Doctor Roizen, el médico de 78 años que ha 'rejuvenecido' hasta los 56: "Hay cosas sencillas que marcan la gran diferencia"

Lograr la eterna juventud ha sido el sueño del ser humano desde tiempos inmemoriales. No solo se trata de vivir más, sino de vivir mejor. Ya no nos importa solo llegar al siglo de vida, sino también alargar esa esperanza de vida con la mayor calidad de vida posible. Buscamos longevidad, pero también la juventud eterna; o al menos, lo más parecido posible a ese ideal actualmente imposible.

Actualmente poseemos la mayor esperanza de vida general de la historia en los países desarrollados, pero siempre se busca más. La ciencia del envejecimiento ha ido culminando diferentes logros en este sentido, y no son pocos los que han conseguido distanciar su edad cronológica o 'edad real', de su edad biológica o 'edad aparente'.

Uno de ellos sería el Dr. Michael Roizen, director de Bienestar de la Clínica Cleveland a sus 78 años. Sin embargo, afirma haber logrado reducir su edad biológica en 22 años, situando dicha edad alrededor de los 56, según explica él mismo. Aunque los factores que han podido contribuir a este hito pueden ser múltiples, él mismo explica que existirían tres estrategias en particular que lo habrían ayudado a lograr esta 'eterna juventud': "Hay cosas pequeñas y fáciles de hacer que marcan una gran diferencia".

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Sabemos que tanto el estilo de vida como la genética importan cuando buscamos una larga esperanza de vida libre de enfermedad, o lo que es lo mismo, más años con más juventud. Como siempre, si la genética basal es buena, asociar unos buenos hábitos de vida pueden potenciar más si cabe sus beneficios. Sin embargo, a pesar de poseer una genética "peor", los mismos buenos hábitos pueden hacer que se incline la balanza a nuestro favor.

Los hábitos que practica

En este aspecto, el Dr. Roizen explica que uno de los hábitos que practica y aconseja es plantear siempre un entrenamiento focalizado en el rendimiento cardiovascular. Personalmente, él dedica 48 minutos, tres veces a la semana, a realizar ejercicio en una cinta de correr o una bicicleta estática, siendo una rutina inspirada en su antigua afición por el squash. En su caso, programa sus sesiones en miércoles por la noche, sábados y domingos, aunque es flexible dependiendo de sus eventos sociales.

En segundo lugar, Roizen explica que no solo practica entrenamiento cardiovascular focalizado y programado, sino que se preocupa por caminar al menos 10.000 pasos al día mediante diferentes estrategias: usando cinta de correr en el trabajo, aparcar a un kilómetro y medio de su oficina o intentar subir escaleras siempre que exista esta opción. Esto, explica, le permite mantenerse activo todo el día y alcanzar un elevado número de pasos incluso en días ajetreados.

En este caso, existe un estudio publicado en 2022 en GeroScience que respaldaría los beneficios de caminar, sugiriendo que realizar caminatas rápidas de 30 minutos al menos cinco veces a la semana puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, mejorando también el bienestar mental y aumentando la esperanza de vida.

Finalmente, Roizen completa sus ejercicios cardiovasculares con levantamiento de pesas al menos dos veces a la semana, destacando la importancia del entrenamiento de fuerza para el desarrollo muscular y la longevidad. En dicho sentido, otro estudio publicado el pasado año 2022 en el British Journal of Sports Medicine respaldaría esta práctica, sugiriendo que practicar entre 30 y 60 minutos semanales de entrenamiento de fuerza reduciría el riesgo de mortalidad por cualquier causa en un 17%, el riesgo de eventos cardiovasculares en un 18%, y la probabilidad de sufrir cáncer en un 9%.

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Como conclusión final, podemos observar que el Dr. Roizen practica casi de forma milimétrica los consejos recogidos en las Guías de Ejercicio Físico actualizadas en 2018 y adaptadas por la OMS posteriormente, en 2020. Asimismo, debemos recordar que más allá de la mencionada actividad física, otros factores como el patrón alimentario, la exposición solar, el manejo del estrés o las relaciones familiares y sociales son también otros pilares básicos a tener en cuenta dentro de la búsqueda de la larga vida.