Cocina a baja temperatura

Costillas asadas en Crock-Pot, la receta más fácil del mundo

Os enseñamos a hacer unas costillas asadas en Crock-Pot con la receta más fácil del mundo que están para chuparse los dedos.

21 septiembre, 2017 21:18

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Ya están aquí los primeros días fresquitos del otoño y lo mejor para combatirlos es sacar a la olla de cocción lenta de su letargo veraniego y volver a preparar con ella recetas sencillas que quedan para chuparse los dedos como estas costillas asadas en Crock-Pot.

Ingredientes

  • Costillas de cerdo adobadas, 600 g (*)
  • Patatas, 2 medianas
  • Aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas
  • Ajo, 2 dientes
  • Vino blanco, 150 ml
  • Agua, 100 ml

(*) Puedes usar el adobo que más te guste con pimentón, ajo, hierbas aromáticas,… o simplemente salpimentarlas.

Cómo se preparan las costillas asadas en Crock-Pot con la receta más fácil del mundo

01: Colocar costillas y patatas y Crock-Pot

En realidad cocinar con la Crock-Pot es tan sumamente sencillo que muchos pasos casi que no necesitan explicación. En este caso, acomodaremos las costillas en el fondo de la olla y colocaremos las patatas peladas, lavadas y cortadas en dados de unos 3 centímetros tal como veis en la foto.

02: Preparar la salsa

Para preparar lo que al final será la salsa de nuestras costillas asadas, en una sartén ponemos a calentar el aceite de oliva virgen extra con los ajos a fuego bajo. Cuando los ajos empiecen a desprender aroma, añadimos el vino blanco y subimos el fuego.

Lo dejamos que hierva hasta que deje de oler a alcohol y, en ese momento, apagamos el fuego y echamos el contenido de la sartén sobre las patatas.

03: Cocinar las costillas en la Crock-Pot

Añadimos el agua, tapamos la olla y la ponemos a funcionar en temperatura baja durante ocho horas, durante las cuales podemos hacer nuestra vida sin preocuparnos por la olla.

04: Servir

Cuando sea hora de comer, nuestras costillas asadas en Crock-Pot estarán listas para ponerlas en la mesa. No os podéis imaginar el olor que sale en el momento de destapar la olla, además, la carne está tierna, melosa y se separa sin dificultad del hueso. Una delicia.

Notas

No hace falta añadir más líquido, por muy poco que te parezca que tiene. En la Crock-Pot basta con cubrir el fondo con un centímetro de líquido para que toda la cocción se lleve a cabo correctamente.

Tampoco es necesario añadir más sal, pues con el adobo de las costilllas será suficiente. En la Crock-Pot al cocinarse la comida tan lentamente y no perderse los jugos, se potencian los sabores mucho más que en una olla tradicional, por eso la slow cooker es perfecta para todas aquellas personas que deben comer con poca o ninguna sal añadida.

Aunque esté ocho horas encendida, la Crock-Pot consume mucha menos  energía que si hiciésemos las costillas en una olla tradicional o en el horno.

Si además tenemos la olla conectada a un enchufe programable o inteligente, se apagará sola cuando hayan pasado las ocho horas o bien, si el enchufe lo permite, podremos dejar todo listo para cocinar en la olla, encenderla desde el móvil ocho horas antes de que vayamos a necesitar la comida lista y apagarla también desde el teléfono. Así no gastaremos ni un céntimo de más.

Ahora bien, si no dispones de uno de estos enchufes programables y, por lo que sea, te resulta imposible estar a tiempo para apagar la olla pasadas las ocho horas, no te preocupes, puedes dejarlas hasta un par de horas más y seguirán estando espectaculares.