Afloramiento de agua subterránea en un pozo.

Afloramiento de agua subterránea en un pozo. Wikimedia Commons

Medio ambiente

Los pozos de agua subterránea se 'mueren': el drama que se avecina

El aumento de la demanda y la falta de una gestión adecuada está agotando muchos de los acuíferos del planeta. El 20% está ya en serio peligro.

22 abril, 2021 20:00

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El Planeta Azul, el apodo que recibe la Tierra, se debe a la abundancia de agua que hay en su superficie, una característica única que le distingue del resto de planetas del Sistema Solar. Del total, cerca del 97% es agua salada y el resto dulce. Pero no toda el agua del planeta está a la vista. Hay una parte importante que está bajo tierra, las llamadas aguas subterráneas, que se infiltran bajo tierra cuando llueve o nieva, y se acumulan en acuíferos, cuyo papel es muy importante para la agricultura, el suministro de agua para consumo humano, así como para diferentes especies de animales y vegetales. Pero estos importantes recursos hídricos están en peligro. Así lo señala un nuevo estudio publicado en la revista Science

En primer lugar veamos la importancia del agua subterránea: proporciona casi la mitad del agua utilizada para la agricultura de regadío y abastece de agua potable a miles de millones de personas. Por su naturaleza perenne y distribuida, se convierte en una vía de acceso al agua potable confiable y es un apoyo a los esfuerzos de adaptación al cambio climático. Sin embargo, el acceso a estas aguas subterráneas para satisfacer la demanda se está viendo obstaculizado. Esto se debe a que los niveles de agua subterránea están disminuyendo en muchos acuíferos de todo el mundo, lo que hace que los pozos de agua subterránea se sequen y deje a los agricultores sin poder regar y los hogares sin acceso a agua potable segura.

Según apunta la investigación, hasta el 20% de los pozos de agua subterránea de todo el mundo corren el riesgo de secarse si las reservas de agua subterránea continúan disminuyendo. Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron los datos de casi 39 millones de pozos de todo el planeta. Así, los hallazgos del estudio revelan que los daños serían críticos incluso si se dan reducciones modestas en los niveles de agua subterránea, lo que supone una amenaza inminente para miles de millones de personas. 

Pero, ¿tanto dependen los humanos del agua bajo tierra? Pues según señala este estudio, así es. De hecho, según apuntan, se trata de la principal fuente de agua para casi la mitad de la población del planeta; sin embargo, el aumento de la demanda y la falta generalizada de una gestión adecuada han provocado el agotamiento continuo de muchos de los principales acuíferos del mundo. La sobreexplotación del agua es una mala práctica que también afecta a España. Se traduce en la reducción de los cauces de ríos, de los acuíferos subterráneos y desecación de humedales. Pero además de afectar a las personas también tiene consecuencias para los ecosistemas.

Acabar con la sobreexplotación

Sin embargo, los datos sobre la disponibilidad de agua subterránea son difíciles de recopilar y, a pesar de su importancia para el suministro de recursos hídricos cruciales, los pozos de agua subterránea nunca se han evaluado a escala mundial. Para abordar esta necesidad, Scott Jasechko y Debra Perrone, investigadores de la Universidad de California, Santa Barbara, se pusieron a recopilaron registros de construcción de casi 39 millones de pozos en 40 países en todo el mundo, incluidos datos locales sobre ubicaciones, profundidades, propósitos y fechas de construcción de los pozos.

Así, los investigadores encontraron que entre el 6 y el 20% de los pozos no tienen más de 5 metros de profundidad que su nivel freático local actual, lo que sugiere que millones de pozos corren el riesgo de secarse si los niveles de agua subterránea disminuyen solo unos pocos metros. Además, los autores descubrieron que los pozos nuevos no se están construyendo a mayor profundidad que los más antiguos en algunas áreas que están experimentando un rápido agotamiento de las aguas subterráneas, lo que sugiere que los pozos nuevos tienen la misma probabilidad de secarse que los pozos viejos.

"Jasechko y Perrone envían implícitamente una advertencia oportuna de que el acceso universal al agua subterránea está fundamentalmente en riesgo", ha señalado James Famiglietti, director del Instituto Global para la Seguridad del Agua de la Universidad de Saskatchewan en Saskatoon, Canadá, en un texto relacionado junto con el profesor de la misma universidad, Grant Ferguson. "Ha llegado el momento de la investigación y la exploración y de una gobernanza y unas políticas fundamentadas en la ciencia que aborden la demanda de agua subterránea y eliminen su sobreexplotación", añaden.