Trastornos respiratorios.

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Salud Enfermedades respiratorias

Una infección respiratoria sufrida en la infancia eleva la mortalidad de adulto según un gran estudio

Padecer una infección de las vías respiratorias en los primeros años de vida duplica las probabilidades de morir de una enfermedad pulmonar.

8 marzo, 2023 10:13

Contraer una infección respiratoria durante la primera infancia se relaciona con un incremento del riesgo de morir de una enfermedad pulmonar entre los 26 y los 73 años. Así lo determina un estudio que abarca datos de pacientes que se remontan a ocho décadas vista y que publica The Lancet. Aquellos que sufrieron bronquitis, neumonía o enfermedades similares antes de cumplir los dos años tuvieron un 93% más de probabilidades de morir de forma prematura por problemas respiratorios. De 1972 a 2019, una de cada cinco casos de muerte pulmonar en Inglaterra y Gales (179.188 de 878.951) se debería a este motivo.

Las infecciones de las vías respiratorias inferiores en bebés son de origen vírico en el 90% de los casos, según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), con el virus sincitial (VRS) como el principal responsable. Esto conduce a cuadros de bronquiolitis y neumonía, que se relacionan en la edad adulta con problemas de desarrollo pulmonar, asma y enfermedad respiratoria obstructiva crónica (EPOC). Ahora, por primera vez, también se tienen indicios de que la salud respiratoria en los primeros años de vida se relaciona con la mortalidad.

"Se trata de un estudio muy interesante por su largo seguimiento", explica Joan B. Soriano, médico epidemiólogo del Hospital Universitario Son Espases-UIB en Palma (Baleares), en declaraciones a Science Media Centre. "Se resalta lo difícil que es confirmar con evidencia sólida algo que clínicamente se suele apreciar: los niños con mala salud respiratoria suelen ser adultos proclives a la enfermedad o morir antes. Una de cada cinco muertes respiratorias se atribuye a infecciones respiratorias repetidas durante la infancia. En comparación, otras dos son por el tabaco".

[Así es el perfil de los niños que ingresan graves en el hospital por la explosión de casos de bronquiolitis]

El investigador James Allison, del Imperial College de Londres, destaca que la prevención de las enfermedades respiratorias se suele concentrar en la edad adulta, combatiendo hábitos como el tabaquismo. "Para evitar perpetuar las desigualdades existentes en la salud de los mayores, necesitamos optimizar la salud de los niños, abordando factores como la pobreza infantil". Así, factores económicos como los hogares hacinados o la falta de acceso a vacunas facilitaron en el siglo XX las infecciones. Según Allison, los resultados de su trabajo ayudarán a erradicar el estigma sobre los pacientes con EPOC, a los que se les achaca malos hábitos de vida.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores recurrieron a los datos de un estudio de cohorte, la National Survey of Health and Development británica. Los primeros participantes fueron reclutados al nacer en 1946, y se han estado recopilando sus datos de salud y longevidad hasta 2019. Tras seleccionar 3.589 perfiles, se identificó que el 25% (913 personas) había sufrido una infección respiratoria antes de cumplir dos años. A finales de 2019, el 19% (674) había muerto antes de cumplir los 73. Y un 8% (52) de estas muertes habían sido a causa de la EPOC.

Tras ajustar factores como el entorno socioeconómico en el que crecieron los participantes y su consumo de tabaco a lo largo de la vida, concluyeron que los que habían contraído una infección respiratoria en sus dos primeros años de vida tenían un 93% más probabilidades de morir de una enfermedad pulmonar en la edad adulta. Esto se traducía en una tasa del 2,1% de mortalidad respiratoria en personas que pasaron estas dolencias siendo bebés, en comparación con el 1,1% en la población general. 

El hecho de haber sufrido varias infecciones respiratorias -tres o más- durante la infancia reforzó esta asociación con la mortalidad prematura por causas pulmonares, pero no se vinculó con otros problemas crónicos como la enfermedad cardiovascular o el cáncer. Otra de las investigadoras, Rebecca Hardy, insiste en la necesidad de plantear estrategias de prevención desde el primer momento. "Los esfuerzos para reducir las infecciones respiratorias en la infancia podrían atenuar el impacto de la mortalidad prematura más adelante".