El profesor Manabu T. Nakamura y la investigadora Nouf W. Alfouzan. Fred Zwicky / Universidad de Illinois.

El profesor Manabu T. Nakamura y la investigadora Nouf W. Alfouzan. Fred Zwicky / Universidad de Illinois.

Nutrición

Profesor Nakamura, experto en nutrición: "Es más difícil perder peso si se eliminan el azúcar y las grasas de la dieta"

Las personas que se permiten antojos de alimentos con grasas o azúcares pierden más peso a la larga que los que tratan de eliminarlos por completo.

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P. Fava
Publicada

Investigadores de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign (EEUU) han determinado tras un ensayo clínico que incluir 'caprichos' en la dieta, aunque se trate de alimentos ricos en azúcar o grasas, puede ayudar a perder peso a largo plazo. Las personas que se permitían algún antojo en un plan de alimentación equilibrado perdieron más peso tras 12 meses de programa que los demás, y su apetito se redujo durante los 12 meses posteriores considerados de mantenimiento.

La estudiante de posgrado Nouf W. Alfouzan y el profesor de nutrición Manabu T. Nakamura han publicado sus conclusiones en la revista Physiology and Behavior, en colaboración con médicos de la Clínica Carle de Urbana (Illinois). El objetivo era ampliar el alcance de un programa presencial de pérdida de peso denominado 'Programa de Mejora Dietética Individualizada' convirtiéndolo a un formato en línea denominado 'EMPOWER', recoge Europa Press.

"Reclutamos a pacientes obesos de entre 18 y 75 años que tenían comorbilidades como hipertensión y diabetes y podían beneficiarse de perder peso. Los antojos son un gran problema para muchas personas. Si tienen muchos antojos, es muy difícil perder peso: si su apetito vuelve, lo recuperan", señala Nakamura. Aunque muchas personas informaban de una disminución de los antojos durante el programa de pérdida de peso, Nakamura y Alfouzan desconocían si estos cambios persistían cuando los participantes alcanzaban su objetivo de pérdida de peso.

Según Nakamura, el programa dietético utilizado en el estudio informa a los voluntarios sobre los nutrientes clave, ayudándoles a tomar decisiones informadas sobre sus decisiones alimentarias hasta conseguir cambios dietéticos sostenibles. Utilizaron una herramienta que permite visualizar las proteínas, la fibra y las calorías de cada producto para que puedan mejorar la nutrición al tiempo que minimizan las calorías que consumen.

"Si comes y picas al azar, es muy difícil controlar la alimentación. Nuestro plan proponía una 'estrategia de inclusión' por la que las personas incorporaban pequeñas porciones de 'caprichos' alimentarios en el marco de una alimentación bien equilibrada", afirma Nakamura. Cada seis meses, los participantes rellenaban un cuestionario sobre sus antojos específicos: alimentos ricos en grasas -perritos calientes y pollo frito-, grasas de comida rápida -hamburguesas y patatas fritas-, dulces y carbohidratos simples como galletas y tortitas.

Un total de 30 personas comenzaron el programa de pérdida de peso, y las 24 que permanecieron al final del primer año habían perdido una media del 7,9 por ciento de su peso inicial. De ellos, 20 completaron el programa de mantenimiento de un año, pero como algunos recuperaron parte del peso perdido, la pérdida media fue del 6,7 por ciento, según los investigadores.

Sólo los participantes que adelgazaron más de un 5 por ciento al final del estudio experimentaron reducciones constantes en la frecuencia e intensidad de sus antojos. El equipo también descubrió que la ansiedad de los individuos por la comida en general y por tipos específicos de alimentos como los dulces y los carbohidratos disminuyó durante el año de pérdida de peso y se estabilizó durante el mantenimiento.

La reducción de los antojos de los individuos se correlacionó con la disminución de la grasa corporal en lugar del balance energético negativo de la dieta. "Esto básicamente echa por tierra la teoría de las 'células grasas hambrientas', una antigua hipótesis según la cual las células grasas se quedan sin energía y desencadenan antojos Pero no es así. Mientras te mantengas en un peso saludable, tus antojos seguirán siendo bajos", explica el investigador.

De los 24 participantes que permanecieron en el estudio a los 12 meses, más de la mitad declararon que utilizaban la estrategia de inclusión para controlar los antojos, algunas personas con una frecuencia de entre una y tres veces al día, mientras que otras lo hacían una vez a la semana o más. Los que utilizaron la estrategia perdieron bastante más peso que los demás participantes y experimentaron reducciones significativas de sus antojos de alimentos dulces y ricos en grasas.

La constancia es otra clave para controlar los antojos y el peso, afirma Nakamura. "El mito popular es que hay que tener una voluntad muy fuerte para defenderse de la tentación, pero no es así. Las fluctuaciones en los patrones alimentarios, los horarios de las comidas y las cantidades también desencadenan antojos. Hay que ser constante", finaliza el investigador.