José Miguel ha tenido problemas cardíacos, digestivos y mentales tras tomar dos dosis completas de este fármaco.

José Miguel ha tenido problemas cardíacos, digestivos y mentales tras tomar dos dosis completas de este fármaco. P.G.S.

Salud

Hablan las víctimas de la finasterida, el crecepelo que Europa ha puesto en la diana: "Yo no sé ni cómo me aguanto"

La EMA confirmó que puede inducir a ideación suicida, pero la Academia Española de Dermatología critica la decisión al no basarse en ensayos clínicos.

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"No puedo trabajar ni ver a mi hijo... Lo he perdido todo", lamenta José Miguel. Su "pesadilla" comenzó a principios de 2019, cuando empezó a tener problemas cardíacos y urinarios a los que, dos años después, se les sumaron complicaciones en las articulaciones, insomnio y diarreas constantes. Sufrió un ingreso hospitalario por una insuficiencia renal, además de que notó que ya no se reía. No fue hasta 2022 cuando descubrió por qué había empeorado tanto en aspectos que, en principio, no guardaban ninguna relación entre ellos.

Fue gracias al doctor Ángel Cunill, quien observó en una analítica de José Miguel que tenía unos niveles muy bajos de androstandiol glucorónido, una hormona derivada de la dihidrotestosterona (DHT). Esto sólo sucede en las personas que nacen con características intersexuales y en los que han tomado finasterida, ya que es un inhibidor de la 5-alfa-reductasa que reduce la producción de DHT.

Este fármaco se utilizó inicialmente para tratar la hiperplasia benigna de próstata, aunque en las últimas décadas se ha convertido en un tratamiento recomendado por los dermatólogos para la alopecia androgénica. La pasada semana, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado en el que confirmaba casos de ideación suicida en pacientes tratados con finasterida, "especialmente en aquellos que lo usan para la alopecia androgénica masculina".

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) también comunicó que en los envases de finasterida 1 mg se incluirá una tarjeta de información para el paciente informando sobre los riesgos de alteraciones del estado de ánimo y cómo actuar en cada caso. Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) han criticado la decisión ya que "no se basa en ensayos clínicos", en los cuales "no se ha demostrado ninguna asociación entre el uso de finasterida y cambios del estado de ánimo".

Lo cierto es que en el citado comunicado de la EMA se asegura que "los beneficios siguen siendo mayores que sus riesgos". Los afectados por el conocido como síndrome post-finasterida (SPF) no comprenden cómo no está prohibido hasta que se haya estudiado "qué sucede con este medicamento". A José Miguel no le extraña que haya quienes se hayan quitado la vida por este fármaco: "Yo no sé ni cómo me aguanto". Como comenta a EL ESPAÑOL el andrólogo Eduard García, que ha tratado varios casos de SPF, las estimaciones apuntan a que hay 111 casos de suicidio relacionados con la finasterida en todo el mundo.

"Estás muerto en vida"

La aparición de los efectos adversos no parece que guarde relación con el tiempo ni la cantidad de finasterida que se haya tomado. José Miguel asegura que sólo se tomó dos pastillas, pues no quería hacerlo "de por vida", y, aun así, lleva seis años en los que está "muerto en vida": "Constantemente pienso en matarme". García reconoce que hay casos que han comenzado a reportar síntomas incluso con una única dosis: "Algunos han tenido una reacción desmesurada ante una pequeña cantidad, pero nadie sabe por qué sucede esto".

Este andrólogo no cree que sea lo correcto prohibirlo para todos los usos aprobados, ya que se lleva utilizando durante más de 25 años y "no ha pasado nada". Sí que es partidario de que se investigue la causa por la que se están dando síntomas tan preocupantes como los que él mismo está viendo. Les critica, eso sí, que persistan en sus recomendaciones aun cuando los propios pacientes acuden a consulta a informarle de algún síntoma que han comenzado a tener.

