José Ignacio Martín Valadés.

José Ignacio Martín Valadés. MD Anderson

Salud

Doctor Martín Valadés, el sabio del cáncer de páncreas: "Cada vez hay más casos en gente joven"

"No sabemos por qué están aumentando los nuevos casos" / "Tabaco es el factor de riesgo number one" / "Los síntomas del cáncer de páncreas pueden confundirse con los de otras enfermedades" / "Estamos operando tumores que antes no se podía"

18 febrero, 2023 02:59

José Ignacio Martín Valadés es jefe de la Sección de Tumores Digestivos del MD Anderson Cancer Center de Madrid. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid, es en la actualidad jefe de la Unidad de Tumores Digestivos del Servicio de Oncología Médica del MD Anderson Cancer Center de Madrid y colaborador docente en la Universidad Autónoma. Miembro de las sociedades española y europea de Oncología Médica, es uno de los principales expertos en tumores digestivos del país.

En 2018, la incidencia esperada de tumores de páncreas en nuestro país fue de 6.760 casos. En solo un lustro la estimación ha crecido hasta los 9.280, un 37% más. Martín Valadés advierte: en el último cuarto de siglo, el número anual de nuevos cáncer de páncreas prácticamente se ha duplicado.

Tabaco, obesidad y alcohol es el trío fatal del riesgo para este tumor, como para tantos otros. Pero, a diferencia del resto, el de páncreas es uno de los más mortales: nada menos que el 83%, más que los tumores de pulmón (72%). Pero el doctor Valadés, aun consciente de la gravedad, lanza un rayo de optimismo: cada vez se opera y se trata mejor.

El cáncer de páncreas es uno de los más mortales. ¿Qué está fallando?

El problema es la dificultad del diagnóstico. Por un lado, es un tumor que se detecta en etapas muy avanzadas. Más del 50% de los pacientes se diagnostican cuando ya tienen metástasis y, cuando diagnosticas un tumor en fases avanzadas, las probabilidades de que responda al tratamiento son menores.

Por otro lado, es un tumor que no tiene unos síntomas característicos. Muchas veces, la sintomatología aparece cuando el tumor ya está avanzado. Finalmente, es difícil de tratar: aunque los tratamientos son efectivos, es resistente a la quimioterapia por sus características peculiares.

Su incidencia está aumentando y se estiman 9.280 nuevos casos este año. ¿Cómo de mala es esta noticia?

Suele ser el séptimo tumor más frecuentemente diagnosticado en España. No es muy frecuente pero tiene un pronóstico malo que lo coloca como la tercera causa de muerte por cáncer, por detrás del cáncer de pulmón y el colorrectal, que son muchísimo más frecuentes.

En los últimos 25 años se ha duplicado prácticamente la incidencia. Parece que esto va aumentando y se estima que, para 2030, pase a ser la segunda causa de mortalidad por cáncer.

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¿Por qué ocurre esto? No sabemos bien por qué. La edad es un factor: vivimos más y el envejecimiento de la población hace que podamos tener más casos. Pero si eso ocurre, lo lógico sería que hubiera más casos en gente mayor pero, desgraciadamente, también tenemos más casos en gente joven.

Ahí lo más importante es nuestro estilo de vida y los factores asociados al tumor. El principal es el tabaco: siempre lo relacionamos con el cáncer de pulmón pero también es el más importante para el cáncer de páncreas. Otros que pueden estar relacionados son el sobrepeso, la obesidad, la mala alimentación y el consumo de alcohol. La mezcla de todo eso está haciendo que la incidencia aumente.

El tabaco es más importante que la obesidad en la incidencia de este tumor.

De los tres factores, tabaco, obesidad y alcohol, el number one es el tabaco. En todos los tumores, el tabaco al final provoca un daño celular no solamente en el pulmón sino en otras células. Está relacionado con los cánceres de páncreas, colon, vejiga, cabeza y cuello… con todo, por la alteración que los tóxicos asociados al tabaco provocan en las células de nuestro cuerpo. Es un carcinogénico, no solo del pulmón al inhalarlo sino de todo nuestro organismo: esos productos los absorbes por la sangre y pueden ir a distintos lugares del cuerpo.

Un estudio presentado en la última reunión europea de Gastroenterología decía que había un 36% de tumores que habían sido desestimados en una primera prueba de imagen. ¿No es alarmante? ¿Esto tiene solución?

Cuando te encuentras un caso inesperado, haces un estudio retrospectivo y te puedes encontrar alteraciones que no creías que estaban relacionadas. El principal problema es que, igual que en mama y colon tenemos pruebas de screening para detectar la enfermedad antes de que pueda ser maligna, en páncreas no lo tenemos.

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Por otro lado, la sintomatología del cáncer de páncreas es muy inespecífica en momentos iniciales, muy leve, y se puede confundir con otro tipo de enfermedades, o solo aparece cuando está mucho más avanzado.

¿Ante qué síntomas recomendaría acudir al médico?

