El cardiólogo Angel Vidal Tapia Tirado.

El cardiólogo Angel Vidal Tapia Tirado.

Salud

Doctor Vidal Tapia, cardiólogo: "Las personas que toman zumo de tomate, vinagre o limón bajan su colesterol en España"

El exceso de azúcar, advierte, se perfila como uno de los principales desencadenantes de las enfermedades crónicas en la sociedad actual

Más información: Aurelio Rojas, cardiólogo: "Para bajar el colesterol de forma natural hay que comer nueces, pescado azul y legumbres"

P. Fava
Publicada

El doctor Ángel Vidal Tapia Tirado, cardiólogo de la HLA Clínica Montpellier, alerta de que la forma en la que se está valorando el colesterol en los pacientes es "demasiado superficial y deja fuera elementos clave para un diagnóstico precoz de patologías cardiovasculares", por lo que recomienda la inclusión del perfil lipídico completo en los análisis de sangre rutinarios.

El colesterol, recuerda el especialista, es esencial para el organismo. Participa en la producción de hormonas, en la digestión (al formar parte de los ácidos biliares) y en la estructura de nuestras células. "Sin embargo, el exceso de colesterol puede ser muy dañino", insiste. Por ello, insiste en la importancia de adoptar hábitos saludables como base para el control del riesgo global.

Entre sus principales recomendaciones destaca una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras y fibra. La segunda medida imprescindible sería la reducción del consumo de alimentos procesados o con alto contenido en grasas saturadas, como fiambres, embutidos, leche entera, mantequilla, quesos curados, fritos, patés, bollería industrial y bebidas azucaradas.

Señala también que ciertos alimentos y bebidas contribuyen a la reducción del colesterol, como el té negro o verde, el vinagre, el limón, el zumo de tomate y las bebidas de soja. Además, recomienda incorporar fuentes de omega 3 como el aceite de oliva, el pescado azul (sardinas, salmón, trucha, atún, arenque, caballa), las nueces y el chocolate negro con alto contenido en cacao.

El concepto de alimentación saludable está evolucionando, señala, y el exceso de azúcar se perfila como uno de los principales desencadenantes de las enfermedades crónicas en la sociedad actual. A todo ello se suma la importancia de evitar el consumo de tabaco y alcohol, y de mantener una rutina de ejercicio físico regular como pilares fundamentales de una buena salud cardiovascular.

Nuevas analíticas

Los análisis rutinarios tienden a limitar la evaluación lipídica al colesterol total: al HDL, popularmente conocido como 'colesterol bueno'; al LDL, el denominado 'colesterol malo' (aunque no todos los subtipos de LDL son igual de perjudiciales) y a los triglicéridos. Es habitual recurrir al llamado índice aterogénico, que se calcula dividiendo el colesterol total entre el HDL. Si este valor es inferior a 5, se suele considerar normal -"colesterol alto pero compensado"- algo que "no es del todo correcto".

A su juicio, esta visión resulta insuficiente. "El análisis lipídico es mucho más complejo y, si no miramos bien, es imposible tratar bien", afirma Vidal Tapia. Así, considera que es fundamental incluir en los estudios parámetros más precisos y reveladores como la apolipoproteína A1 (Apo A1), la apolipoproteína B (Apo B) y, especialmente, la lipoproteína (a), cuya medición es clave para una valoración real del riesgo cardiovascular.

"Este factor está elevado en aproximadamente el 20% de la población. Si el valor es normal, no haría falta volver a medirlo más. Pero en los casos en los que está alto, ofrece información importante para tratar al paciente y descubrir a familiares que también la tienen elevada, tratarles adecuadamente y prevenir muchos eventos cardiovasculares".

La lipoproteína (a) -Lp(a)- es una partícula del colesterol LDL unida a una apolipoproteína (a), que la convierte en una sustancia significativamente más dañina para las arterias: se estima que es hasta seis veces más perjudicial que el colesterol LDL. Su presencia en niveles elevados (más de 180) representa un riesgo cardiovascular equiparable al de la hipercolesterolemia familiar. A pesar de su impacto, la Lp(a) no suele incluirse en los análisis estándar.

"Aunque no puede reducirse con dieta ni ejercicio, y los tratamientos habituales como las estatinas no la afectan, conocer su valor es esencial para calcular con precisión el riesgo cardiovascular y tomar decisiones clínicas más eficaces", concluye. "Incorporar esta medición al menos una vez en la vida permitiría detectar casos de alto riesgo", afirma.