El experto en primeros auxilios Miguel Assal.

El experto en primeros auxilios Miguel Assal.

Salud

Miguel Assal, experto en emergencias: "Nunca mezcles lejía en España con esto, te puedes morir"

Aunque los productos químicos de limpieza llevan décadas entre nosotros, aún es muy común usar de forma conjunta algunos de estos por error.

Más información: Este es el producto que tienes en tu hogar y es perjudicial para la salud y el medio ambiente... aunque no lo sepas.

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El uso de productos químicos para la limpieza no es un hábito reciente, sino que hace décadas que se fabrican diversas combinaciones, algunas más modernas que otras. Sin embargo, el uso de algunos básicos como la lejía o el amoníaco nunca pasan de moda, aunque no por ello pueden ser menos peligrosos que otros. De hecho, aún hoy en día se siguen cometiendo errores y usando de forma conjunta productos que jamás deberían asociarse.

Sabiendo esto, el conocido divulgador Miguel Assal, experto en urgencias y emergencias, ha hablado sobre estos hábitos de consumo en uno de sus reels de Instagram, recordando la importancia de no asociar determinados productos de limpieza. Si bien algunos de sus consejos supuestamente son sobradamente conocidos por cultura popular, aún hoy en día siguen produciéndose sustos.

Assal empieza su intervención de forma muy directa: "Si mezclas esto con esto, te puedes morir. La combinación de lejía y amoníaco genera cloramina, tóxico y corrosivo. Afectará a tu respiración. A veces no te das cuenta, y puede ser demasiado tarde. Ahora, si mezclas la lejía con vinagre, también te puede matar. Esta combinación producirá gas de cloro disperso en el aire e invisible. En sitios cerrados, riesgo de muerte"

En el caso de mezclar lejía con amoníaco, la mezcla dará lugar a cloraminas volátiles, compuestos que provocan síntomas inmediatos como tos, falta de aire, lagrimeo o quemazón nasal, llegando incluso al encharcamiento pulmonar y la muerte dependiendo de la dosis y de la ventilación de la zona. Como curiosidad, esta mezcla se ha usado históricamente como arma química, dado que es la base del conocido gas fosgeno usado durante la Primera Guerra Mundial.

Assal continúa su intervención hablando de otras combinaciones relativamente frecuentes, e igual de peligrosas. Por ejemplo, asociar lejía con alcohol, dos productos significativamente comunes en cualquier hogar de España, también puede ser letal. En este caso, asociar lejía con alcohol generará cloroformo, una sustancia que genera daños en el sistema nervioso y otros órganos.

De hecho, el cloroformo en ambientes cerrados da lugar a mareo, cefalea o pérdida de conciencia dependiendo de la cantidad inhalada. De nuevo, a nivel histórico, esta mezcla también se ha usado con anterioridad, aunque en su caso fue con finalidad médica: era un anestésico usado en las cirugías del pasado siglo XIX. Sin embargo, dejó de usarse por su toxicidad hepática y cardíaca.

Por otro lado, otra práctica muy común, como es el hecho de asociar agua caliente con lejía, con la creencia de que esta última "desinfectará mejor", también es un error. En este caso sería justo al revés: el agua caliente produce una evaporación del cloro de la lejía, dando lugar a que esta pierda sus propiedades. Por contra, el vapor de cloro que se genera puede provocar irritación e intoxicaciones.

El hipoclorito sódico o lejía es inestable a altas temperaturas, y se descompone rápidamente al contactar con el agua caliente. El cloro es poco soluble a altas temperaturas, lo que facilita su transformación en gas cuando se usa agua caliente. Como consecuencia, el gas de cloro liberado puede llegar a provocar incluso quemaduras en las vías respiratorias si no hay una ventilación adecuada.

En resumen, Assal aconseja no mezclar la lejía con nada. Solo con agua fría, como mucho. Y, si se produce alguna de estas combinaciones por error, las opciones más rápidas para evitar perjuicios e incluso desenlaces fatales, sería ventilar rápidamente la zona y salir a un lugar fresco y abierto.

Asimismo, Assal recuerda que en cualquier etiquetado de cualquier producto de limpieza suelen existir consejos ante posibles intoxicaciones o irritaciones. Y, en el caso de que se produzcan igualmente síntomas leves o graves, está disponible el número de teléfono de consulta de los servicios de toxicología en España.