El filósofo Byung-Chul Han en el discurso de recogida del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.

El filósofo Byung-Chul Han en el discurso de recogida del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. Chema Moya.

Ciencia

Byung-Chul Han (66 años), filósofo, sobre la felicidad: "Quedarse en casa es la manera más lúcida de resistencia"

Ante la sobreestimulación de las redes sociales y el consumismo, este pensador propone que aprendamos a disfrutar de nosotros mismos

Más información: Antonio Damasio, neurólogo: "El sentido de la vida es crear algo nosotros mismos, y la felicidad es lo que permite lograrlo"

J. Rodríguez
Publicada

Las claves

Byung-Chul Han, filósofo surcoreano, critica la sociedad actual por generar un permanente cansancio debido a la autoexigencia y la sobreproducción.

Han sostiene que el exceso de información y redes sociales provoca sobrestimulación, pérdida de respeto y pone en peligro la democracia.

Propone quedarse en casa y disfrutar del silencio como una forma de resistencia y recuperación de la calma y la felicidad.

Afirma que la obligación de ser feliz es una nueva forma de dominación social y que la auténtica felicidad surge en la contemplación, la tranquilidad y la aceptación del dolor como parte de la vida.

El Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades recayó en 2025 en el filósofo Byung-Chul Han. Este pensador surcoreano, pero afincado en Alemania, ha destacado por sus críticas a la sociedad actual y los efectos que tiene en nuestro cerebro.

Pero, ¿qué ha dicho de la sociedad en la que vivimos? Pues que las personas que la habitamos vivimos en un permanente cansancio por la productividad que nosotros mismos nos autoexigimos. Los grandes males de este siglo, según él, son los trastornos mentales.

"Moramos en un orden horizontal del consumo, la comunicación y la información constante donde la sociedad se convierte en una cápsula vacía de contenido, sin aspiraciones elevadas ni orientación", denunció este pensador en Oviedo hace unos meses.

Vivimos sobreestimulados por el exceso de información y las redes sociales, según este filósofo. Y, además, la confrontación que parece caracterizarlo todo ha hecho que el respeto esté en crisis: "Sin respeto, la democracia está en peligro", ha explicado este experto.

En cualquier caso, existe algo que podemos hacer para rebelarnos contra esta sociedad o, más bien, no hacer. "Quedarse en casa es la manera más lúcida de resistencia", ha dicho Han. Frente al ruido que lo inunda todo en la sociedad actual, él propone el silencio.

Este experto explica que el capitalismo en el que vivimos "odia el vacío y el silencio" y, por eso, quedarse en casa disfrutando de ello puede devolvernos la calma e, incluso, la felicidad. Hay que reivindicar la casa como "bastión de libertad", explica.

Esto no significa que haya que estar en casa solo y sin hacer nada, sino aprender a disfrutar de estar con nosotros mismos sin grandes estímulos, sin consumir ni compartir lo que hacemos en nuestras redes sociales. Realizar hobbies caseros o hablar con quien vivimos.

Obligados a ser felices

"Pensamos que somos libres, pero pasamos de una adicción a otra", explica Han. Pero no se refiere a sustancias como el alcohol o el tabaco, sino a redes sociales, información, juego o el consumo. Actividades y productos que están reforzados por la sociedad.

La felicidad actualmente está planteada como el resultado de hacer cosas, producir a todas horas. Sin embargo, sostiene Han que esto es incorrecto. Para él, la verdadera felicidad se encuentra en el tiempo que se emplea para la contemplación y la tranquilidad.

"El énfasis en lo nuevo y en el hacer constante hoy se ha convertido en una trampa", dice Han. "La vida sólo adquiere su brillo en la inactividad". Sin embargo, el filósofo explica que tendemos a afirmar que somos felices porque nuestra sociedad es hiper positiva.

Y, además, dice este pensador que la felicidad se ha convertido en "una especie de capital emocional". Es decir, que es un bien que todos queremos tener, que sentimos que tenemos que atrapar: "La obligación de ser feliz genera una presión devastadora".

Que la sociedad nos exija ser felices es, según Han, "la nueva forma de dominación". No sólo forzamos la felicidad, sino que además pensamos que consiste en evitar el dolor a toda costa. "La felicidad sólo es posible en fragmentos", asegura.

Y también apunta a que "el dolor trae la felicidad y la sostiene" y, por esta razón, no debemos huir de él, sino comprenderlo como parte inseparable de la vida.