Sean Gibbons, investigador del Institute for Systems Biology

Sean Gibbons, investigador del Institute for Systems Biology ISB

Salud

Sean Gibbons, biólogo: "La frecuencia con la que vas al baño puede ser señal de fallo importante en tus órganos"

Este profesor e investigador explica que, aunque la sociedad no lo sepa, tan preocupante es el estreñimiento como el exceso de visitas al baño".

Más información: La nutricionista Blanca García advierte a España: "Los frutos secos son grasas buenas pero tampoco hay que pasarse".

Publicada

La nutrición es un proceso muy complejo al que no le damos la suficiente importancia. Muchas personas lo consideran algo rutinario, parte de su día a día, y por eso terminan cometiendo algunos errores que a la larga terminan saliendo muy caros. Muchos de los problemas que experimenta un organismo a lo largo de su vida se podrían evitar con una correcta alimentación.

Sin embargo, hay una parte del proceso de la nutrición al que sí que no le prestamos ni un mínimo porcentaje de nuestra atención. Es precisamente la parte final de ese proceso, el momento en el que las sustancias sobrantes abandonan nuestro cuerpo. Y es que la forma en la que vamos al baño dice mucho de cómo estamos.

Pero no solo la forma, sino también la frecuencia. Y es que el número de nuestras deposiciones diarias puede revelar situaciones muy preocupantes. Tanto si es por defecto como si es por exceso, este número puede ser indicativo claro de padecer un problema de salud realmente serio. Por ello, debemos estar atentos y tener un cierto control de nuestras visitas al baño.

Aunque hay personas que se alarman más por la falta de deposiciones, situación que suele venir de la mano con un cierto dolor estomacal, un exceso de visitas al excusado también denota que algo no va bien y se puede traducir en un problema intestinal que, lógicamente, necesita ser tratado. Incluso aunque consideremos que estamos sanos. Y es que un estudio ha demostrado que el horario para evacuar puede decir mucho sobre la salud en general.

Ahora, una investigación que ha sido publicada en el Cell Reports Medicine intenta demostrar que la frecuencia con la que ocurren los movimientos intestinales puede influir de manera significativa en la fisiología y la salud a largo plazo. Así lo explica el investigador y biólogo Sean Gibbons, uno de los líderes de este estudio.

Esto es lo que dicen las deposiciones de una persona

Hay numerosos estudios que relacionan el estreñimiento y la diarrea con un mayor riesgo de sufrir infecciones y enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, de momento estas hipótesis no se pueden comprobar al 100%. Por lo tanto, aunque se tienen claros indicios, no se puede afirmar totalmente la relación entre esta situación intestinal y estomacal con las enfermedades de estos pacientes.

Una de las principales dudas es si las visitas irregulares al baño eran una causa o una consecuencia de esta situación. Sin embargo, el último estudio realizado en este campo indica que "las frecuencias aberrantes de deposiciones coinciden con un aumento de metabolitos sanguíneos derivados de microbios asociados con una función orgánica reducida".

El experto Sean Gibbons, investigador y profesor del Instituto de Biología de Sistemas, ha realizado junto a su equipo un descubrimiento muy importante en este campo. "Espero que este trabajo ayude a los médicos a comprender los posibles riesgos de no controlar la frecuencia de las deposiciones".

Este estudio está realizado con unas 1.400 personas aparentemente sanas de las cuales se han recogido datos clínicos, biológicos y vitales. Dentro de este estudio se establecen cuatro grupos en función de su número de deposiciones diarias.

  • Estreñimiento: una o dos deposiciones semanales.
  • Normal-baja: de tres a seis deposiciones por semana.
  • Normal-alta: de una a tres por día.
  • Diarrea: más de tres al día.

Algo que pocas personas saben es que "incluso en personas sanas que sufren de estreñimiento, hay un aumento de estas toxinas en el torrente sanguíneo". Una de las cuestiones más preocupantes es que si las heces pasan demasiado tiempo en el intestino aparecen los microbios que consumen la fibra del cuerpo y fermentan las proteínas produciendo toxinas como el sulfato de indoxilo, las cuales pueden ser gravemente perjudiciales para la salud de órganos tan importantes como los riñones.

Socialmente tenemos mucho más concebido el estreñimiento como algo malo que ir muchas veces al baño. Y es que la mayoría de personas no saben que tienen diarrea. En estas situaciones, "el cuerpo excreta un exceso de ácido biliar, que de otro modo el hígado reciclaría para disolver y absorber las grasas de la dieta". Por ello, las deposiciones frecuentes también son un problema a tener en cuenta.

Por último, este estudio trata también la famosa 'zona de Ricitos de Oro', aquella en la que las personas defecan entre una y dos veces al día de manera rutinaria o sistemática. La investigación ha demostrado que la bacterias intestinales capaces de fermentar la fibra y asociadas con la buena salud como los anaerobios estrictos suelen prosperar en mayor medida en estos momentos.