
Carlos Herrera ha elogiado la "calidad desbordante" de los productos del local.
El restaurante en una playa de Cádiz que ha cautivado a Carlos Herrera: "Menudas quisquillas y menudos calamarcitos"
El establecimiento también ha recibido la visita de otros personajes conocidos como Malú o Estopa.
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En el corazón del barrio de El Rinconcillo, donde el Estrecho de Gibraltar besa la costa de Algeciras, se erige La Esquina, un templo gastronómico que ha convertido la sencillez en arte culinario.
Fundado en 1988 por una familia de arraigada tradición pesquera, este restaurante no sólo ha conquistado a lugareños y viajeros, sino que también ha captado la atención del periodista Carlos Herrera, quien lo definió como "uno de esos sorprendentes tesoros que luce Andalucía".
Su visita, compartida en redes sociales con elogios a las quisquillas y los calamarcitos, ha ayudado a proyectar nacionalmente a un establecimiento que opera bajo una filosofía inquebrantable: el mar manda en la cocina.
Una herencia familiar entre mareas y lonjas
La historia de La Esquina se teje con hilos de sal y esfuerzo. Juan Moreno, actual gerente, heredó el negocio de sus padres y lo transformó de un local modesto a todo un referente gastronómico.
Con apenas seis empleados en sus inicios, hoy cuenta con veinte profesionales que mantienen viva una premisa: nada de congeladores.
Cada madrugada, Juan recorre las lonjas de Málaga a Sanlúcar de Barrameda para seleccionar personalmente las capturas del día. "Del barco a casa", se repiten como un mantra.
La ausencia de carta no es un capricho, sino un dogma. Los comensales confían en las sugerencias diarias que Juan o su hijo Daniel explican al detalle.
Este diálogo directo, donde se narra el origen de cada pieza, convierte la elección del menú en un acto casi ceremonial.
La fritura andaluza, elevada aquí a categoría sublime, se realiza con aceite de oliva virgen extra renovado diariamente, logrando una textura crujiente que realza sin enmascarar.
Los boquerones, servidos como obsequio de bienvenida, son la tarjeta de presentación de una cocina que huye de artificios.
Carlos Herrera y el sello de calidad mediática
La visita del locutor de COPE en diciembre de 2024 marcó un hito. En su perfil de Instagram, Herrera compartió imágenes de las quisquillas y los calamarcitos, elogiando la "calidad desbordante" y la "frescura diaria" de la propuesta.
Este respaldo, sumado a la presencia de otras figuras mediáticas como Malú o José Muñoz (Estopa), ha amplificado la reputación del restaurante más allá del Campo de Gibraltar.
Un modelo contra el turismo masivo
En temporada alta, cuando la demanda supera el aforo de 50 comensales, La Esquina prioriza las reservas anticipadas.
Esta estrategia, combinada con precios que oscilan entre los 40 y 50 € por persona, busca filtrar un turismo gastronómico consciente.
La terraza acristalada, con vistas a la playa del Rinconcillo, devuelve una imagen de Andalucía auténtica, lejos de tópicos flamencos. Hasta la decoración (blanca, minimalista, con detalles náuticos) refleja esta filosofía: nada distrae del producto.
La Esquina de Algeciras encarna un modelo hostelero donde la tradición no es nostalgia, sino brújula. Su capacidad para mantener precios accesibles, junto a una calidad comparable a establecimientos con estrellas Michelin, explica su vigencia tras 36 años.
La visita de Carlos Herrera no hizo más que visibilizar lo que los comensales habituales ya sabían: aquí, el lujo no está en la vajilla, sino en el respeto al ritmo de las mareas.
En un mundo gastronómico dominado por fusiones y técnicas vanguardistas, La Esquina demuestra que la excelencia puede residir en algo tan simple (y complejo) como un calamar fresco a la plancha, servido con la humildad de quien sabe que el verdadero protagonista llegó esa mañana en un barco.