Vacunación contra la polio en Nigeria.

Vacunación contra la polio en Nigeria. Global Polio Eradication Initiative

Salud

Las enfermedades que estamos a punto de vencer

La OMS confía en que 2016 sea el último año en el que se registren nuevos casos de polio. El pian y la dracunculiosis también pueden desaparecer en los próximos años.

20 febrero, 2016 01:51

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En la ancestral lucha del ser humano contra el sufrimiento, solo hay un caso de victoria completa, la erradicación de la viruela, proclamada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1980. Hoy en día, otras enfermedades están a punto de sumarse a la lista y es posible que este año sea el último que registre nuevos casos de una terrible epidemia, la poliomielitis, causada por un virus que afecta al sistema nervioso y provoca parálisis, sobre todo en menores de 5 años.

"Técnicamente, es viable erradicar la polio y garantizar que no habrá niños afectados nunca más, y esto podría ocurrir incluso en 2016", asegura a EL ESPAÑOL Oliver Christiaan Rosenbauer, portavoz de la OMS para la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis. Cuando se puso en marcha este plan, en 1988, se estimaba que la sufrían 350.000 niños en 125 países. En 2015 solo se notificaron 74 casos en Pakistán y Afganistán.

La vacuna antipoliomielítica, administrada varias veces, ofrece una protección de por vida, pero aún hace falta un empujón final para que llegue a los últimos rincones de estos dos países endémicos. Aunque Rotary International o la Fundación Bill y Melinda Gates ofrecen generosas donaciones, es necesario que las autoridades locales se comprometan en serio con el problema. Hasta ahora, esa ha sido la clave del éxito mundial, "una asociación público-privada, movilizando todos los niveles de la sociedad civil", desde los gobiernos a los líderes de las comunidades locales.

Técnicamente, es viable erradicar la polio y garantizar que no habrá niños afectados nunca más, y esto podría ocurrir incluso en 2016

Si todo va bien, hacen falta tres años sin que se notifiquen nuevos casos para que una enfermedad se pueda dar por erradicada. Una vez conseguido, el reto es que no vuelva a aparecer. "Hay que asegurar que el virus que se guarde en laboratorios o centros de fabricación de vacunas no se pueda liberar accidentalmente, y ya se está trabajando en ello", comenta Rosenbauer.

De hecho, en la actualidad sigue vigente el debate sobre la conveniencia de destruir las muestras de viruela que guardan Rusia y Estados Unidos. Aunque se supone que son los últimos restos del virus, algunos científicos defienden la necesidad de conservarlas frente a una hipotética reaparición, mientras que otros consideran que representan un peligro.

En cualquier caso, el éxito de la campaña contra la polio va mucho más allá de la erradicación de una sola enfermedad. "El personal desplegado en África Occidental está ayudando ahora a dar respuesta al ébola", destaca el portavoz de la OMS, así que "un objetivo estratégico a largo plazo es que las infraestructuras construidas para erradicar la polio se puedan mantener para conseguir otros objetivos de salud pública".

La enfermedad que borra el rostro

Otra enfermedad que está muy cerca de desaparecer es el pian y será en gran medida gracias al trabajo de un joven científico español, Oriol Mitjà, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona.

Esta infección está causada por una bacteria que deforma los huesos y altera la piel hasta casi borrar la cara los afectados, generalmente, menores de 15 años. La parte positiva es resulta muy fácil de combatir: basta con una inyección de penicilina. De hecho, a mitad del siglo XX la OMS y Unicef iniciaron una campaña mundial de tratamiento que casi acaba con un problema que en aquel momento afectaba a 50 millones de personas. Sin embargo, no se llegó hasta el final y hoy en día la bacteria sobrevive en zonas pobres y remotas de varios países de África, Asia y Oceanía.

Oriol Mitjà llegó a Papúa Nueva Guinea en 2010 y se encontró con el drama: la imposibilidad de hacer llegar a toda la población un simple antibiótico para eliminar una enfermedad tan terrible. El problema es que poner inyecciones en algunos países no es tan sencillo como parece en el mundo occidental, empezando por la necesidad de contar con personal sanitario formado.

¿Sería posible encontrar un tratamiento aún más simple? Ahí comenzó su investigación, que dio resultados en poco tiempo, al descubrir que una pastilla de azitromicina, un antibiótico indicado contra la bronquitis, la neumonía y algunas infecciones de transmisión sexual, también curaba el pian. Los primeros ensayos, en la isla de Lihir, fueron contundentes y consiguieron que la OMS se volviera a interesar por acabar definitivamente con una enfermedad olvidada desde hacía décadas.

