
Vacas en una explotación lechera.
Una variante más grave de la gripe aviar ya infecta a las vacas lecheras: así amenaza con aumentar los casos en humanos
La variante D1.1, que ha sido hallada en la leche procedente de una explotación en Nevada, se asocia con la muerte de una persona y el ingreso en UCI de otra.
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El pasado 31 de enero, una de las muestras de leche que, de forma rutinaria, toman los operarios del Departamento de Agricultura de EEUU desde que la gripe aviar se extendió a gran número de granjas lecheras del país, reveló una desagradable sorpresa: se trataba de una forma distinta del virus, asociada a casos graves en humanos.
En una granja de Nevada, las autoridades detectaron el genotipo D1.1, que ha infectado a cientos de millones de aves silvestres y domésticas, así como a mamíferos salvajes, y que ha protagonizado los dos casos graves de la enfermedad que han tenido lugar en Norteamérica.
De los 67 casos de gripe aviar H5N1 en humanos identificados en 2024 en Estados Unidos, la gran mayoría se asocian al genotipo B3.13, que es el que se ha extendido por las granjas lecheras. Se trata de casos por lo general leves y que han ocurrido en su mayoría en trabajadores de estas explotaciones ganaderas.
"Esta epizootia [el equivalente a epidemia en animales] tiene una característica curiosa: la transmisión entre vacas no se produce por la vía respiratoria", comenta Luis Buzón, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
El virus "se transmitía de forma artificial, a través de los equipos para ordeñar, lo que producía una mastitis entre las vacas, cuyas ubres quedaban destruidas y producían menos leche".
A los trabajadores llega por contacto, no a través de aerosoles como la gripe humana estacional, y su síntoma más frecuente es la conjuntivitis.
Un caso distinto es el de un hombre de 65 años que residía en el estado de Louisiana y que contrajo la enfermedad a través de las aves que tenía en un corral particular, "algo muy común en aquella zona del país, incluso en áreas urbanas", apunta Buzón. Desarrolló una forma grave de la infección que le llevó a ser hospitalizado y murió. El virus causante pertenecía al genotipo D1.1.
A este caso se suma otro de una adolescente canadiense de 13 años que fue hospitalizada e intubada, y permaneció más de una semana en la UCI el pasado noviembre hasta que se recuperó. Al igual que el paciente de Louisiana, se identificó en su sangre el genotipo D1.1 de la gripe aviar.
Ambos genotipos, el B3.13 y el D1.1, pertenecen al clado 2.3.4.4b de esta gripe, que es el que se ha expandido por decenas de especies de aves y mamíferos. Solo que cada uno lo ha hecho en especies distintas.
La secuenciación de algunos de los virus ha mostrado su adaptación a receptores presentes en las células del tracto respiratorio superior de los seres humanos, si bien todavía no se ha demostrado ningún contagio entre personas: el virus siempre ha saltado desde un animal.
Sin embargo, el nuevo hallazgo inquieta a los expertos por dos razones. La primera, que el salto a las vacas lecheras no se ha dado ya una única vez y, por tanto, es más probable pensar que pueda pasar en más ocasiones.
La segunda: al estar las vacas en contacto con humanos, parece probable que se den más casos entre los trabajadores. Casos graves, además.
"Esto probablemente implica que no es un evento raro que el H5N1 se transmita de aves a vacas y, por tanto, pueden aparecer un mayor número de casos en el escenario en el que estamos, y que sean difíciles de erradicar", comenta a EL ESPAÑOL Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca.
"Es probable que el virus, ya sean unos genotipos u otros, se mantenga entre la población de vacas". Y apunta: "A pesar de que se pensaba que era altamente improbable que saltase a unos tipos de animales, se ha demostrado que lo hace y lo hace bien".
Rivas señala que si el genotipo D1.1 se extiende, "es muy posible que aumenten los casos en humanos y no solo los leves sino también los graves".
Aunque para él no implica un nuevo paso en el peligro pandémico de la gripe aviar H5N1, sí es "una mala noticia que diferentes genotipos, algunos de ellos vinculados a infecciones graves en humanos, puedan infectara a vacas".
Luis Buzón comparte el pesimismo. "Es imposible de saber si esto producirá más casos en personas", afirma, pero la introducción de D1.1 "en animales que están en contacto diario con humanos es una muy mala noticia".
Al ser detectado en la leche se desconoce, de momento, de qué forma ha llegado el virus a las vacas de Nevada. Pero "si es a través de aerosoles, no es una noticia especialmente buena y tenemos que estar vigilantes", advierte.