Entre los profesionales del campo de la dermatología hay quienes niegan la existencia del SPF. "No hay médicos que lo reconozcan", dice el dermatólogo Ramon Grimalt. "El paciente nota unos efectos por ser como es, pero no por el fármaco. Por qué si no los siguen teniendo incluso cuando han dejado de tomarlo". Incide en que la asociación actual entre ideación suicida y finasterida es estadística, y no de causa-efecto. La propia Aemps apunta en su comunicado que la frecuencia de este efecto adverso se considera desconocida, ya que no se puede estimar a partir de los datos disponibles.

El dermatólogo también hace referencia al efecto nocebo, por el que los pacientes sufren efectos adversos cuando se les comunica. Algunos estudios han demostrado que la aparición de estos efectos secundarios es mayor cuando se les informa a los pacientes. Aunque también hay otros artículos científicos que lo han cuestionado porque plantea un dilema ético para los médicos.

Los afectados con SPF niegan que sus dolencias sean consecuencia del efecto nocebo: "¿Cómo voy a desarrollar unos síntomas que no sabía que podía tener?", se pregunta uno de ellos. Y es que la mayoría de los testimonios incluidos en este reportaje reconoce que "en ningún momento" el dermatólogo le avisó de que la finasterida "podía tener algún efecto secundario".

"Un pozo sin salida"

Algunos advierten que tienen "mucho más problemas de los que aparecen en el prospecto, donde tampoco se indica que los efectos secundarios pueden persistir durante años y empeorar tras dejar el fármaco". Es lo que le ocurrió a Iñaki (nombre ficticio). Como el joven veinteañero que era cuando comenzó a tomar finasterida (estuvo haciéndolo durante cuatro meses), el primer síntoma que le preocupó fue el del apetito sexual: pasó de ser "un chaval muy activo sexualmente" a "no recordar lo que es una erección". Ahora, 'firmaría' el seguir con este problema con tal de que desaparecieran los otros.

El que peor lleva es el de la niebla mental, que le condiciona su día a día al "no ser capaz de distinguir dónde estás" o "no poder intercambiar palabras de manera fluida". Lo que le está pasando es "una pesadilla", "un pozo sin salida". Lo que acabó de hundirle fue la reacción que tuvo su dermatólogo al contárselo: "Los síntomas le dan al 1%. Lo siento, pero te ha tocado a ti", recuerda que le dijo.

Otro de los síntomas que está teniendo es el de la anhedonia, por la cual le resulta imposible poder experimentar placer de ningún tipo. Dice que lleva gastado cerca de 10.000 euros entre diagnósticos y tratamientos experimentales. Al igual que Iñaki, Pedro prefiere que no aparezca su nombre real por las consecuencias que podría tener en su trabajo. Ambos 'celebran' que hayan experimentado una leve mejoría últimamente: "Ahora puedo estar sin pañal", dice uno de ellos por los problemas digestivos y de incontinencia urinaria que ha tenido.

Carlos Rerucha, portavoz de la Plataforma de Afectados por Finasteride (PAF) que engloba a 25 afectados hispanohablantes con este síndrome, también reconoce a este periódico que actualmente se encuentra "mejor de salud". Lleva unos meses en los que duerme sin necesidad de pastillas (el insomnio es otro de los síntomas), y tiene una vida "bastante funcional" en la que puede trabajar y tener relaciones. "Pero, ¿quién me devuelve el año y medio de absoluto terror que he vivido?".

Aunque no todos hayan decidido hacer público su testimonio acerca de cómo la finasterida ha trastocado su vida por completo, coinciden en que quieren que se haga justicia por los que ya no están. En España, un hombre de 46 se suicidó dejando una nota en la que afirmaba que tomaba una medicación para el pelo que le causó depresión: "Síndrome postfinasterida, nunca lo tomes". Por ello ya preparan una demanda colectiva de la que prefieren no dar más detalle.