Shannin Desroches (derecha) y su esposo Cody (izquierda)

Shannin Desroches (derecha) y su esposo Cody (izquierda)

Salud

Tengo 26 años y me han diagnosticado cáncer de colon: el síntoma que los médicos ignoraron y España desconoce

El cáncer de colon es uno de los tumores más prevalentes en todo el mundo, con una edad de diagnóstico cada vez más temprana.

Más información: Estos son los cinco factores que favorecen la aparición de cáncer de colon en España: la alerta de los médicos.

R. M.
Publicada
Actualizada

El diagnóstico de cáncer de colon es cada vez más rápido y sencillo gracias a los avances de la medicina. La mayor prevalencia de este mal suele darse a partir de los 65 años, aunque cada vez es más común ver diagnósticos en personas menores de 50 años. Por dicho motivo, en ocasiones no se suele tener en cuenta como posibilidad de diagnóstico en personas jóvenes, como le sucedió a Shannin Desroches.

Esta canadiense de 16 años inició dolores abdominales de forma rápida e intensa. Empeoraban con las comidas copiosas, pero progresivamente fueron instaurándose incluso con comidas de escasa cuantía, dando lugar a náuseas, vómitos y dolores cada vez más intensos.Inicialmente se sospechó una celiaquía o intolerancia al gluten, pero el diagnóstico final fue mucho más grave.

Tras el inicio de estos síntomas, Desroches acudió a su médico de atención primaria, que le realizó una analítica sanguínea sin objetivar alteraciones. Aunque ella solicitó más pruebas, como una ecografía o una tomografía, no se consideraron necesarias. Para cuando se le programó una tomografía con fecha de un año después de que iniciara el malestar, el diagnóstico final ya había llegado.

En abril de 2024, tras consultar a tres médicos y un cirujano, se le realizó una resonancia magnética. Todos los profesionales consultados creían que "no sería nada grave", dado que se trataba de una mujer joven y sin antecedentes. Sin embargo, acabó siendo ingresada en un hospital en Toronto. "Shannin, tenemos que ingresarte. Vemos una obstrucción, vemos lesiones. No queremos asustarse, pero parece un cáncer" fueron las palabras que recibió tras esta prueba.

Posteriormente, se le realizó una colonoscopia, que detectó un tumor a 30 centímetros del inicio. Se le programó una cirugía urgente a los dos días. El plan original era colocarle una bolsa de ostomía y realizar quimioterapia para reducir el tamaño del tumor, con una segunda operación para cerrar la ostomía. En teoría, la cirugía solo debía durar dos horas, pero acabó siendo una intervención de seis.

Tras esta intervención le confirmaron que se trataba de un cáncer colorrectal en estadio 4. Le habían logrado extirpar el tumor en el colon sigmoide y lo habían reconectado, y también un tumor de Krukenberg en el ovario derecho, lo que significaba que este cáncer había hecho metástasis. También se le extirparon 13 ganglios linfáticos de la pared abdominal, siendo 11 de ellos positivos. Incluso su hígado estaba afectado por las metástasis.

Sus médicos estaban muy preocupados por la afectación al hígado. No podían arriesgarse a provocarle una insuficiencia hepática. Consultaron con un oncólogo para iniciar la quimioterapia, con la esperanza de reducir el cáncer de hígado secundario al tumor colorrectal inicial. Además, cuando se tiene un tumor de Krukenberg en el ovario derecho, hay un 100% de probabilidades de que se extienda al izquierdo. Su cirujano no lo extirpó, dejándole la oportunidad de conservar óvulos.

"La cantidad de hormonas y medicamentos que me inyectaron en tan poco tiempo fue insoportable. Graparon mi abdomen de arriba a abajo, y sufrí náuseas. Cada vez que vomitaba sentía como si me estuvieran destrozando las grapas de todo el abdomen. Nunca había sentido tanto dolor", recuerda la joven. Finalmente pudieron salvar siete óvulos. Le cedió todos los derechos legales a su esposo, Cody, para que pudiese hacerse cargo de ellos si finalmente se daba un desenlace fatal.

Tras el inicio de la quimioterapia, también sufrió un episodio de palpitaciones que finalmente se diagnosticaron como un shock anafiláctico. En una segunda ronda de quimioterapia, a pesar de tomar previamente esteroides y antihistamínicos de forma preventiva, sufrió una nueva reacción de inmediato. En ese momento pararon el tratamiento con quimioterapia.

Posteriormente intentaron una técnica alternativa, una bomba de infusión arterial hepática, administrando la quimioterapia directamente al hígado. En Canadá, según explica Shannin, no le operarán si tiene cáncer fuera del hígado. Además, tiene un pequeño tumor ya en el ovario izquierdo que está empezando a desarrollarse. Actualmente ha compartido su historia en TikTok y ha abierto una campaña de GoFundMe con la esperanza de costearse un tratamiento en Estados Unidos.

El pasado mes de octubre de 2024, Shannin se casó, en una playa de Jamaica. Su oncólogo le dijo que tiene menos del 5% de probabilidades de sobrevivir, pero ella siempre repite que "es una estadística" y "no quiere ser una estadística más".