Una mujer recibe la vacuna de la gripe.

Una mujer recibe la vacuna de la gripe. Efe

Salud

Los científicos alertan de que "los países deben prepararse" ante la nueva gripe K: más casos, más ingresos y mayor duración

Una evaluación de la temporada de gripe en el hemisferio sur advierte de que lo mismo puede pasar en el norte.

Más información: Por qué la gripe ha tumbado a media España semanas antes de Navidades: "Las urgencias han batido récords tras el puente"

Publicada

Las claves

Científicos advierten que la nueva variante de gripe A(H3N2), conocida como subclado K, podría causar aumentos importantes de casos, hospitalizaciones y duración de la temporada gripal.

La variante K se propagó rápidamente en Australia y Nueva Zelanda, generando la mayor cifra de casos registrada y extendiéndose ya a 34 países.

Las vacunas actuales en el hemisferio norte no incluyen la variante K, lo que deja a la población con menos defensas específicas frente a este virus.

La variante K no parece causar síntomas más graves que otras gripes, pero su alta transmisibilidad preocupa a los expertos, que recomiendan la vacunación para los grupos de riesgo.

La aparición de una nueva variante del virus de la gripe va a poner patas arriba todo el hemisferio norte como lo hizo con el hemisferio sur.

Es el aviso que dan investigadores australianos y neozelandeses tras analizar la excepcionalmente larga e intensa temporada de gripe en ambos países.

El responsable de este desarrollo ha sido un nuevo subclado de la gripe A(H3N2), uno de los tres tipos principales de gripe humana.

Conocido como subclado K, solo empezó a cobrar protagonismo a finales de la temporada invernal en el hemisferio sur, pero fue suficiente para generar el caos.

Por eso, los investigadores advierten de que "los países deben prepararse para un incremento de la demanda de los sistemas de salud si esta variante predomina, como se puede esperar que lo hará".

Liderados por Clyde Dapat, del Centro Colaborador de la OMS para la Referencia y la Investigación sobre la Gripe, en el Instituto Doherty de Melbourne (Australia), han publicado sus conclusiones en la revista Eurosurveillance.

La temporada invernal en Australia y Nueva Zelanda —que coincide con el verano en el hemisferio norte— había transcurrido con cierta normalidad.

En los primeros meses, el tipo de gripe predominante era la A(H1N1), derivada de la pandemia de 2009 y que suele ser la más frecuente.

El primer caso de la variante K se detectó en Nueva York en junio. A finales de julio había llegado a Australia y Nueva Zelanda.

Su impacto fue tan grande que la temporada ha acabado en noviembre, con más 450.000 casos confirmados en el subcontinente australiano, la mayor cifra registrada en dicho país.

"Esta es la primera vez que una variante emerge tan rápidamente y se extiende ampliamente al final de la temporada", sostienen los autores.

Recomendaciones vacunales

Al mismo tiempo, indican que, aunque no es algo excepcional, sí es poco frecuente un cambio tan drástico en el virus predominante a final de una temporada de gripe.

En una temporada normal suele haber tres tipos de gripe circulando: dos del grupo A (H1N1 y H3N2) y uno del grupo B.

Dentro de cada grupo hay distintas cepas que van cambiando de una temporada a otra.

Basándose en las cepas que han predominado en la temporada invernal de un hemisferio, la Organización Mundial de la Salud realiza una recomendación sobre las que tienen que incluirse en las vacunas para la temporada invernal del otro.

La aparición tardía de la variante K ha pillado por sorpresa a todos y las vacunas que se están administrando desde el otoño en el hemisferio norte (España incluida) no contienen esta cepa.

Con todo, un pequeño estudio en Reino Unido en los primeros compases de la temporada ofrecía cierta tranquilidad: la eficacia vacunal no se ve particularmente afectada.

Sin embargo, dada la falta de defensas específicas para esta nueva variante en la población, los expertos advierten de la expansión inusitada de la gripe este año.

Dada la velocidad y el tamaño de los brotes de virus K en Australia y Nueva Zelanda y la expansión casi global de estos virus (ya está presente en 34 países), más las dudas sobre la vacuna, los autores sospechan que puede haber "un incremento de casos y hospitalizaciones en comparación con años recientes".

La rápida expansión de la variante K le recuerda al médico de Familia Lorenzo Armenteros a otra variante que hizo su aparición de forma tardía y generó un caos inesperado hace unos años, pero no se trataba de gripe.

"Está pasando algo similar a lo que ocurrió con la Covid cuando apareció Ómicron, que aumentó el número de consultas médicas y saturó el sistema sanitario solo por tener que dar bajas y altas".

Ómicron apareció cuando la pandemia de Covid parecía controlada y la población estaba vacunada pero, aunque no era más virulenta, su facilidad de transmisión ocasionó una nueva crisis en un sistema sanitario debilitado por las oleadas anteriores.

Armenteros, que es portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), está convencido de que solo estamos al principio de los problemas.

Las consultas en primaria, así como las urgencias, están a niveles de intensidad nunca vistos por estas fechas, pero "estamos en plena curva de crecimiento, no hemos llegado al tope, ni siquiera a una meseta", afirma.

El especialista lamenta que ninguna comunidad haya planificado esta situación, lo que "conlleva una sobrecarga de trabajo y un esfuerzo excesivo siempre de parte de los mismos, porque no tenemos más recursos".

Una queja, reconoce, que suena a "repetido y sabido" y no por ello parece hacerse nada para solucionarla.

Por eso, medidas como el uso de mascarillas y facilitar la vacunación "no van a reducir ya, de forma drástica, el proceso en el que estamos inmersos".

En lo positivo, la variante K generará más casos de gripe pero no más graves. "Esta gripe no varía en su sintomatología sino en el grado de infecciosidad y contagio, porque nos coge desprotegidos".

Como las gripes del tipo A, "tiene una manifestación más agresiva que la B, con un inicio precoz y muy brusco, casi en 48 horas estamos teniendo fiebres altas y afectación general, cansancio, dolores musculares, tos seca y agresiva".

Armenteros apunta que la mayoría de casos que están viendo son en personas no vacunadas, por eso anima a la población a que se inocule frente al virus si forma parte de un grupo de riesgo (mayores, niños pequeños y personas con problemas de salud crónicos).

"Aunque la persona haya pasado la enfermedad, puede volver a contagiarse de otro tipo distinto de gripe, así que la vacunación es aconsejable siempre".