El páncreas es una glándula alargada que se encuentra al final del abdomen. Dependiendo de donde aparezca el tumor, puede dar una sintomatología u otra. Los que están en la cabeza pancreática muchas veces comprimen la vía biliar y la obstruyen, haciendo que el paciente tome un color amarillento, tenga un oscurecimiento de la orina y las heces se pongan blanquecinas. Es más rápido el diagnóstico por esa característica.

Los tumores localizados en la cola del páncreas pueden crecer lentamente y no provocar sintomatología excepto, muchas veces, un dolor, a veces de espalda, en forma de cinturón. Pero no todos los dolores de espalda son tumores de páncreas. Además puede haber pérdida de apetito o de peso sin ninguna causa…

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Pero los más frecuentes serían la ictericia, ponerse amarillo, y un dolor abdominal, sobre todo en la espalda. Si pierdes peso sin causa aparente, tienes un dolor que persiste y no se encuentren otras causas, que te pongas de repente amarillo, que empieces a notar la orina más oscura o las heces más blanquecinas, debes consultar con un médico.

¿Cómo recibe el paciente el diagnóstico de cáncer de páncreas?

Cualquier diagnóstico de un tumor, sea del origen que sea, supone un impacto negativo en cualquier paciente. La gente cada vez está más informada y sabe que su pronóstico no es muy bueno a largo plazo. El primer impacto es negativo, de preocupación, pero siempre debemos abrir la esperanza de poder tratarlo y paliar los síntomas que la enfermedad le puede provocar.

La quimioterapia no es muy eficaz.

Más que no ser eficaz, la respuesta del tumor no es muy alta porque muchas veces se caracteriza porque, alrededor de él, hay un estroma tumoral, un tejido que impide el acceso de los fármacos de quimioterapia al tumor y lo hace resistente.

Ahora está de moda la inmunoterapia en muchos tumores. El cáncer de páncreas es lo que llamamos tumor frío, se hace invisible al sistema inmune, que no es capaz de reconocerlo como algo extraño. 

¿En qué se ha avanzado más en los últimos años?

Al final, todo el tratamiento en la enfermedad avanzada lo estamos basando en la quimioterapia, pero si está localizada se puede extirpar quirúrgicamente. Lo que pasa es que solo son operables alrededor de un 20%.

Hay otro tipo de pacientes que tiene enfermedad localmente avanzada y no es operable de inicio pero, si le sometemos a quimioterapia previamente, conseguimos que el tumor pueda operarse. Luego, ya hablaríamos de ese otro 50% de pacientes en los que aparece la enfermedad metastásica.

A nivel quirúrgico, las técnicas se han desarrollado mucho y tumores que hace años no eran operables, hay cirugías más complejas, más agresivas, con construcciones vasculares, que permiten operar a gente que antes a la que los cirujanos no se lo planteaban.

Sobre la quimioterapia, antes no teníamos fármacos. Cuando empecé la residencia, prácticamente no había tratamiento de quimioterapia para el páncreas. Ahora sí que tenemos fármacos activos, combinaciones de fármacos activos tanto de manera preventiva –después de la cirugía, para evitar que la enfermedad vuelva a aparecer– o activa, para inducir respuesta antes de la cirugía y el cirujano pueda operarlo, y en la enfermedad metastásica para controlar el tumor el mayor tiempo posible y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

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Nuevos fármacos y desarrollos van en la línea de lo que decía antes. Se intentan buscar fármacos que puedan actuar sobre ese estroma alrededor del tumor para que la quimio llegue mejor. Con la inmunoterapia, se desarrollan terapéuticas que hagan que ese tumor sea más visible al sistema inmune y puedan ser tratados. 

También se buscan alteraciones moleculares concretas del tumor que puedan ser abordadas con tratamientos dirigidos, pero este es un porcentaje muy bajo.

¿Cuánto hay de genética y cuánto de hábitos de vida en el cáncer de páncreas?

El número de casos de cáncer de páncreas hereditarios, con una alteración genética en sus células que lo hace tener una predisposición muy alta a tenerlo, son menos de un 10% del total. Cuando hay un síndrome hereditario prescrito se hace un seguimiento estrecho a las familias.

Es mucho más importante actuar sobre factores de riesgo modificables en ausencia de un método de diagnóstico precoz: tabaco, obesidad, alcohol, dieta que se hace… Hay algún tipo de enfermedad en concreto que puede aumentar el riesgo como es la pancreatitis crónica, una inflamación del páncreas. 

Se está debatiendo actualmente la posibilidad de cribar el cáncer de pulmón detectando a grandes fumadores y haciéndoles un TAC. ¿Sería posible hacerlo también en páncreas, dada la importancia del tabaco en este tumor?

No hay ningún estudio al respecto. Hay que tener en cuenta la proporcionalidad: el cáncer de pulmón es más frecuente y el cribado debe tener un beneficio real.¿Cuántos TAC tendrías que hacer para un tumor mucho menos frecuente? La rentabilidad sería muy baja, por eso no se plantea para el diagnóstico precoz.