Línea de envasado de Paxlovid.

Línea de envasado de Paxlovid. Pfizer

Salud

España sólo ha dispensado 5.800 de los 344.000 tratamientos de Paxlovid que costaron 253 millones

Entre el 30% y el 40% de las prescripciones no se validan ya que hay potenciales problemas por interacciones con otros medicamentos.

22 julio, 2022 02:44

Casi cuatro meses después de su llegada a España, el uso de la píldora antiCovid Paxlovid sigue siendo residual. A pesar de venir avalada por unos resultados más que notables en los ensayos clínicos, protegiendo de la enfermedad grave a 9 de cada 10 personas vulnerables, apenas se ha utilizado el 1,7% de los 344.000 adquiridos por el Gobierno en el primer trimestre del año y que costaron 253 millones de euros.

A fecha de 18 de julio, en España se han dispensado 5.771 tratamientos de Paxlovid. Fuentes sanitarias autonómicas han explicado a EL ESPAÑOL que el número de recetas es superior, pero hay entre un 30% y un 40% de ellas que no se valida por parte de los servicios de farmacia debido a posibles interacciones con el resto de medicación del paciente.

Desde el 28 de marzo (fecha en que se inició la nueva estrategia de vigilancia y que coincide con la llegada de los primeros envases del medicamento) se han contagiado 739.095 individuos mayores de 60 años, calificados como vulnerables a la infección por SARS-CoV-2; han sido hospitalizados 51.343, ingresados en UCI 1.876 y fallecidos 4.645.

[Solo las farmacias de cuatro comunidades autónomas están dispensando Paxlovid]

El uso de la píldora –desarrollada por Pfizer, compañía farmacéutica responsable de la vacuna contra la Covid más utilizada en España– no ha remontado ni con los más de 11.000 hospitalizados de la séptima ola.

A principios de junio, Carolina Darias anunció que se habían dispensado 1.218 envases. Esto dejaría unos 4.500 para la onda epidémica que comenzó poco después y que ha iniciado su descenso esta semana, pese a que todavía no se ha alcanzado el pico de muertes.

La comunidad que más tratamientos ha dispensado ha sido Madrid: 1.684 cajas de 2.307 prescritas a 18 de julio. Andalucía es la siguiente, con 702. Cataluña ha despachado 634. Da la casualidad de que estas dos últimas comunidades (junto a Aragón, Navarra y Cantabria) facilitan la píldora en las farmacias de calle: el resto las da en el hospital.

Criterios de uso estrictos

Uno de los motivos por los que está infrautilizada es que los criterios de administración establecidos por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios son restrictivos. Paxlovid está indicado para adultos con enfermedad leve o moderada y riesgo de progresar a grave, pero solo se receta en inmunosuprimidos, personas mayores de 65 años que no estén vacunadas (incluida la dosis de refuerzo) y que no hayan pasado la Covid en los últimos tres meses, y que además tengan un factor de riesgo (diabetes, enfermedad renal crónica, obesidad), así como las mayores de 80 años vacunadas hace más de seis meses y con al menos un factor de riesgo.

Este último grupo se añadió el pasado 30 de mayo pero, aún así, "tampoco es un grupo muy numeroso", comenta el médico de familia José María Molero, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. "Si tiene 75 o 79 años y alguna patología, no es susceptible de tratamiento".

De hecho, desde algunas comunidades, como Madrid, se ha pedido ampliar los criterios de uso e incluso las indicaciones, incluyendo a la población pediátrica (menor de 18 años) vulnerable.

[La OMS avisa que los casos Covid se han triplicado en Europa y aboga por volver a las mascarillas]

El médico explica que se pusieron unos criterios tan restrictivos porque en las primeras semanas había pocas cajas disponibles pero ve razonable, en la situación actual, ir ampliándolos poco a poco. "Los estudios publicados señalan que los vacunados de más de 65 años con cuatro o más enfermedades crónicas tienen riesgo de enfermedad grave y muerte".

La cuestión es que no hay estudios sobre Paxlovid en población vacunada: los ensayos clínicos, que daban una eficacia del 89% frente a hospitalización, se realizaron en no vacunados. Sí que hubo personas que habían pasado la infección; de ellas se pueden extraer conclusiones sobre la efectividad del fármaco en un escenario real como el de la séptima ola.