"El programa se ha comenzado a implantar en gran número de países endémicos", comenta Oriol Mitjà por correo electrónico desde la isla de Lihir, en Papúa Nueva Guinea, donde sigue pasando la mayor parte de su tiempo. "La India ha eliminado el pian", un logro que será anunciado oficialmente por la OMS el próximo mes de abril, adelanta. También Ghana, Indonesia, Vanuatu y las Islas Salomón van muy avanzados, mientras que los mayores escollos están en Camerún, la República Democrática del Congo y la propia Papúa Nueva Guinea.

Miembro de una campaña de vacunación en la India.

Miembro de una campaña de vacunación en la India. GPEI

"La dificultad principal es alcanzar las regiones más remotas, islas pequeñas a las que se llega tras un viaje de cuatro horas en canoa en océano abierto o comunidades muy escondidas en la jungla tropical", destaca.

Son áreas rurales a las que no llegan los servicios de salud básicos y los apoyos económicos son escasos. Pfizer, la principal productora de azitromicina, no está dispuesta a donar el tratamiento, así que el programa de erradicación echa mano de los parcos presupuestos que los gobiernos destinan a enfermedades tropicales desatendidas y de las ONG.

El objetivo de la OMS es declarar la erradicación del pian en 2020, para lo que tendría que comprobarse que no hay nuevos casos más allá de 2017. Una vez que se logre es improbable que la enfermedad pueda reaparecer. "El ser humano actúa de reservorio, es decir, que si se curan todos los humanos desaparece la enfermedad para siempre", señala el médico catalán. No obstante, "hay una pequeña posibilidad de que algún primate sea portador de una bacteria parecida, así que los veterinarios están haciendo estudios para descartar esta hipótesis".

En Lihir trabaja con un equipo de investigación en "enfermedades olvidadas de la piel", además del pian, la escabiosis, la úlcera de Buruli, la lepra o el chancroide. Asimismo, coordina un equipo de intervención para el control de otras enfermedades infecciosas, como la malaria.

En su opinión, la experiencia del pian puede servir en otros casos en los que "la mejora de la eficacia o la simplificación de la administración facilitará el logro de resultados antes inimaginables".

Su compromiso con las comunidades de la provincia de Nueva Irlanda hace que por el momento no abandone el lugar en el que comenzó su lucha contra el pian, pero desde allí es capaz de asesorar a la OMS, pensando sobre todo en África. "Si todo va bien, en 2016 comenzaremos varios proyectos en Benín, Togo, Costa de Marfil y Ghana".

Dracunculiasis y otros retos

Oriol asegura que no le importa que el pian sea la segunda epidemia en ser erradicada en toda la historia, "lo importante es que se consiga con el mayor número de enfermedades". En su opinión, acabar con la polio implicará más tiempo del que parece, pero también es muy probable que otra dolencia sea borrada del mapa antes que el pian: la dracunculiasis o lombriz de Guinea.

La enfermedad del parásito Dracunculus parece tener los días contados en humanos. Este gusano que sobrevive bajo la piel, especialmente en las piernas, provoca fuertes dolores y ampollas y no existe tratamiento ni vacuna, así que la mejor arma para combatirlo es la higiene. Si los enfermos no entran en contacto con fuentes de agua potable, evitan la propagación. En este caso, la campaña internacional también ha sido muy efectiva y hoy en día solo se registran unos pocos casos en Sudán del Sur, Mali, Etiopía y Chad.

Es posible erradicar algunas enfermedades.

Es posible erradicar algunas enfermedades. GPEI

El tétanos neonatal, que ataca el sistema nervioso, causa violentas contracciones musculares y es responsable de miles de muertes de recién nacidos y de madres, también se combate con más higiene, sobre todo promoviendo que los partos se lleven a cabo en recintos sanitarios, ya que la bacteria que la provoca se cuela en el organismo cuando no se corta el cordón umbilical con instrumentos esterilizados. Además, también hay vacunas para las embarazadas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la OMS, la enfermedad solo se considera erradicada en un centenar de países.

En la lista de enemigos que podrían ser erradicados también se encuentran el sarampión o la rubeola, y la clave está en la vacunación. En otros casos, aunque la enfermedad llegue a controlarse, es difícil pensar en la erradicación, sobre todo cuando existen animales que también la padecen y que pueden contagiar al ser humano, como la lepra o la peste.