El farmacéutico Álvaro Fernández.

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Salud

Álvaro Fernández, farmacéutico, tajante sobre el café que se sirve en España: "Estás tomando una tarta en vaso probablemente"

El experto y divulgador explica con su particular sentido del humor cómo podemos estar anulando los grandes beneficios del café al prepararlo.

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P. Fava
Publicada

Salvo en casos concretos médicamente diagnosticados, tomar café, la infusión más consumida en España, es una recomendación casi unánime entre los nutricionistas y los expertos sanitarios. Más allá del efecto que la cafeína tiene para despejarnos por la mañana, su riqueza en polifenoles y otros compuestos naturales se ha relacionado con una mayor protección cerebrovascular y una mayor longevidad en general.

Como en casi todo lo que atañe a la alimentación, sin embargo, hay matices. Y en este caso, se trata de lo que añadimos para atenuar el sabor naturalmente amargo del café. Aunque hay alternativas no calóricas, muchos todavía no logran renunciar a los sobres de azúcar, cuando no recurren a otras preparaciones que añaden ingredientes como chocolate o siropes.

La realidad es que para aprovechar al máximo los beneficios del café, la única solución pasa por consumirlo al natural. Así lo explica el farmacéutico y divulgador Álvaro Fernández en un vídeo con su particular sentido del humor: un auténtico 'cafetero' debe ser capaz de prescindir de azúcares o de edulcorantes alternativos, porque en realidad puede estarse volviendo adicto al sabor dulce.

"Déjame decirte que si eres de esas personas que le echan un montón de azúcar -dos sobrecitos- al café, es probable que lo que te guste sea el azúcar, no el café", explica Fernández. "Soy adicto al café...", ironiza remedando a este tipo de consumidor. "A lo mejor no, a lo mejor es al azúcar". La prueba para descubrir si lo somos es bien sencilla: dejar de echárselo al café.

A continuación, el divulgador pasa a calcular la carga glucémica de estos cafés. "Cada sobrecito o terrón de azúcar lleva entre cuatro y siete gramos", apunta, cuando la cantidad máxima de azúcar a consumir en un día según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 25 gramos. "Teniendo en cuenta que tienes que sumarle el azúcar que llevan otros alimentos como las frutas o la miel, total, si tomas café con mucho azúcar, puedes llegar a esa cantidad con dos cafés".

"Es cierto que el café tiene efectos beneficiosos demostrados, por ejemplo a nivel cardiovascular", prosigue el experto. Otras de sus virtudes comprobadas son la mejora de la concentración, el aporte de antioxidantes o la ayuda al rendimiento físico para el entrenamiento. "Y qué duda cabe que te ayuda a espabilar. Pero eso es el café solo. Si le echas muchas cosas y lo conviertes en café de cadena americana, todos esos estudios ya no valen para nada".

"Esos beneficios se consiguen cuando el café se toma solo o con poca leche o bebida vegetal, no cuando le metes 400 calorías en toppings y azúcares refinados", prosigue. "¿Eso que llevas en la mano es un café… o una tarta en vaso? Un caramel macchiato con doble de sirope espolvoreado estará muy bueno, pero no es un café, es un postre. Una tarta pasada por la batidora. Tenlo claro cuando te lo tomes".

"No todos los cafés son café", concluye. Algunos, son más bien postres líquidos: llevan nata, sirope, azúcar, leche condensada, toppings, caramelos, galletas, unicornio disecado… lo que se te ocurra. Lo que empieza siendo una bebida estimulante, acaba siendo un postre disfrazado. Y lo peor: a veces ni sabe a café. Si te gusta el café, disfrútalo. Si te gusta el postre, también. Pero no confundas uno con otro. Y sobre todo, no esperes los mismos efectos beneficiosos".