Dolores articulares, pérdida de densidad ósea, aparición de arrugas en la piel... Todos estos son síntomas directamente relacionados con la edad y son una consecuencia directa de esa pérdida de colágeno y calcio a la que nuestro organismo se expone con el paso de los años, debido a que el cuerpo pierde esa capacidad para generarlos.

De hecho, la falta de colágeno es una de las principales causas del dolor en las articulaciones y del debilitamiento de los huesos, más allá de las clásicas arrugas en la piel.

Factores para los que un estilo de vida saludable es crucial, pero en los que una dieta diaria con colágeno y calcio suficiente puede ser un punto muy diferenciador.

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Por esto, es fundamental recurrir a fuentes de alimentos directas de colágeno como el pollo, la ternera, el cerdo, los pescados... Este es aún más abundante y se encuentra en una mayor concentración en las partes con más tejido como patas, orejas, huesos, carcasas... Partes muy comunes en cocidos o sopas.

Es por ello por lo que esta vez te proponemos que lo incorpores a tu alimentación a través de uno de los caldos de pollo y verduras más sabrosos, saludables, más fáciles de hacer y con mayor cantidad de colágeno y calcio.

Beneficios del caldo de pollo y verduras

Este caldo de pollo que te enseñaremos a elaborar podrá ser ese nuevo aliado para tu salud, pero también ese plato sabroso con el que acompañar tus comidas o cenas. Estos son algunos de los beneficios que esta receta puede aportar a tu salud:

• Mejora la salud de la piel, las uñas y el cabello: el colágeno natural presente en el caldo de pollo y verduras es crucial para mantener la elasticidad de la piel y reducir los signos visibles del envejecimiento, al tiempo que fortalece las uñas y promueve un cabello saludable.
• Rico en minerales: además de ser una fuente de colágeno, este caldo proporciona minerales esenciales como calcio, magnesio, fósforo, silicio y azufre en formas fácilmente absorbibles por el cuerpo, lo que favorece la salud ósea y general.
• Beneficios para la salud digestiva: la gelatina natural presente en el caldo, puede ayudar a restaurar y fortalecer el revestimiento del estómago, aliviando problemas como la indigestión, el síndrome del intestino irritable y la permeabilidad intestinal.
• Propiedades antiinflamatorias: al contener aminoácidos como la glicina y la arginina, el caldo de pollo cuenta con propiedades antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas en condiciones inflamatorias crónicas.
• Fortalecimiento del sistema inmunológico: la combinación de minerales y aminoácidos esenciales en este caldo puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico del cuerpo, brindando apoyo en la lucha contra infecciones y enfermedades.
• Mejora del sueño y la función cerebral: la presencia de glicina, un aminoácido que se encuentra también en este caldo y que ha demostrado mejorar la calidad del sueño y promover una función cognitiva saludable.
• Ayuda en la pérdida de peso: a pesar de ser bajo en calorías, el caldo de pollo y verduras puede proporcionar una sensación de saciedad, algo que puede ser útil para aquellos que buscan perder peso al tiempo que satisfacen sus necesidades nutricionales.

Aunque a primera vista parezca que un caldo de pollo no puede proporcionar colágeno y calcio en grandes cantidades, la realidad es que los ingredientes utilizados y que en este caso lo componen, son una fuente muy valiosa de estos nutrientes.

Y es que, el pollo de corral junto con las carcasas, aporta el colágeno tan esencial para la salud de la piel, las articulaciones y los huesos. Además, las verduras como las zanahorias, los puerros, la cebolla, la patata y el apio que también contiene, cuentan con minerales como el calcio, que es crucial para la salud ósea y dental.

Una opción nutritiva que puede brindar grandes beneficios para la salud, gracias a la combinación de estos ingredientes ricos en nutrientes esenciales. Te contamos cómo elaborar paso a paso esta receta.

Ingredientes

Receta de caldo de pollo casero

• 1/4 de pollo de corral
• 2 carcasas de pollo de corral
• 2 zanahorias
• 2 puerros
• 1 cebolla
• 1 patata
• 1 ramita de apio
• 1 hoja de laurel
• 1 cdta de pimienta en grano
• Sal
• Aceite de oliva virgen extra
• Agua

Paso 1

Lava el pollo y sécalo con ayuda de papel de cocina. Después echalo en la cazuela y dóralo con un poco de aceite de oliva . Retíralo cuando adquiera un tono tostado.

Paso 2

Pela y corta la cebolla en rodajas y con el mismo aceite del pollo aprovecha para rehogarla.

Paso 3

Lava el puerro, corta el tallo en rodajas y échalo a la cazuela donde has preparado el pollo y la cebolla. Después pela y corta, tanto la zanahoria como el apio. Corta también la patata en dos mitades, después de quitarle la piel, agrega todo a la misma cazuela y rehoga todas las verduras a fuego medio un par de minutos.

Paso 4

Comenzamos a cocinar el caldo y para ello, solo necesitarás introducir el pollo y las carcasas a la olla. Cubre con agua los alimentos de la cazuela y añade la sal al gusto, la pimienta y la hoja de laurel. Cuando el caldo comience a hervir, baja el fuego un poco y deja que siga la cocción.

Paso 5

Un punto importante de esta receta llega cuando desgrasamos el caldo. Para ello, a medida que el caldo vaya hirviendo verás que en la superficie aparece una especie de espuma de color marrón claro. Esto es algo normal y tiene que ver con los depósitos de grasa que suelta el pollo al cocinarse. Como queremos que el caldo de pollo sea saludable y tenga la menor grasa posible, es importante retirar esta espuma con ayuda de una espumadera durante la cocción.

Paso 6

Cuando lleve unas dos horas, es el momento de apagar el fuego, colar el caldo y disfrutar de su insuperable sabor y beneficios.

Elaboración del caldo de pollo saludable

Una vez tengas todos los ingredientes que te hemos mencionado, es el momento de seguir con la preparación de este sencillo y sabroso caldo saludable y bajo en grasas

Paso 1

Lava el pollo y sécalo con ayuda de papel de cocina. Después échalo en la cazuela y dóralo con un poco de aceite de oliva . Retíralo cuando adquiera un tono tostado.

Paso 2

Pela y corta la cebolla en rodajas y con el mismo aceite del pollo aprovecha para rehogarla.

Paso 3

Lava el puerro, corta el tallo en rodajas y échalo a la cazuela donde has preparado el pollo y la cebolla. Después pela y corta, tanto la zanahoria como el apio. Corta también la patata en dos mitades, después de quitarle la piel, agrega todo a la misma cazuela y rehoga todas las verduras a fuego medio un par de minutos.

Paso 4

Comenzamos a cocinar el caldo y para ello, solo necesitarás introducir el pollo y las carcasas a la olla. Cubre con agua los alimentos de la cazuela y añade la sal al gusto, la pimienta y la hoja de laurel. Cuando el caldo comience a hervir, baja el fuego un poco y deja que siga la cocción.

Paso 5

Un punto importante de esta receta llega cuando desgrasamos el caldo. Para ello, a medida que el caldo vaya hirviendo verás que en la superficie aparece una especie de espuma de color marrón claro.

Esto es algo normal y tiene que ver con los depósitos de grasa que suelta el pollo al cocinarse. Como queremos que el caldo de pollo sea saludable y tenga la menor grasa posible, es importante retirar esta espuma con ayuda de una espumadera durante la cocción.

Paso 6

Cuando lleve unas dos horas, es el momento de apagar el fuego, colar el caldo y disfrutar de su insuperable sabor y beneficios.