Lo que no inventen los japoneses… Madre mía, tienen que estar todo el día ahí dándole a la cabeza para sacar tantas cosas a la palestra. En este caso, os vamos a hablar de huevos duros. Huevos cocidos, vaya.

Para los que estén cansados de la forma ovalada de un huevo, o simplemente quiera dar un toque cómico a sus platos, o hacer la gracia para los más pequeños de la casa, aquí hay una solución. Cómo veis, muy majos los moldes, pero, eso sí, de carácter infantiloide.

Y por supuesto, no es nada complicado. Tan sólo hay que cocer huevos, como normalmente, y según estén, los pelamos e inmediatamente los metemos en el molde, cerramos y apretamos. Sin dudar, que si no pueden salir mal, es decir, firmes.

Después metemos el molde (cerrado) con el huevo dentro en un bol de agua fría, durante unos 10 minutos. Y listo. Eso sí, es muy importante que la yema haya quedado centrada, pues si no, va a quedar más feo, sobre todo en los moldes que “cambian” la forma del huevo. La talla ideal de huevo según los fabricantes es L, pero se han probado con algunos más pequeños y sin problema. Os ponemos una galería del proceso:

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Su precio ronda los 1,5-2€ por molde, pero si los compráis en pack, suelen salir más baratos. Aquí por ejemplo tenemos un pack completo de 6 por 8$ (5,5€ al cambio).

Así que ya sabéis, a darle una alegría a vuestros huevos. Digo a vuestros platos con huevos, mal pensados.

Por cierto, se pueden colorear los huevos también de una forma muy sencilla, ya os enseñaremos cómo 😉

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