
Gerry Wright y Manoj Jangra. Universidad McMaster.
Golpe a las bacterias resistentes: descubren una nueva clase de antibióticos por primera vez en tres décadas
La nueva molécula, la lariocidina, tiene un mecanismo antimicrobiano de actuación que ataca a las bacterias inmunes a otros fármacos.
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Investigadores de la Universidad McMaster (Canadá) han identificado una molécula, la lariocidina, como potencial precursora de una nueva clase de antibióticos que haga frente a las bacterias actualmente resistentes a los tratamientos. Un avance de este tipo, realizado por el laboratorio de Gerry Wright y publicado en la revista Nature, no se había producido en más de tres décadas.
"Nuestros medicamentos se están volviendo cada vez más ineficaces a medida que las bacterias adquieren mayor resistencia", explica Wright, profesor del Departamento de Bioquímica y Ciencias Biomédicas de McMaster, e investigador del Instituto para la Investigación de Enfermedades Infecciosas Michael G. DeGroote. La resistencia antimicrobiana, como la denomina la Organización Mundial de la Salud (OMS), causa 4,5 millones de muertes al año en el mundo. "Y va a peor", advierte.
"El descubrimiento de antimicrobianos que actúen de forma totalmente diferente a los que se utilizan en terapéutica ha sido un proceso frustrante. Ninguno ha alcanzado un uso clínico en los últimos 30 años", valora Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón, en declaraciones a Science Media Centre. "Encontrar un compuesto con actividad antimicrobiana con un mecanismo de actuación realmente novedoso constituye un hito en la lucha frente a las bacterias resistentes".
La nueva molécula es un lazo péptido, y los investigadores la consideran "prometedora" porque ataca a las bacterias de un modo que difiere de los demás antibióticos. La lariocidina se acopla directamente a los mecanismos de síntesis de proteínas del microorganismo de un modo innovador, lo que inhibe la capacidad del patógeno para mantenerse con vida. "Es una nueva forma de actuar, y un gran salto adelante para nosotros", celebra Wright.
"La mayor parte de los antimicrobianos que empleamos en la actualidad se han descubierto siguiendo el método iniciado por Alexander Fleming con el descubrimiento de la penicilina", explica Cantón. "Este antibiótico se produce por un hongo (Penicillinum notatum) que inhibe el crecimiento de bacterias, como Staphylococcus aureus. Los autores, curiosamente, en el descubrimiento de la lariocidina parten de un método muy similar al descrito por Fleming de la antibiosis".
Así, los investigadores descubrieron que la molécula es sintetizada por la bacteria Paenibacillus, hallada en una muestra de suelo de un patio de la ciudad de Hamilton (Ontario), la misma que alberga el campus de McMaster. Permitieron que creciera in vitro durante un año, para asegurarse de revelar incluso las especies de desarrollo lento, y observaron que una de las cepas producía una sustancia con un fuerte efecto antibacteriano, incluso contra las especies resistentes.
"Cuando averiguamos por qué esta nueva molécula mataba al resto de bacteria, fue un 'momento eureka'", rememora Manoj Jangra, investigador posdoctoral en el laboratorio de Wright. Además de actuar de manera única y contra microorganismos que están escapando al tratamiento, la lariocidina cumple con los requisitos para transformarse en fármaco. No resulta tóxica para las células humanas, no es vulnerable a los mecanismos existentes de resistencia antimicrobiana, y ha tenido éxito en un modelo animal de infección.
"La lariocidina es eficaz sobre bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, incluyendo las señaladas como prioritarias por la OMS en la búsqueda de nuevos antimicrobianos por el perfil de multirresistencia que tienen", detalla Cantón. "Su escasa toxicidad sobre las células humanas y baja capacidad para seleccionar mutaciones resistentes abre un horizonte óptimo en su posible utilización. No obstante, los autores abren la posibilidad de modificar su estructura o identificar compuestos similares que mejoren a la lariocidina y sean candidatos a utilizarse en terapéutica".