Cuando los pulmones sólo tenían una función

Cuando los pulmones sólo tenían una función Three Lions Getty Images

Salud Medicina

Ésta es la nueva función de los pulmones: no sólo sirven para respirar

Una nueva investigación descubre que estos órganos producen también plaquetas de la sangre humana.

27 marzo, 2017 11:56

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Los pulmones siempre se han conocido como los dos órganos responsables de la respiración humana, en conjunción con el intercambio de oxígeno con la sangre, claro.

Sin embargo, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y publicado recientemente en Nature, afirma que la respiración no sería la única función de los pulmones: también son capaces de ayudar a producir la sangre, concretamente gran parte de las plaquetas del organismo.

Cómo se produce la sangre

Aunque el experimento se llevó a cabo en ratones, es muy probable que el proceso sea similar en la especie humana. Según refieren los investigadores, más de 10 millones de plaquetas -células de la sangre responsables de la cicatrización de heridas- se crearían cada hora en los pulmones, lo que quiere decir que la mayoría de este tipo de células sanguíneas se crearían en los pulmones y no en la médula ósea como se había creído hasta ahora.

En anteriores investigaciones se había demostrado que los pulmones sí podían contribuir a la producción de las plaquetas, aunque en poca cantidad y de forma muy limitada, pues se consiguió identificar a las células formadoras de plaquetas -los megacariocitos- en estos órganos. Sin embargo, aún sabiendo esto, siempre se asumió que la producción de todas las células de la sangre se producía esencialmente en la médula ósea: los hematíes o glóbulos rojos, los leucocitos o glóbulos blancos y las plaquetas.

Las plaquetas se esconden en los pulmones

Aunque hasta ahora el proceso de creación de los plaquetas había pasado desapercibido, un nuevo tipo de tecnología basado en la microscopía de excitación de dos fotones ha logrado verlo con mayor claridad.

Para el proceso se insertó una proteína fluorescente verde en el genoma de los ratones con el objetivo de que esta produjese bioluminiscencia, es decir, que brillase a medida que circulase por el cuerpo de los roedores. Así, siguiendo el camino de esta proteína, los investigadores pudieron identificar una gran población de células productoras de plaquetas o megacariocitos en el interior del tejido pulmonar. Algo que en principio tenía poco sentido, ya que tal población celular debería verse en la médula ósea y no en los pulmones.

En total, lograron calcular que se producían hasta 10 millones de plaquetas por hora en el tejido pulmonar de los ratones, lo que implicaría que la mitad de todas las plaquetas de su cuerpo proceden de estos órganos respiratorios. Además, experimentos posteriores han revelado que existe una gran cantidad de células madre de la sangre y células productoras de megacariocitos alrededor del tejido pulmonar, algo que apoya la hipótesis de que los pulmones tienen una participación mucho más importante en la producción de plaquetas de lo que se creía.

El "nuevo" ciclo de la vida de las plaquetas

Según los investigadores, tras rastrear al completo el "ciclo de la vida" de los megacariocitos, han llegado a la conclusión de que probablemente estas células productoras de plaquetas se originan en la médula ósea inicialmente. Sin embargo, inmediatamente se dirigen a los pulmones, donde se produce la formación real de plaquetas. Anteriormente se creía que todo este proceso se producía integramente en la médula ósea sin un viaje de por medio.

Describen los pulmones como "biorreactores" necesarios para producir plaquetas, aunque no han conseguido saber cómo colaboran en dicha producción o por qué son necesarios.

Los científicos responsables del estudio sugieren que su hallazgo podría tener un gran impacto sobre los tratamientos contra la inflamación pulmonar, las hemorragias o los trasplantes, ya que en este mismo estudio se demostró que los trasplantes pulmonares producen una explosión masiva de plaquetas, la cual restaura rápidamente los recuentos de plaquetas con una duración de varios meses.

De hecho, llegaron a comprobar qué sucedería son las plaquetas en los ratones si se les quitase la médula ósea: les implantaron pulmones con células productoras de megacariocitos y las siguieron mediante biofluorescencia. Resultó que, a pesar de no tener células madre productoras de sangre, estos ratones fueron capaces de producir tanto plaquetas como otras células sanguíneas como algunos tipos de glóbulos blancos.

Por el momento no se sabe si estos resultados también se producirían en seres humanos, pero eso será objeto de futuras investigaciones.