• 1 de 4

    El primer dulce del año

    Las semanas de Navidad en España no podían culminar de otra manera: con un buen pedazo de roscón de Reyes y un tazón de chocolate. Este bollo tan tradicional es una auténtica bomba de azúcares, mantequilla y harinas refinadas, pero —¡qué demonios!— lo comemos sólo una vez al año. Si durante el resto de meses basamos nuestra dieta en las verduras y las frutas, comemos legumbres, frutos secos y pescados y reducimos la carne roja y procesada, podemos permitirnos este capricho.

    Así que ya que nos vamos a desmelenar durante el Día de Reyes debemos tener en cuenta tres consejos: el primero es que deberíamos comer roscón sólo en Reyes, el segundo, que lo hagamos con moderación y, el tercero, que el mejor es el que cocinamos nosotros mismos porque controlamos la cantidad de azúcar y grasa que ponemos. Ahora bien, ya sea por tradición o por torpeza a la hora de enfrentarse a una receta de repostería, la mayoría solemos comprarlos.

    Está claro que como el roscón artesanal de nuestra panadería de barrio no vamos a encontrar otro igual. Sin embargo, los grandes supermercados se han apuntado a venderlos y lo hacen desde muchas semanas antes de Reyes. Como a muchos de nosotros se nos va a olvidar encargar el nuestro en la panadería y lo vamos a echar en el carrito mientras hacemos nuestra compra habitual en el súper, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado una lista con los mejores que podríamos comprar.

  • 2 de 4

    El roscón relleno de Ahorramás

    Los roscones de Reyes no han sacado una nota muy elevada. El de Ahorramás ha obtenido la nota más alta de este análisis: un 60 sobre 100 puntos. Esta valoración se debe a que el bollo tiene dos aspectos considerados como muy positivos: la calidad de la grasa del bollo —que, según la información del etiquetado, provienen de la mantequilla— y la degustación de los expertos. Este roscón de 1 kilogramos cuesta tan sólo 9,99 euros.

    Ahora bien, este roscón ha suspendido en dos aspectos tan importantes como la calidad del relleno y de los azúcares. La utilización de aditivos en este roscón tampoco ha convencido a los expertos de la OCU. La verdad es que la lista de ingredientes de este producto es muy larga y entre ellos aceites vegetales de baja calidad e hidrogenados y azúcares en todas sus formas. Es decir, es un ultraprocesado de manual.

  • 3 de 4

    El roscón de nata de El Corte Inglés

    Con el aprobado raspado, el roscón de nata de las galerías comerciales El Corte Inglés se sitúa como el segundo mejor de la lista por su relación calidad-precio. La OCU le ha otorgado, en concreto, una puntuación de 51 sobre 100 puntos. Los puntos fuertes de este producto fueron la calidad de las grasas del bollo y la calidad del relleno. Este roscón pesa 850 gramos y cuesta 10,49 euros.

    Los expertos de la OCU que degustaron ese roscón le dieron una calificación por encima del suficiente: 60 puntos de 100, en total. Aunque el etiquetado de este roscón es largo, sus únicas fuentes de grasa —tanto en el bollo como en el relleno— son la mantequilla y la nata. No pasa lo mismo con los azúcares, que están muy presentes y provienen tanto de azúcar de mesa como de jarabes.

  • 4 de 4

    El roscón con nata de DIA

    La OCU lo eligió como su favorito el año pasado, pero no se han repetido las mismas valoraciones. Si el año pasado obtuvo una puntuación de 73 puntos sobre 100, en 2020 se ha desplomado hasta los 51 puntos sobre 100. Quienes lo probaron hace un año le otorgaron la máxima puntuación en la degustación —un 100 sobre 100—, pero ahora exhibe en la página web un 60 sobre 100.

    Este año, sin embargo, las dos características mejor valoradas de este producto son la calidad de la grasa del bollo y la calidad del bollo, que recibieron un 90 sobre 100. La grasa de ambas partes del producto proviene completamente de la nata y de la mantequilla, por lo que no emplea aceites vegetales de poca calidad ni hidrogenados. Este roscón solo cuesta 6,99 euros, pero es el más pequeño de todos: pesa 550 gramos.