Pintxos expuestos en un bar

Pintxos expuestos en un bar E.E

Nutrición

La costumbre gastronómica española que repites cada día y se vincula con el cáncer

Aunque durante años se han anunciado los beneficios del vino a bombo y platillo, los estudios confirman que es peligroso incluso en pequeñas dosis.

2 noviembre, 2022 02:10

La copita de vino es toda una institución en España y, en muchas ocasiones, hacemos un consumo emocional de ella: tanto para remontar un mal día como para relacionarnos con amigos. Desde el aperitivo hasta justo antes de dormir, es frecuente observar a muchas personas en nuestro país tomar una copa de esta bebida alcohólica. Durante años se ha solido decir que esta copa diaria cuida de nuestro corazón y tiene múltiples beneficios sobre la longevidad, pero recientemente este discurso ha ido cambiando.

¿Por qué? Aunque existen algunos beneficios, los grandes riesgos que supone el alcohol hacen que no compense. En los últimos años se han publicado varios estudios que han relacionado el consumo de esta sustancia con el desarrollo de varias enfermedades: una de las más preocupantes, el cáncer. Los tumores son la segunda causa de muerte a día de hoy en España, por detrás de las enfermedades del sistema cardiovascular. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), 112.741 personas murieron en 2020 por esta causa.

Si bien el alcohol no fue el desencadenante de todos estos cánceres, se trata de un factor de riesgo de la enfermedad que no debemos ignorar: en ese mismo año 4.500 cánceres de colon, 2.100 de mama y 1.500 de hígado y de la cavidad oral se relacionaron con él, según este informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). En total, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que el alcohol es la causa del 4,4% de los tumores que se producen en nuestro país.

Acetaldehído

La razón por la que el alcohol puede elevar nuestro riesgo de cáncer es que el cuerpo lo transforma en acetaldehído, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. "El acetaldehído daña el ADN y no permite al cuerpo reparar el daño. El ADN es el 'manual de instrucciones' de las células que controla el crecimiento y el funcionamiento normal de ellas. Cuando se daña el ADN, una célula puede comenzar a crecer sin control y formar un tumor cancerosos", recoge la página web de los CDC.

En concreto, el alcohol puede ocasionar cánceres de boca, garganta, laringe y esófago, de colon y recto, de hígado y de mama en las mujeres. Probablemente pienses que esta consecuencia está reservada para quienes hacen un consumo excesivo de esta sustancia, pero no siempre es así. El informe de la SEOM recoge que hasta 4.600 casos de cáncer de mama anuales en Europa se deben al consumo de una copa de vino al día, aunque, por supuesto, el riesgo se va incrementando si la cantidad es cada vez mayor.

[El fin de la copa de vino diaria: por qué los beneficios no compensan los daños según la ciencia]

Es decir, que deberíamos evitar consumir alcohol a diario aunque sólo sea una copa de vino, una bebida de la que se ha dicho que cuenta con beneficios para la salud. En realidad, cualquiera de los beneficios que se achacan a tomar una copa de vino pueden obtenerse a través de otros alimentos o hábitos saludables. En este artículo de EL ESPAÑOL se explica que algunas investigaciones han encontrado que el consumo moderado de alcohol, como tomar una copa de vino al día, puede evitar el desarrollo de diabetes tipo 2.

Mitos del vino

Sin embargo, la diabetes tipo 2 puede prevenirse de una manera más eficiente a través de una alimentación saludable y practicar ejercicio físico con frecuencia. Aunque existen factores de riesgo que no pueden ser controlados, como la edad o los antecedentes familiares, algunos de los más importantes sí se pueden modificar. Evitar la obesidad, la acumulación de grasa y el sedentarismo puede ayudar a prevenir una buena proporción de estos casos. Consumir más frutas y verduras y cambiar los cereales refinados por integrales.

Probablemente, el beneficio al que más frecuentemente se ha asociado la copa de vino sea la salud cardiovascular debido a la presencia de antioxidantes en su composición. Pero la Federación Mundial del Corazón (WHF, por sus siglas en inglés) lo ha desmentido en su reciente informe El impacto del consumo de alcohol en la salud cardiovascular: mitos y medidas. El organismo mundial reconoce que no existe una cantidad segura de consumo de alcohol: "el consumo de alcohol aumenta el riesgo de varias enfermedades cardiovasculares como la cardiopatía hipertensiva, la cardiomiopatía, la fibrilación y aleteo auricular y el ictus".

Por último, beber una copa de vino también ha sido concebido como un recurso casero para conciliar mejor el sueño y algunas personas la beben a diario con esta excusa. Sin embargo, se trata de otro mito porque el alcohol, más que ayudarnos a dormir, produce una especie de sedación. Tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL, el alcohol produce una forma ligera de anestesia, un sueño fragmentado por pequeños despertares que luego no solemos recordar y puede eliminar la fase REM.

Por todos estos motivos, es mejor que dejemos la copa de vino con tan buena fama en España para momentos especiales o, incluso, acostumbrarnos a cambiarla por bebidas más saludables como el agua o el agua con gas.