"Habría que tratar a 75 pacientes vacunados para salvar a uno", comenta Molero, una cifra menos espectacular que el 1 de cada 10 entre no vacunados, pero "el resultados sigue siendo bueno". Por eso anima a las administraciones a ir planteando ampliaciones de pacientes a tratar. "Hay estudios epidemiológicos suficientes para plantearnos que a lo mejor sí tenemos que bajar el rango de edad porque ya no tenemos problemas de suministro".

Similiar opinión comparte Lorenzo Armenteros, portavoz Covid de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. "Creo que, dada las ventajas que proporcionan, tendrían que flexibilizarse las condiciones de uso para hacerlo más extensivo. Deberían, no solo este sino todos los antivirales que salgan, ser más accesibles para administrarlos cuanto antes".

Ahí está otro de los hándicaps para la prescripción del fármaco: la ventana de uso terapéutico es muy estrecha, debe empezar a tomarse dentro de los cinco primeros días desde el inicio de los síntomas. Se trata de unas pastillas (nirmatrelvir y ritonavir) que se toman juntas cada 12 horas durante cinco días, y su efecto es mayor cuanto antes de comiencen a tomar.

[Así es Paxlovid, la pastilla revolucionaria de Pfizer contra la Covid que llega a España]

La prescripción del fármaco debe ser validad antes de poder recogerlo, ya sea en el hospital o en la farmacia, lo que puede retrasar el comienzo de su administración. Con todo, en la mayor parte de sitios ya está disponible en la receta electrónica, lo que aligera los tiempos.

Con todo, Armenteros sigue mostrándose crítico: "Tenemos diagnósticos tardíos, cuando ya no es de utilidad el fármaco". La solución pasa, para él, por dotar de más medios a la atención primaria para el uso temprano de la píldora.

Falta de formación en médicos

Desde las urgencias, el otro gran punto de dispensación de la píldora antiCovid, no ven tanta necesidad de ampliar los criterios de uso de Paxlovid. "Creo que los criterios de utilización son correctos", opina Juan González del Castillo, coordinador del grupo de trabajo de infecciones en urgencias de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, Semes.

El médico reconoce que la aparición del antiviral no ha supuesto un impacto en las cifras como sí lo hizo la vacunación. En el último informe epidemiológico del Instituto de Salud Carlos III se puede comprobar cómo la tasa de hospitalización para los individuos entre 80 y 89 años se ha reducido tan solo dos décimas desde la sexta ola (11,9% frente al 12,1%), mientras que en mayores de 90 años han aumentado, de 15,2% al 17,4%. Sin embargo, las de UCI se mantienen similares pero las de mortalidad se han reducido notablemente: del 3,1% al 1,1% en la franja de edad de los 80 años, y del 5,8% al 2,8% en la de los 90 y más.

Estas cifras no hay que tomarlas por definitivas, pues probablemente aumenten conforme el pico de contagios de la séptima ola se transforme en enfermedad grave y defunciones, pero son indicativas de la Covid post-gripalización.

Los números pueden ser mejores con una utilización óptima de los antivirales, reconoce González del Castillo. "Hay mucha heterogeneidad en el uso: hace falta que el médico prescriptor conozca las posibilidades de los nuevos medicamentos".

Ese es el otro gran hándicap para que Paxlovid y otros antivirales desplieguen su potencial. "Son tratamientos nuevos y es labor de las sociedades científicas y la Administración dar a conocer estos tratamientos", explica el médico de urgencias. "Además, la población tiene que saber que hay medicamentos disponibles pero que hay una ventana terapéutica muy estrecha, de tan solo cinco días".

Aunque aboga por seguir potenciando la vacunación, ampliando la cuarta dosis a mayores de 60, como la estrategia más eficaz para contener la Covid, el especialista no duda de la importancia de disponer y utilizar todo el arsenal actual contra el SARS-CoV-2.

"Ya han pasado más de seis meses desde la vacunación [de refuerzo] en la población general, y se sabe que la eficacia disminuye con las variantes; tampoco estamos protegidos los que pasamos la infección entre diciembre y enero, por el escape inmunológico de los nuevos linajes". Todo ello crea este verano un "caldo de cultivo estupendo" para la Covid y cualquier elemento para combatirlo es vital.