Obra escultórica Eclosión de Miguel Blay, junto a la pintura Flevit Super Illam, de Enrique Simonet, expuestas en el Museo del Prado.

Obra escultórica "Eclosión" de Miguel Blay, junto a la pintura "Flevit Super Illam", de Enrique Simonet, expuestas en el Museo del Prado. Javier Lizón EFE

Arte

El Museo del Prado se moderniza: añade más mujeres y pintura social a su colección del siglo XIX

Se trata de una de las intervenciones "más ambiciosas" que ha acometido la pinacoteca en la última década, según su director, Miguel Falomir.

6 julio, 2021 15:03

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El Museo del Prado reorganiza su colección del siglo XIX con una propuesta “más compleja, rica y variada” que incrementa el número de mujeres, autores extranjeros y nuevos formatos, en una de las intervenciones “más ambiciosas” de las acometidas por la pinacoteca en la última década, según su director Miguel Falomir.

“Una de las pocas cosas que ha dejado positivas la pandemia es que nos ha permitido acelerar los procesos”, ha dicho Falomir, que ha presentado hoy los cambios, los más importantes desde la ampliación de hace una década.

El Prado, que ha mantenido gran parte de sus salas cerradas desde el año pasado por la pandemia, ha encontrado en esta atípica temporada el tiempo para pensar cómo contar uno de los periodos claves de su historia, el siglo XIX, que incluye a Goya, Madrazo, Sorolla y otros nombres fundamentales de su colección.

Obra escultórica Hebe de Adamo Tadolini, y la pictórica Athony Morris Storer de Martin Archer Shee, expuestas en el Museo del Prado.

Obra escultórica "Hebe" de Adamo Tadolini, y la pictórica "Athony Morris Storer" de Martin Archer Shee, expuestas en el Museo del Prado. Javier Lizón EFE

Goya casi intacto

Las salas dedicadas a Goya son las que menos cambios han sufrido. La dedicada a las Pinturas negras se mantiene intacta, el cambio fundamental es la estancia que acoge los episodios del 2 y el 3 de mayo en Madrid, Los Fusilamientos y La lucha con los mamelucos.

Ambos cuadros tienen ahora enfrente La muerte de Viriato de José de Madrazo, un cambio que resume mucho de los objetivos del nuevo recorrido. “La historia del arte no es un fenómeno lineal en el que un estilo sucede a otro, sino que hay momentos en que conviven estilos antagónicos como se ve en estas obras. Parece imposible que se estuviera pintando en la misma época”, subraya Falomir.

Más mujeres y extranjeros

La nueva propuesta trata de contextualizar la colección del Prado con “unas coordenadas más cosmopolitas”. Así, el neoclasicismo europeo tiene mayor presencia con nuevos autores suizos, alemanes, franceses o ingleses, que abrazan los nuevos aires del estilo neoclásico decimonónico, como el inglés Thomas Lawrence, el francés Pierre Guérin y el alemán Gottlieb Schick. El objetivo es dar una idea en conjunto del arte europeo, que además permita ver cómo Goya está relacionado con todo este movimiento.

Sala dedicada al Neocliasicismo en España del Museo del Prado donde este martes tiene lugar la presentación del nuevo discurso de la colección del siglo XIX.

Sala dedicada al Neocliasicismo en España del Museo del Prado donde este martes tiene lugar la presentación del nuevo discurso de la colección del siglo XIX. Javier Lizón EFE

Pintura social y retratos

Una de las salas más curiosas del nuevo recorrido es una abigarrada estancia de retratos y autorretratos de 52 pintores, dispuestas en varias filas, entre las que se encuentran los autorretratos de Maria Roësset y Aurelia Navarro.

Esta disposición es un guiño a la gran tradición retratista del siglo XIX. Entre los autores reunidos se encuentran los mejores artistas de la centuria, muchos de ellos autores de las 200 obras expuestas.

La pintura histórica, la tónica en las primeras salas del recorrido, que convive con el auge del naturalismo, da paso a una mayor presencia de la pintura social, que se convirtió en una de las corrientes más difundidas en la última década del siglo XIX.

En las últimas salas se pueden ver incorporaciones como Una huelga de obreros en Vizcaya de Vicente Cutanda, junto al famoso ¡Aún dicen que el pescado es caro! de Sorolla. Estas obras de corte social buscan la objetividad, pero también la crítica de la realidad social de la época.

A este apartado social se suma el arte filipino, una corriente cada vez más cotizada en salas de subastas. El Prado tiene una gran colección de esta corriente única en todo el continente asiático. Los cambios son profundos y notables, con 57 autores completamente nuevos, pero algunas salas no se han tocado, como las de Madrazo o Rosales.