima de cualquier otra raza e ideología que no fuera la suya.

El historiador austríaco Roman Sandgruber acaba de publicar la primera biografía de Alois Hitler, padre del dictador alemán, y se basa principalmente en 31 cartas inéditas descubiertas hace tres años. Resulta que durante más de un siglo, la correspondencia que Alois Hitler mantuvo a lo largo de un año con el hombre que le había vendido una casa de campo en Alta Austria permaneció olvidada en un desván, antes de que una bisnieta del destinatario la descubriera allí.

Este hallazgo marca un antes y un después en la infancia del hombre que acabaría liderando Alemania. En El Padre de Hitler. Cómo el hijo se convirtió en dictador, Sandgruber define a Alois Hitler como un autodidacta que se creía mejor que los demás y evidencia los nuevos datos de su investigación.

Adolf Hitler cuando era un niño.

Adolf Hitler cuando era un niño.

En este sentido, esta nueva información acerca de su padre influye directamente en la biografía del nacionalsocialista, puesto que por primera vez se encuentran paralelismos entre ambos.

Padre e hijo

Debido al carácter de Adolf Hitler, muy poco se sabe acerca de su infancia y de su pasado previo a su carrera política. El austríaco prefería no hablar de temas personales y durante años se han lanzado varias hipótesis sobre su ascendencia. "A medida que los nazis fueron haciéndose notar y Adolf Hitler emergía como una figura política nacional, hubo algunas especulaciones en torno a la idea de que el abuelo desconocido de Adolf fuese judío, pero nunca aparecieron pruebas fidedignas que confirmaran esos rumores", lanza el historiador Thomas Childers en El Tercer Reich: una historia de la Alemania nazi (Crítica).

Nacido el 20 de abril de 1889 en la frontera austrogermana, su padre Alois era un funcionario de aduanas con ideas liberales. No obstante, Roman Sandgruber afirma que el joven escuchó por primera vez palabras de odio hacia la población eslava y un nacionalismo alemán férreo de boca de su padre. Esperaba que el joven Adolf siguiera sus pasos al servicio del gobierno y no apoyaba sus aspiraciones artísticas.

Por otra parte, si su padre no había conseguido desarrollar sus ideas más allá de la teoría, su hijo le tomaría el testigo en la práctica. Las similitudes entre ambos son numerosas, e incluso la firma de Hitler era idéntica a la de su padre.

No obstante, la relación entre ambas no excluía la violencia con la que Alois trataba tanto a su mujer como a su hijo. Tal y como señala el periódico The Times, Alois era un padre autoritario que "solía pegar a su hijo con considerable violencia, y trataba a su esposa con agresividad".

Las cartas que expone el autor en el nuevo libro fueron escritas en 1895, cuando el futuro dictador tan solo tenía seis años, y en ellas se evidencian las dificultades económicas que vivió la familia a finales del siglo XIX. Asimismo, Sandgruber encuentra similar la forma barroca y llena de florituras con la que se expresa Alois Hitler y los escritos de Adolf Hitler.

Madre insumisa

Otro de los mitos que se derrumban gracias a este hallazgo histórico es la personalidad frágil y completamente vulnerable de la madre de Hitler. El escritor hace referencia a una de las cartas donde Alois explica cómo su esposa organizaba la economía doméstica, donde él personalmente flaqueaba. Por si fuera poco, había sido parte del dinero de Klara el que la familia había utilizado para hacerse con la casa de campo que más tarde habrían de vender por carencias económicas.

El médico judío Eduard Bloch, quien trató a Klara Hitler.

El médico judío Eduard Bloch, quien trató a Klara Hitler. Bundesarchiv

Alois Hitler falleció en el año 1903, cuando el futuro líder del Reich tenía tan solo 14 años. Su muerte liberó a Adolf y a Klara, aunque sus destinos pronto serían separados por un cáncer de pecho que no pudo superar. El diagnóstico del doctor, judío por cierto, Eduard Bloch, fue desalentador para Adolf. "Las principales preocupaciones de Hitler tras dejar el colegio eran su seguridad financiera, su vida sentimental, hacer carrera como pintor y la salud de su madre", apunta el catedrático Brendan Simms en Hitler. Solo el mundo bastaba (Galaxia Gutenberg).

Klara murió el 21 de diciembre de 1907 y cabe señalar que el huérfano Adolf nunca culpó al médico judío del fallecimiento de su madre. Su antisemitismo se desarrollaría años más tardes, y poco a poco Adolf Hitler se transformó en el monstruo que todos conocen. En su obra Mein Kampf, donde recuerda algunos momentos de su infancia, llegó a escribir que siempre admiró a su padre pero que era su madre a quien amaba.

La biografía que publica en alemán Roman Sandgruber no solo vierte nuevos datos acerca de sus padres, sino que ayudan a conformar el rompecabezas de un hombre que trató de dominar Europa y el mundo. Por el momento, las 31 cartas, bien conservadas con sus sobres y sellos, se entregarán a las competencias museísticas competentes para que puedan ser accesibles a todo el mundo.