Imagen de archivo de una enfermera en un centro sanitario en España.

Imagen de archivo de una enfermera en un centro sanitario en España. SATSE

Investigación

El tabú del acoso sexual en los centros de salud en España: "Si te pasa con un compañero, hay mucho miedo a denunciarlo"

Hay estudios en los que se han recopilado más de un centenar de testimonios de denuncia de mujeres que trabajan en el ámbito sanitario.

Más información: El 70,2% de las españolas ha sufrido algún tipo de violencia sexual, según un estudio científico

Pablo García Santos
Publicada

Las claves

Tres de cada cuatro mujeres del ámbito sanitario en España han sufrido acoso sexual, según un estudio publicado en The Lancet.

El miedo a represalias y la falta de confianza en la protección jurídica dificultan que las víctimas denuncien el acoso sexual en los centros de salud.

La mayoría de los agresores son hombres con jerarquía profesional superior y sus conductas afectan gravemente al desempeño laboral de las víctimas.

El estudio recomienda políticas integrales de prevención y la inclusión del acoso sexual en las evaluaciones de riesgos laborales para abordar el problema de forma eficaz.

Un cirujano plástico ingresó, el pasado 13 de diciembre, en prisión como presunto autor de una agresión sexual a una paciente en un hospital privado de Murcia. Estos comportamientos también se ejercen sobre las propias trabajadoras.

Así lo han recogido varios estudios en los que se ha analizado la presencia del acoso sexual en el ámbito sanitario en España.

Uno de los más recientes, publicado en la prestigiosa revista The Lancet, recopila un total de 345 testimonios. En él también se revela que tres de cada cuatro mujeres del ámbito sanitario y académico reconoce haber sufrido acoso sexual.

La idea de este trabajo surgió a partir del movimiento #SeAcabó, que nació tras el beso sin consentimiento de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. Las autoras no consideran que sea el #MeToo español porque no señala directamente a los culpables.

Entienden que se presenta como un señalamiento hacia las causas estructurales que producen o facilitan "este tipo de acoso tan presente en nuestra sociedad".

Miedo a una represalia

En el caso de los centros de salud, pese a la legislación, "siguen albergando entornos sexistas generalizados con una protección jurídica ineficaz para las víctimas.

"La primera medida que se debe tomar es que se cumpla la ley", señala a EL ESPAÑOL Carmen Guerrero, responsable de Igualdad del Sindicato de Enfermería (SATSE). "Tiene que haber un protocolo contra el acoso sexual en todos los centros".

Al personal sanitario se le deben comunicar estos planes de actuación, pues "resulta muy difícil nombrar correctamente una experiencia" de la que no se tiene una información clara. Este desconocimiento precisamente provoca que no se denuncie.

Así se desprende de una reciente encuesta, realizada por SATSE a 7.387 enfermeras y fisioterapeutas, en la que se demuestra que casi la mitad de las enfermeras en nuestro país sufre acoso sexual en su trabajo.

El no confiar en su eficacia también reduce las denuncias. La percepción que se tiene sobre la tolerancia que existe hacia estas conductas por parte de las instituciones es uno de los factores que más influye en la prevalencia del acoso sexual, como apuntan algunos estudios.

Hay otros motivos que incrementan la falta de denuncias. En el citado estudio de The Lancet, la mayoría de las encuestadas reconocieron que no lo habían comunicado a las instituciones al creer que era lo normal o por temor.

"Si te pasa con un compañero, hay mucho miedo a denunciarlo y que haya una represalia", apunta Guerrero. Esta emoción se agrava cuando el agresor es un superior jerárquico; en estos casos, también tienden a pensar que no serán tomadas en serio.

Por ello puede que el porcentaje sea mayor que las cifras incluidas en los estudios, como sugiere este artículo, publicado en la Revista Sanitaria de Investigación, en el que se advierte que el acoso sexual ha aumentado en los últimos años; especialmente, en el sector sanitario.

El portal Medscape publicó el pasado año un informe sobre el acoso sexual en médicos españoles, donde participaron más de 1.100 profesionales. El 72% de los encuestados aseguró que las conductas de acoso sexual están tácitamente aceptadas en su centro de trabajo.

El perfil de los agresores coincide con el que se dibuja en otros trabajos: la mayoría son varones y tienen una jerarquía profesional superior a la de la víctima. Esta última también reconoce que estos hechos interfirieron de forma "muy importante" sobre el desempeño de su trabajo.

Esta situación no es exclusiva de España. En Reino Unido, el 63,3% de las cirujanas confiesa haber sido víctima de acoso sexual, según una encuesta realizada a 1.434 profesionales. El miedo a dañar su trayectoria también les hacía temer a una denuncia.

Pese a que la encuesta se llevó a cabo de forma anónima, su publicación motivó a una cirujana a hacer público su testimonio. Según relató a la BBC, su compañero decidió secar el sudor de la frente en sus senos porque era "mucho más divertido" que utilizar una toalla.

Llamada a la acción

Las consecuencias de estos abusos no sólo se quedan en el daño inmediato que puedan ocasionar. El 34,5% de las víctimas del estudio que ha recopilado más de 300 testimonios informan de efectos psicológicos duraderos.

Estos problemas de salud mental no siempre desaparecen al abandonar el lugar en el que ha ocurrido. De hecho, había víctimas que ya se habían jubilado y "a día de hoy seguían arrastrando su trauma".

Por ello el estudio lanza una llamada a la acción, con recomendaciones como la implementación de políticas integrales de prevención que vayan más allá de protocolos de igualdad o una definición clara de acoso sexual.

"Pedimos que se incluya en las evaluaciones de riesgos laborales", añade Guerrero. "Porque desde las instituciones no se está abordando correctamente".