El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto del Global Progressive Summit, en Londres.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto del Global Progressive Summit, en Londres. Tolga Akmen EFE

Salud

La ciencia contra Pedro Sánchez y el cambio de hora: "no hay un estudio bien hecho" sobre cómo afecta a los "ritmos biológicos"

Los expertos reconocen que existe un gran debate, aunque critican que los estudios que sugieren que desajusta el ciclo circadiano son observacionales.

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Pablo García Santos
Publicada

Las claves

Pedro Sánchez propone acabar con el cambio de hora en Europa, citando que trastoca los ritmos biológicos, aunque la evidencia científica no es concluyente.

El catedrático Guillermo López Lluch señala que no hay estudios serios que confirmen los efectos del cambio de hora en los ritmos biológicos.

El ciclo circadiano humano depende más de la luz solar que del reloj, y factores como la edad y el trabajo nocturno pueden afectar su ajuste.

Algunos estudios sugieren beneficios del horario de verano, como tardes más largas y posibles reducciones en obesidad e infartos, pero admiten limitaciones en sus conclusiones.

"Lo que sí dice la ciencia es que trastoca los ritmos biológicos dos veces al año". Estas fueron las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al anunciar su propuesta para acabar con el cambio de hora en Europa.

La afirmación es una verdad a medias. Porque sí que hay estudios apuntando al cambio de horario como responsable de los desajustes en el ritmo circadiano, pero la evidencia que existe a día de hoy no es concluyente.

Así lo señala el catedrático del Departamento de Fisiología, Anatomía y Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide Guillermo López Lluch en declaraciones a EL ESPAÑOL: "Hay mucha discusión, pero ningún estudio serio y bien hecho sobre eso".

Reconoce que en las jornadas siguientes sí que puede haber personas a las que les trastoque este cambio, independientemente de si se adelanta o se retrasa la hora, como sucederá entre la noche del sábado 25 de octubre y la madrugada del domingo 26.

Un claro ejemplo de este desajuste es que aparece cuando viajamos a una zona que tiene una franja horaria distinta a la nuestra, pero el reloj biológico se ajusta tras unos días con las nuevas condiciones de luz.

Una respuesta heterogénea

Y es que "el ciclo circadiano no va a depender de la hora que marque el reloj, y sí de a la que salga y se ponga el sol", ya que el principal sincronizador del reloj biológico humano en el cerebro es la luz solar.

Este ciclo de luz y oscuridad es lo que ajusta día a día el ritmo circadiano, alineando procesos fisiológicos clave como el sueño, el estado de ánimo o el metabolismo.

No sólo varía por factores como la edad (en la infancia se experimentan más alteraciones), sino que también lo hace por el estilo de vida que se lleve.

Algunas investigaciones han demostrado que las personas que trabajan de noche sufren un peor ajuste del ciclo circadiano, lo que causa déficit de atención, memoria y disminución del rendimiento cognitivo.

España propone a la UE acabar con el cambio horario

En España, el horario oficial no se unificó en todo el territorio hasta el 1 de enero de 1901. Desde ese momento los españoles utilizan un aparato mecánico del que no se pueden guiar.

Como indica el catedrático de Física de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) Jorge Mira Pérez, si lo haces, te vas a levantar antes de lo que debes en invierno y después en verano.

Por ello se adapta el reloj a la estación. "Si no, estás desalineando precisamente tu ritmo circadiano".

Otro de los motivos por los que la ciencia aún no se ha puesto de acuerdo es porque en los citados trabajos no se suele tener en cuenta que el ciclo circadiano puede variar según las características de cada persona.

El reloj biológico es el que controla el ritmo circadiano, agrupando los procesos fisiológicos que mantienen el cuerpo en un periodo de aproximadamente 24 horas. Y como está asociados al día y la noche, se divide entre matutinos y nocturnos.

Algunos trabajos han planteado que la causa por la que hay personas que pertenecen a uno u otro grupo son las diferencias en la forma en la que el cerebro reacciona a las señales de la luz externa.

Hay investigaciones que han señalado que una parte importante del cronotipo está fijado al nacer por nuestros genes.

No obstante, para sincronizar el reloj biológico la luz matutina es de gran ayuda. La vespertina, en cambio, puede llegar a provocar desajustes.

No es la única razón por la que hay estudios que se muestran a favor de mantener el horario de verano. Argumentan que, además de que proporciona tardes más largas con luz natural, puede reducir la obesidad y los infartos.

Los propios autores asumen que en sus estudios existen cuestiones, como el clima o la geografía, que no han tenido en cuenta, por lo que la conclusión podría ser distinta a la que obtienen.

Además, generalizar estos resultados resulta complicado porque hay factores como el cronotipo que hacen que los efectos del cambio de hora no se manifiestan igual en todas las personas.

Estudios observacionales por dificultad

Pese a que la evidencia apunta hacia una misma dirección, los investigadores que abogan por mantener el cambio de hora encuentran ciertas limitaciones.

Una de ellas es que suelen ser estudios observacionales en los que no se lleva a cabo un seguimiento prolongado para conocer las consecuencias a largo plazo de ambas alternativas.

Como ya explicó el profesor de Física de la Universidad de Sevilla José María Martín Olalla en este artículo de EL ESPAÑOL, hacer el experimento de estar un año sin cambio de hora para ver qué ocurre supone una enorme dificultad.

El caso más cercano de cambios en su regulación horaria es Portugal. En 1992, decidieron alinear su huso horario con España. Cuatro años después, volvieron al horario natural por el impacto que había tenido en la salud y el rendimiento escolar.

"Es el claro ejemplo de que no se deben llevar a cabo este tipo de aventuras", incide Mira Pérez sobre la posibilidad de acabar con el cambio horario a partir de 2026.

Ambos investigadores critican que en los estudios que reportan efectos se analiza el tener una hora común en una zona horaria, pero no apuntan nada sobre el cambio estacional de la hora.