Ha llegado desde Ibiza con mucha fuerza y con la seguridad que cinco años de experiencia y el ofrecer un producto de la máxima calidad es capaz de otorgar a un restaurante. Sa Brisa aterriza en Madrid escogiendo la capital como segundo destino después de la mayor de las Pitiusas, donde se ha convertido desde 2013 en un referente, tanto para clientes locales como para visitantes, en el que degustar una cocina de sabores sencillos pero elaboraciones divertidas, siempre apostando por el producto local para homenajear la materia prima de excepción con la que cuentan las islas Baleares.

Esther Bonet y Pere Vendrell continúan -con esfuerzo, dedicación e ilusión- ampliando su pequeño proyecto ibicenco, esta vez con el propósito de acercar a los clientes de la capital a la cocina de la isla, a su filosofía y a la agradable sensación que a todos nos entra cuando visitamos un espacio tan encantador como han creado en el nuevo Sa Brisa Madrid. Toda la decoración (ejecutada por Proyecto Singular) está también dedicada a la manera isleña de vivir y de entender la comodidad y el confort. Tonos suaves, materiales rústicos, tapicerías con aires mediterráneos y una iluminación de excepción nos hacen creer que al salir a la calle vamos a encontrarnos una preciosa cala. ¿Puede ser más apetecible?

Ficha y detalles del restaurante Sa Brisa

• Sa Brisa aterriza en Madrid de la mano del chef Gonzalo Aragüez. Una nueva apertura en la capital destinada a convertirse en un imprescindible en el barrio del Retiro. Con cada propuesta, la carta consigue trasladarnos hasta su isla de origen, donde los productos locales y las materias primas autóctonas son protagonistas indiscutibles.
• Lo mejor: el taco de gamba roja de Ibiza y el hot dog de calamar acompañado de salsa kimchi.
• Dirección: Av. de Menéndez Pelayo, 15. 28009 Madrid.
• Horario ininterrumpido: 12:00h a 00:00h.
• Reservas: En el teléfono 91 022 45 40
• Precio medio: 40 euros. Menús degustación 38 euros y 65 euros.
• Nota: 4.5/5

Frescura, diversión, personalidad propia y respeto al producto local son las coordenadas que marcan la oferta gastronómica de Sa Brisa Madrid, con una propuesta que conserva el mismo espíritu que su predecesor, en su empeño por dar a conocer la gran riqueza de materias primas y biodiversidad de la isla. Su chef ejecutivo Gonzalo Aragüez se ha ocupado de ello, manteniendo en la nueva carta los platos más representativos de Sa Brisa Ibiza.

Sa Brisa - ensaladilla rusa

Tradición y vanguardia al servicio de la gastronomía de Ibiza en Sa Brisa

Desde una ensaladilla rusa con mucho sabor a mar y servida dentro de una tierna matrioska, hasta un sabroso y tierno hot dog de calamar sobre una pieza que simula un perro creado con globoflexia, Sa Brisa sorprende en todas y cada una de sus elaboraciones, todas ellas dotadas de mucha personalidad.

Con el producto ibicenco por bandera, desde el mismo aperitivo en el que sirven un pan de masa madre elaborado con harinas de la isla, sobrasada y alioli ibicencos, la propuesta de Gonzalo Aragüez busca reinterpretar las elaboraciones más tradicionales ensalzando el potencial de una materia prima de máxima calidad y dándole una vuelta de tuerca a las presentaciones. La diversidad de roles y ámbitos profesionales en los que el chef ha tenido la oportunidad de trabajar a lo largo de Latinoamérica y Asia, le han proporcionado una personalidad polifacética y un dominio como cocinero que se manifiesta en cada plato y que anticipa la aventura gastronómica y cultural que se vive en Sa Brisa.

Sa Brisa - perrito de calamar

Podemos decir que la carta se divide en platos con acento mediterráneo que representan la cocina tradicional ibicenca, y las elaboraciones que son guiños a los aromas, sabores y recetas de Méjico, Perú o Asia. En la primera lista encontramos opciones como unas clásicas croquetas que se sirven de bullit de peix con raya (un guiso ibicenco de pescado), coliflor con parmesano, y conejo al ajillo, un claro ejemplo de cómo Gonzalo saca de una receta de toda la vida elaboraciones con las que seguir sorprendiéndose. Empanadas rellenas de sofrito payés, una ensaadilla rusa con mucho sabor a mar, o la delicatesen de porc negre autóctono (papada), un cochinillo tan exquisito como especial, para degustar en pequeños bocaditos.

Sa Brisa - cochinillo

Con aires latinoamericanos y asiáticos encontramos un ligero pero potente ceviche de sirvia con maracuyá; los churros de yuca; o el hot dog de calamar acompañado de kimchi, mayonesa de lima y katsuobushi.

Para acercarnos un poquito más a la costa balear proponen también un guiso tradicional de pescado, el bullit de peix, que se sirve en dos platos: un finísimo arroz a banda sobre una mini sartén, acompañado del guiso de pescado, perfecto para combinar tanto sabores como texturas, y quedarse con una sensación exquisita y mucho sabor al mejor producto del mar.

Sa Brisa - bullit de peix

Dulce final, vinos de la tierra y cócteles muy isleños

Los postres de Sa Brisa continúan con las tendencias isleñas, sin embargo, una torrija muy castiza se cuela entre estas propuestas recordándonos que seguimos en la capital. Además, una ligera y refrescante elaboración de mango en diferentes texturas, el “puro mango”, con yogur; y un irresistible “mundo de chocolate”, para los más golosos de la mesa.

Sa Brisa - mundo de chocolate

En la bodega encontramos una cuidada selección de referencias entre las que hay algunas de origen ibicenco. Saborear las propuestas de Gonzalo acompañadas de una copa de vino blanco de la isla es aún una experiencia más enriquecedora. Para los menos arriesgados, cuentan con etiquetas más clásicas y reconocibles.

Completan la carta líquida los cócteles. Desde clásicos como el Negroni, la Piña Colada o el Whisky Sour, hasta versiones más personales que, una vez más, trasladan al comensal hasta oriente con su Samurai (a base de sake, té matcha y zumo de yuzu) o hasta México con su Mariachi (con mezcal, jalapeño y zumo de lima) y Tequila Pasión. Se sirven en originales recipientes que añaden diversión y frescura a la velada.

Sa Brisa - cóctel

Como plus en Sa Brisa Madrid, hay que mencionar un reservado coqueto y muy especial que acaban de estrenar. Está situado detrás del restaurante, cuenta con cocina propia, una entrada diferente y mucha iluminación, algo que se agradece y que pocas veces encontramos en este tipo de rincones más especiales. Tiene capacidad para 12 comensales y promete ser el rincón de oro en Madrid para la nueva temporada que se avecina. No dudéis en preguntar por él cuando vayáis a hacer vuestra reserva.

Como exquisita novedad en Madrid, Sa Brisa se convierte en una oferta auténtica, creativa y original que los propios fundadores definen como “una cocina de raíces, experimental e innovadora”que se podrá degustar en horario ininterrumpido de lunes a domingo desde el aperitivo hasta la medianoche. Su magnífica situación hace de este espacio un enclave ideal tanto para comidas como para cenas, también disponibles en su zona de barra, más informal, rápida y distendida que su comedor principal.