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Clase de idiomas. Shutterstock

Salud

Un gran estudio europeo confirma que aprender más de un idioma protege el cerebro contra el envejecimiento

Los políglotas tienen un riesgo considerablemente menor de sufrir envejecimiento cognitivo prematuro que las personas que hablan un solo idioma.

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P. Fava
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Las claves

Un estudio europeo con más de 86.000 participantes de 27 países confirma que aprender y usar varios idiomas protege el cerebro contra el envejecimiento cognitivo.

Las personas que dominan solo un idioma tienen el doble de posibilidades de mostrar signos de envejecimiento cerebral adelantado frente a quienes son bilingües o políglotas.

El efecto protector aumenta con cada idioma adicional aprendido y se observa independientemente de factores socioeconómicos o educativos.

Expertos destacan que el multilingüismo actúa como un hábito saludable comparable al ejercicio o la dieta, y que el monolingüismo es una excepción cultural reciente.

Las personas políglotas -aquellas que manejan más de un idioma de forma cotidiana- desarrollan protección contra el envejecimiento cognitivo acelerado. Estos son los resultados de un gran estudio realizado con más de 86.000 participantes de 27 países europeos que publica Nature Aging.

Estos resultados indican que promover el aprendizaje de idiomas puede emplearse como estrategia para hacer frente al envejecimiento poblacional y promover los factores protectores contra el deterioro cognitivo y de la salud general, sugieren los autores.

Estudios previos habían señalado que las personas políglotas tendían a mantener mejores funciones cognitivas con la edad, pero la evidencia era escasa debido al pequeño tamaño de los grupos de estudio. Otros obstáculos incluían la carencia de cohortes clínicas y las mediciones indirectas del envejecimiento.

En el nuevo trabajo liderado por Agustín Ibáñez en el Global Brain Health Institute (GBHI) del Trinity College en Dublín (Irlanda), se analizaron los datos de 86.149 participantes entre los 50 y los 90 años. El objetivo era comprobar si el envejecimiento de su cerebro se relacionaba con los idiomas que hablaban.

Sus resultados indican que las personas que sólo dominaban un idioma tenían el doble de posibilidades de tener un cerebro más envejecido de lo que su edad indicaría en comparación con aquellos bilingües. Por cada idioma adicional aprendido, además, el efecto protector se incrementaba.

Así, las personas políglotas demostraron tener hasta la mitad de riesgo de desarrollar envejecimiento cognitivo prematuro que otras. Estos efectos protectores se desligaron de cualquier otro factor, como pudieran ser las condiciones socioeconómicas o educativas de cada persona.

"El monolingüismo no es lo natural"

"Los autores han utilizado un enfoque innovador que permite estimar una edad biológica a partir de múltiples factores de salud y estilo de vida, mostrando que las personas multilingües tienden a presentar perfiles de envejecimiento más saludables", destaca Jon Andoni Duñabeitia, investigador en Ciencia Cognitiva del Lenguaje y catedrático de Psicología en la Universidad de Nebrija, en declaraciones a Science Media Centre.

“Este estudio es sólido y altamente relevante porque aporta evidencia empírica convincente sobre una línea de trabajo y debate que lleva ya más de una década marcando la agenda de trabajo de muchos centros y laboratorios internacionales: hablar varias lenguas no solo influye en los procesos cognitivos, sino que su impacto trasciende también a la salud general y al proceso de envejecimiento", celebra.

Lo más destacable de este estudio, prosigue Duñabeitia, es "la magnitud y el volumen de datos", con decenas de miles de participantes. "La confirmación empírica de que el multilingüismo se comporta como un factor protector comparable a otros hábitos saludables es, sin duda, un resultado de impacto".

Además, prosigue el catedrático, "estos resultados deben entenderse en el contexto global real, donde el monolingüismo no es la norma humana sino una excepción cultural reciente". Duñabeitia recuerda que para la mayoría de personas del mundo lo natural es usar varias lenguas de forma cotidiana. "Esta diversidad lingüística podría tener un papel aún más importante en la promoción de un envejecimiento saludable".

Sin embargo, apunta, el estudio no demuestra causalidad directa. "Estos resultados no permiten afirmar que hablar varias lenguas retrase directamente el envejecimiento, pero sí que quienes lo hacen parecen envejecer mejor. El siguiente paso natural será entender qué aspectos del uso de múltiples lenguas son los que mayor peso tienen en estos beneficios".

"La frecuencia de uso de cada lengua, el contexto donde se habla, la tipología lingüística, el modo y el momento de adquirirla, y otras muchas variables críticas pueden jugar papeles moduladores fundamentales. Este nivel de granularidad será clave para transformar la evidencia en políticas educativas y de salud pública que reconozcan el valor del multilingüismo como un recurso de bienestar", concluye.