Marty Makary, cirujano y profesor de la Johns Hopkins School of Medecine.

Marty Makary, cirujano y profesor de la Johns Hopkins School of Medecine.

Salud

Doctor Makary, cirujano: "Una gran pérdida de peso no te hace vivir más, la masa muscular es el mayor indicio de longevidad"

El especialista alerta sobre el adelgazamiento que también causa pérdida de masa muscular, acentuando la fragilidad y la mortalidad a edades avanzadas.

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Paolo Fava
Publicada

Los 'fármacos milagro' contra la obesidad han provocado una revolución médica en muy poco tiempo. Estos medicamentos GLP-1 –agonistas del péptido similar al glucagón-1– han aportado por primera vez una herramienta para abordar el tratamiento del sobrepeso más allá de las terapias conductuales de cambio de hábitos, que resultan ineficaces en una proporción importante de pacientes. Además de contribuir a una pérdida drástica de peso, lo que conlleva una reducción a corto plazo del riesgo de sufrir problemas metabólicos como la diabetes de tipo, enfermedades cardiovasculares y cáncer, fármacos como Ozempic o Wegovy también ayudan contra otros consumos compulsivos, como el alcohol.

La rapidez de la revolución, no obstante, también conlleva que sus efectos a largo plazo nos resulten por el momento desconocidos. Uno de ellos tiene que ver con todas las pérdidas de peso radicales, sean resultado de la farmacología o no. Si no se acompaña de ejercicio físico y nutrición, lo primero que perderemos será masa muscular, no masa grasa. Y el déficit muscular no solo se correlaciona con peores parámetros metabólicos, sino que a la larga provoca sarcopenia a edades maduras. Esta afección musculoesquelética es uno de los principales contribuyentes al síndrome de fragilidad, que causa una mayor dependencia y una peor calidad de vida.

Esto es lo que lleva a la paradoja de que algunas personas de la tercera edad viven más con un Índice de Masa Corporal (IMC) que en principio indicaría sobrepeso. Si han conservado una proporción de masa muscular versus masa grasa más saludable, un drástico adelgazamiento no les beneficiaría. Un estudio publicado en el Journal of Epidemiology & Community Health asociaba la cantidad de músculo magro con un descenso del riesgo de enfermedad cardíaca e hipertensión independientemente del peso. El ejercicio físico necesario para mantener la forma, además, tiene efecto neuroprotector, regulador del metabolismo, y contribuye en gran medida al bienestar de la salud mental.

Marty Makary, profesor y cirujano de la Johns Hopkins School of Medicine, ha dedicado parte de su actividad investigadora al problema de la fragilidad. Como en numerosos otros casos que describe en su última obra, El médico no siempre tiene razón, se encontró con una realidad médica infraestudiada y tratada en base a evidencias insuficientes."Algunas personas mayores estaban sanas pero eran frágiles. Otras tenían comorbilidades pero no eran frágiles".

El especialista decidió por tanto realizar un ensayo clínico para ver qué predecía mejor los resultados de una cirugía: el grado de fragilidad o las pruebas clásicas. La investigación puso de manifiesto que "la fragilidad era el predictor más determinante para los resultados quirúrgicos, más fiables que las pruebas preoperatorias tradicionales", escribe. "Hoy en día, la fragilidad se reconoce como un dominio de la salud que influye en la toma de decisiones quirúrgicas".

Musculatura y longevidad

Las "lagunas" en el estudio de la fragilidad llevan a Makary a prevenir sobre las pérdidas de peso radicales que están facilitando los fármacos GLP-1, a los que no niega su efectividad para la prevención de enfermedades cardiovasculares, hepáticas y renales. Sin embargo, advierte de que estos resultados "tienen en cuenta los resultados de los primeros años en que se está tomando el fármaco". Y por tanto, se pregunta: "A largo plazo, ¿son buenos para la salud estos medicamentos?".

"Esta clase de medicamentos parece reducir el exceso de grasa, pero también la masa muscular", prosigue. "La masa muscular es el principal indicador de la longevidad. La pérdida de masa muscular es un componente del síndrome de fragilidad", insiste. Por tanto, insta a los médicos que receten GLP-1 a que se aseguren de que sus pacientes "hagan ejercicio e incluyan una cantidad suficiente de proteína en su dieta".

Aunque no se excluye que la sarcopenia pueda tener también una solución farmacológica que estimule el mantenimiento muscular, los hábitos saludables son hoy por hoy el principal mecanismo de prevención. Sobre los GLP-2, mientras tanto, Makary previene: "Aunque parece que estos medicamentos conllevan unos beneficios de salud ilusionantes, debemos estar abiertos al hecho de que en estudios futuros se llegue a la conclusión de que las personas que los toman a largo plazo terminan teniendo una vida más larga o más corta".