Robert F. Kennedy Jr. durante la cumbre inaugural Make America Healthy Again (MAHA).

Robert F. Kennedy Jr. durante la cumbre inaugural Make America Healthy Again (MAHA). Reuters/Nathan Howard

Salud

Los inmunólogos españoles se plantan contra Kennedy y su empeño de vincular vacunas y autismo: "Va contra la ciencia"

Los expertos insisten en que la evidencia científica ha dejado claro y temen que estas afirmaciones disminuyan la tasa de inmunización.

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Las claves

La Sociedad Española de Inmunología (SEI) y otros expertos han criticado la decisión de los CDC, bajo la influencia de Robert F. Kennedy Jr., de sugerir una posible relación entre vacunas y autismo, afirmando que va en contra de la evidencia científica.

Los inmunólogos advierten que difundir dudas infundadas sobre la seguridad de las vacunas puede reducir la confianza en la vacunación y provocar brotes de enfermedades previamente controladas, como el sarampión.

Estudios epidemiológicos rigurosos y recientes, incluyendo un análisis danés de más de 1,2 millones de personas, no han encontrado ninguna relación entre vacunas infantiles y autismo.

Expertos señalan que la propagación de mensajes antivacunas en espacios oficiales como los CDC supone un riesgo global para la salud pública y daña la credibilidad de instituciones científicas clave.

El gobierno de Donald Trump vuelve a la carga en su lucha contra las vacunas y el empeño por relacionarlas con el autismo. Esta vez lo ha hecho a través de los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades (CDC).

Ha modificado su web para que contengan afirmaciones sobre una posible conexión entre las vacunas y el autismo, acusándolas, una vez más, de causarlo. Sigue, por tanto, la línea marcada por su secretario de Salud y Recursos Humanos, Robert F. Kennedy Jr.

Se pueden leer frases como estas: "La afirmación 'las vacunas no causan autismo' no está basada en evidencia porque los estudios no han descartado la posibilidad de que las vacunas infantiles causen autismo" o "las autoridades sanitarias han ignorado los estudios que respaldan este vínculo".

Ante el peligro que suponen este tipo de mensajes, la Sociedad Española de Inmunología (SEI) ha querido pronunciarse sobre el tema y lo ha hecho mediante un comunicado. En él, defienden que estas afirmaciones no están respaldadas por la evidencia científica y que pueden "generar dudas injustificadas sobre la seguridad de las vacunas infantiles".

La SEI critica que el equipo que capitanea Kennedy use los CDC para afirmar que no se ha descartado la relación entre vacunas y autismo, pero no aporta ninguna evidencia nueva. "Es científicamente improcedente y comunicativamente irresponsable", reza el comunicado.

José Miguel Cisneros, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y de Microbiología Clínica (SEIMC), no sale de su asombro ante la noticia: "Va contra la ciencia. Puede causar un daño incalculable".

Raquel Alfaro, secretaria del Grupo de Trabajo de Infecciones, Migrante, Vacunas y Actividades Preventivas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) advierte de que estas afirmaciones pueden disminuir la confianza de la población en las vacunas, reduciendo las coberturas vacunales.

"Esta disminución de las coberturas vacunales puede desencadenar brotes de enfermedades previamente controladas gracias a la vacunación", lamenta la médica. Esto ocurre, de hecho, cuando hace falta "totalmente lo contrario", agrega Cisneros.

Cisneros pone el foco sobre esta cuestión en el sarampión. Entre 2019 y 2023 ya se redujeron "significativamente" las tasas de vacunación contra la enfermedad en el mundo, recuerda el experto citando datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A eso hay que sumar que, en lo que llevamos de año, el país norteamericano ha confirmado más de 1.800 diagnósticos en 42 estados distintos, el mayor número de casos desde el año 2000. No es el único. A principios de noviembre, la OMS anunció que América había perdido la condición de continente libre de la enfermedad.

Sugerir que hay relación entre las vacunas y el autismo, como ocurre ahora en la web de los CDC, solo contribuye a que empeore. Ahora los influencers y políticos que defienden el movimiento antivacunas tienen algo a lo que agarrarse, aunque sea falso, se queja Cisneros.

La evidencia científica

Tanto Alfaro, como Cisneros, dejan claro que la cuestión sobre una posible relación entre vacunas y autismo está más que resuelta por la evidencia científica: no existe. Hay numerosas investigaciones que lo respaldan, dice la experta de SEMERGEN, en línea con el comunicado de la SEI.

"Estudios epidemiológicos, con un gran número de participantes, realizados en distintos países y con metodologías rigurosas, no han encontrado ninguna asociación entre las vacunas infantiles, incluida la vacuna triple vírica, y el desarrollo de autismo", asegura Alfaro.

El más reciente es un estudio realizado en Dinamarca y cuyos resultados se publicaron este verano. El equipo que lo realizó empleó datos de más de 1,2 millones de personas y concluyó que la inmunización no aumenta el riesgo de sufrir autismo ni otras 49 enfermedades de otros tipos, como autoinmunes o alérgicas.

Un peligro para el mundo

Cisneros resalta que la decisión del equipo de Kennedy Jr. de sembrar dudas sobre la seguridad de las vacunas en la web de los CDC no solo es un peligro para Estados Unidos, supone un riesgo global.

El experto usa también el sarampión como ejemplo, que es "una de las enfermedades más contagiosas del mundo". Si a raíz de afirmaciones como estas las coberturas vacunales bajan, puede haber personas que viajen a otros países estando contagiados de esta o de otras enfermedades infecciosas.

Esto hace que se multiplique el riesgo de contagio a la población autóctona que no esté inmunizada, indica el microbiólogo. "Con la globalización, cualquier virus puede dar la vuelta al mundo en un día", advierte. La única forma de evitarlo, es teniendo una cobertura vacunal elevada y sólida: "Es la protección perfecta".

Cisneros cree, además, que la publicación de este contenido en la web de los CDC supone un duro golpe para su credibilidad. "Que vaya contra la ciencia una institución de tanto prestigio que ha liderado durante años, la prevención y el control de las enfermedades es algo inimaginable, pero se ha hecho realidad".