Dos médicos especialistas mirando la imagen de un cerebro.

Dos médicos especialistas mirando la imagen de un cerebro. Fundación Pasqual Maragall

Salud Demencia

El último misterio del alzhéimer: por qué el número de casos ha caído un tercio en sólo 16 años

La prevalencia de la demencia en EEUU ha pasado del 12,2% entre las personas de la tercera edad en el año 2000 al 8,5% en 2016.

8 noviembre, 2022 01:34

La proporción de casos de demencia a partir de los 65 años diagnosticados anualmente han ido descendiendo progresivamente en lo que va de siglo, según revela un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Entre el año 2000 y 2016, la prevalencia de este trastorno ha descendido 3,7 puntos percentuales, pese a carecer todavía de medicamentos contra el alzhéimer, la principal causa de este trastorno a medida que envejecemos.

La prevalencia de la demencia en Estados Unidos, ajustada a la edad, ha pasado del 12,2% entre las personas de la tercera edad en el año 2000 a únicamente el 8,5% en 2016. Se trata de una importante caída de casi un tercio en este indicador de salud. Y si el descenso se ha mantenido constante a lo largo de los tres lustros, es el periodo entre el año 2000 y el 2004 el que registró la mayor reducción de casos. 

Aproximadamente 6,2 millones de adultos mayores de 65 años viven en estos momentos con demencia en EEUU. En España, el informe 'Impacto Social de la Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias' de la Fundación del Cerebro estimaba una prevalencia de entre el 4% y el 9%, con un fuerte incremento a medida que se suman décadas de envejecimiento. Así, la demencia llegaría a afectar a entre el 31% y el 54% de los mayores de 90 años, con un mayor volumen de casos entre mujeres.

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La brecha por sexos, sin embargo, se estaría reduciendo según el nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la entidad sin ánimo de lucro RAND. Al partir de una base más amplia, las mujeres se habrían beneficiado especialmente del descenso en la prevalencia, pasando del 13,6% al 9,7% en el periodo estudiado. Es una caída de 3,9 puntos, que supera de forma notable los 3,2 puntos recortados por los hombres, del 10,2% al 7%.

Por origen étnico, las diferencias también se están corrigiendo en EEUU, destacan los autores. Los varones afroamericanos han experimentado un recorte del 7,3% en la prevalencia de la demencia en estos últimos 16 años -del 17,2% al 9,9%-, mientras que entre los hombres de ascendencia europea solo se ha reducido en 2,7 puntos, del 9,3% al 6,6%. Sin embargo, las mujeres negras e hispanas, aunque también ven reducirse su riesgo, no acortan diferencias con respecto a las blancas.

Entre los posibles factores que estarían colaborando en esta mejora, los autores citan como principal el incremento del nivel educativo medio entre la población de los países ricos. Hasta el 40% de la reducción en los hombres y el 20% en las mujeres sería por este motivo. También sería clave el mejor tratamiento de los riesgos cardiovasculares, como la hipertensión, que actúan como precursores de las enfermedades neurodegenerativas. Los hábitos saludables, como el abandono del tabaquismo, serían complementarios.

"Las razones por las que la prevalencia de la demencia en los países desarrollados está en declive no están claros, pero en cualquier caso es una buena noticia para los mayores y los sistema sanitarios que los sostienen", valora el economista Péter Hudomiet, líder del estudio. "Esta reducción de la incidencia puede ayudar a aliviar el impacto sobre las familias, las residencias de mayores y el resto de sistemas de apoyo social a medida que la población envejece".

Los cambios sociales, determinantes

Estos resultados se correlacionan con otro fenómeno observado en los países desarrollados y que describió David S. Knopman de la Clínica Mayo en un comentario en JAMA Open: si bien los casos de alzhéimer y demencia aumentan cuantitativamente a medida que la población envejece, la incidencia proporcional de estas enfermedades está descendiendo. Especialmente en los últimos treinta años, la proporción de personas que las sufre ha ido aminorándose en su rango de edad, sin que se hayan identificado fehacientemente los motivos. 

Uno de estas investigaciones, publicada en Neurology, se realizó con más de 49.000 participantes en varios grandes estudios poblacionales de cohortes tanto europeos como estadounidenses. El objetivo era determinar si se había producido un cambio de incidencia de la demencia a partir de los 65 años entre 1988 y 2015. La conclusión fue que, efectivamente, esta incidencia se había reducido un 13% por cada década transcurrida en el último cuarto de siglo en los países occidentales, especialmente en el caso de los hombres. 

En este nuevo trabajo, para determinar la reducción en la prevalencia de la demencia a lo largo de los años, los investigadores de RAND emplearon un novedoso modelo que determina el estado cognitivo de más de 21.000 voluntarios. Se trata de participantes en el Estudio Nacional de Salud y Jubilación, un amplio trabajo poblacional que lleva recopilando registros individuales de rendimiento cognitivo desde hace dos décadas.

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El modelo ha sido diseñado para calibrar la clasificación de la demencia con los subgrupos de población, y proporcionar de este modo estimaciones precisas de la prevalencia de este mal según la edad, el sexo, la educación, la raza y el origen étnico, y las condiciones sociodemógraficas. Así, se pudo correlacionar las desigualdades en la reducción de la demencia con el hecho de que los hombres universitarios han pasado del 21,5% en el 2000 al 33,7% en 2016, pero las mujeres con el mismo nivel de estudios solo aumentaron del 12,3% al 23% en el mismo periodo.

Además, las tendencias en lo referente en la educación difieren según los grupos demográficos. Entre los más jóvenes, la proporción de mujeres con estudios universitarios supera ya a los hombres, y las diferencias raciales también se van difuminando a medida que la educación superior se extiende. "Sellar la brecha educativa es una potente herramienta para reducir las desigualdades sanitarias en general y para la demencia en particular, y para cumplir un importante objetivo de salud pública", concluye Hudomiet.