La divulgadora Esther Gómez es experta en temas de salud.

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Salud

La enfermera Esther Gómez alerta sobre estas manchas en tus uñas que indican un cáncer: "Pueden ser señales tempranas"

Revisar los cambios en la apariencia de nuestras uñas puede aportar una pista sobre nuestro estado general de salud y delatar enfermedades letales.

Más información: Alarma por el vínculo entre las lámparas para las uñas y el cáncer: ¿pueden provocar tumores?

J. Rodríguez
Publicada
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Las uñas se han convertido en los últimos años en España en el lienzo más inesperado para el arte. Por la calle hemos empezado a ver uñas larguísimas, afiladas, de colores e, incluso, con relieves tallados. Al salir con ellas nos hemos atrevido a mostrar algo de nuestra personalidad o, simplemente, a desafiar los límites de la estética. Sin embargo, las uñas son también capaces de reflejar nuestro estado de salud y observarlas es una rutina necesaria.

Así lo ha explicado la enfermera Esther Gómez en una publicación reciente en sus redes sociales: "¿Sabías que tus uñas pueden revelar mucho más sobre tu salud de lo que imaginas? Aunque solemos cuidarlas por estética, lo cierto es que las uñas son pequeñas ventanas para observar nuestro bienestar general". Las uñas son, por lo general, de un color rosa pálido y con una textura lisa, pero no todos los cambios son necesariamente malos.

Gómez pide estar al tanto de "cambios en su color, textura o forma" porque "pueden ser señales de alerta temprana de carencias nutricionales, problemas hormonales e incluso enfermedades más serias como trastornos del hígado, tiroides o corazón". Es más, según explica en esa publicación para sus redes sociales, incluso el cáncer es capaz de cambiar la apariencia de nuestras uñas y, por tanto, pueden aportar pistas.

Uno de los signos relacionados con el cáncer que podemos encontrar en nuestras uñas son las líneas de Mees. "Líneas que aparecen y van de un lado a otro de la uña. También llamada leuconiquia estriada, frecuentemente afectan múltiples uñas, aunque también pueden presentarse en una sola de forma aislada", explica la experta y añade que pueden aparecer cuando una persona padece un linfoma de Hodgkin.

En cualquier caso, este aspecto en las uñas también se puede deber a un efecto de la quimioterapia, pero también al envenenamiento con metales pesados o síntoma de una septicemia, una insuficiencia renal crónica o una insuficiencia cardíaca congestiva. En cualquier caso, existen otros signos en nuestras uñas que también pueden indicar la presencia de un cáncer, como las uñas marrones.

El nombre técnico de esta condición es melanoniquia, que "describe una pigmentación negra-marrón. Puede ser causada por depósitos de melanina o por un hematoma a causa de un traumatismo", explica Gómez y señala que "puede aparecer en la uña entera, en líneas longitudinales o manchas difusas". La experta señala que si tenemos este rasgo en las uñas es importante "descartar enfermedades graves".

Gómez detalla que esta melanoniquia puede ser signo de un tumor bajo la uña, o melanoma subungueal. Pero también puede deberse a efectos de los medicamentos quimioterápicos, antipalúdicos o retrovirales. En cualquier caso, también puede ser el resultado de un traumatismo o una psoriasis. Por último, la enfermera señala que hay un tercer tipo de signos en las uñas que podría estar relacionado con el cáncer.

Se trata de la acropaquia, que provoca lo que los médicos llaman "dedos con forma de palillos de tambor". Esto se debe a que la punta de los dedos y las uñas se agrandan y se redondean. Es un "signo clínico caracterizado por el engrosamiento y ensanchamiento de las falanges distales de las manos y/o pies, así como el aumento de la convexidad de las uñas", explica la experta. Estas uñas están relacionadas con enfermedades pulmonares.

Entre ellas, la EPOC, la fibrosis y también el cáncer, tal y como escribe la experta en su publicación. También puede tener que ver con las enfermedades cardíacas y con las digestivas, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Por fortuna, esta condición es reversible si se elimina la causa que la produce. Suele empezar en el pulgar y en el índice para extenderse a los demás dedos.